«La gran muralla»… decepción tan grande como el tamaño de dicha muralla… un servidor esperaba una trama con fundamento historico, ahondando en los orígenes de una de las siete maravillas del mundo o al menos una propuesta fresca y original… Zhang Yimou, antaño supuesto «autor» (La Linterna Roja) que ya había coqueteado con el «Wuxia» en «Hero» y «Las casa de las dagas voladoras”; nos endilga una patata hollywodiense, a mayor gloria de la temible dupla Matt Damon-Tony Gilroy (actor y guionista de la sobrevalorada saga bourne) con una historia diríase sacada de un cómic de «La Espada Salvaje de Conan» (etapa post-Thomas) y metiendo en la coctelera “el guerrero num.13″, la relación de amistad entre bribones de la soberbia «El Hombre que pudo reinar» y cualquier película de asedio mil veces vista.
Este menjunje aderezado con lo peor de «Guerra Mundial Z» y un intento oportunista de saqueo de «Juego de Tronos”, se revela como un bodrio sin orden ni concierto, con el consabido despiporre digital, la china buenorra, el colega avaricioso (un pedro pascal salido de «Narcos» y «GOT»),el enésimo cautivo occidental (no se sabe bien por qué) encarnado por el «cobra-cheques» de Willem Dafoe, y una reina Alien-Estegosaurio alienígena que deja a «Cowboys.vs.Aliens» y «Outlander» como obras maestras… ya no digamos «Warcraft» y similares… ni pizca de aliento épico… eso sí, Mateo supera a Legolas y Ojo de Halcón en dinamismo lanza-flechas… a evitar y solo consumir en casa con mucha resaca y sin fuerzas para zapear… una de las mayores tomaduras de pelo del cine reciente