Pues aquí estoy de nuevo enfrentando una hoja en blanco, buscando palabras con las que poder expresar lo que quiero transmitirles, intentando no perder la inercia de esas ganas de escribir que me invadieron después de ver en el teatro Leal hace unos días a mi querido humorista Santi Rodríguez. Aquí tiene un nuevo texto que esta vez se enfoca, que quiere destacar el humor y a los humoristas/cómicos canarios.
En esta ocasión escribo para ellos porque hace unos meses y en esta misma sección de Bloggersmania le dedique un artículo a las actrices y cómicas isleñas. Que seguramente tendrá segunda parte, pues el plantel de cómicas canarias es rico, abundante y variado, en ese aspecto somos unos afortunados.
Como habrán comprobado esté nuevo artículo, va con dedicatoria, tiene un destinatario específico y especial. A finales de marzo del año 2021 pasaba a otra dimensión el transformista y humorista grancanario Pedro Eugenio Moreno, más conocido como “Xayo”.
Nos dejó con tan solo 68 años, se fue dejando en esta realidad una historia de vida que, como se suele decir: “si hubiera nacido en Estados Unidos, tendría una película, documental, biografía y hasta un musical”. El pack completo.
Nacido en 1952, Xayo se dedicaba al mundo del espectáculo desde los comienzos de la Transición, en 1977.
Y aunque vivió situaciones complicadas, nunca renuncio a su estilo por duros que fueran los tiempos.
Un artista que siempre llevo bien alto el estandarte de la igualdad y de la libertad sexual, Xayo Moreno, además de ser considerado como uno de los referentes del transformismo en Canarias, también tenía toda una trayectoria de activismo en defensa de los derechos del colectivo LGTBI.
Con un estilo muy personal, lleno de picardía, descaro, dobles sentidos, muchas mariconadas (como a él le gustaba decir) y muy poca vergüenza, este cómico siempre estará en nuestro recuerdo, pues se ganó el cariño y el afecto de toda canarias. Xayo seguramente hubiera quedado genial en películas como: «Una jaula de grillos», «Las aventuras de Priscilla, Reina del Desierto”o también “A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar” aunque sin duda hubiera sido un sueño, una fantasía verla interpretar el papel de Jack Lemmon en “Con faldas y a lo loco”. Decirles que sigo creyendo que grandes artistas del humor llevan en su interior, tristemente desperdiciado, a un gran actor dramático. Y Xayo seguramente también hubiera dejado huella interpretando, perdón que me repita, el personaje de Jack Lemmon en “Días de vino y rosas» o a James Stewart en “Qué bello es vivir”. No pierdo la esperanza de ver ese sueño hecho realidad porque al paso que van las inteligencias artificiales en unos años cualquier cosa será posible.
Allá donde te encuentres Xayo, seguramente en un brillante escenario celestial, te lo estarás pasando de maravilla y seguramente cántaras a tu manera el Escándalo de Raphael diciendo: “Este río desbordado, no se puede controlar, si mi arte canario es un pecado, no dejaré de pecar”.

La verdad es que hablar de cómicos y humoristas canarios llevaría más de un artículo, pues contamos en nuestras islas con un extenso plantel de artistas que con sus geniales parodias o monólogos logran divertirnos y
sacarnos, por el tiempo que dure su show, de esta dura realidad que nos rodea. La fauna de estos “animales” escénicos, dicha con todo el cariño del mundo, es bastante variada y diversa. Algunos van en pequeñas manadas, normalmente son más de cuatro; otros en pareja se sienten muy cómodos y después tenemos a los solitarios, esos que si sale un espectáculo mal no tienen a quien echarle la culpa, pues son del todo responsables, mientras no la cague el técnico de sonido claro. Estas criaturas se alimentan de muchas cosas, vamos, comen casi de todo, están en constante búsqueda de algún buen trozo de realidad cotidiana o de personajes curiosos que llevarse a sus estómagos y transformarlos en guion, en texto o en parodia. Son unos auténticos expertos fijándose en detalles, circunstancias, actitudes del día a día de esos habitantes con los que comparten realidad. Filtran a través del humor, la ironía o el sarcasmo, las rutinas humanas, hasta los sinsabores que padecemos. Y como cantaba Mary Poppins “Con un poco de azúcar, esa píldora que os dan,la píldora que os dan, pasará mejor, pues para poder tragar la complicada píldora que es nuestra cotidianidad, ellos nos regalan toneladas de humor azucarado. Y al igual que mi podcast de entrevistas Canarias de cine, es mi forma de agradecer a todos esos artistas que deciden grabar conmigo, a través de mi charla, todos esos momentos especiales que como espectador he podido disfrutar con ellos, pues con este artículo pretendo hacer igual con todos los humoristas de esta bendita tierra. Cada uno con su propio estilo, cada uno con su particular manera de entretener, aceptando el difícil camino vital que significa ser artista. Algunos llevan décadas en escenarios formando parte de la idiosincrasia canaria, conservando en sus diálogos nuestra particular manera de hablar, nuestras expresiones, un bien cultural que jamás debemos dejar de proteger, de valorar. Humoristas capaces de crear sinergias entre todos ellos, no importan las edades, ni la fama que tengan, ni de qué isla son, pues por el bien del espectáculo hacen unidad. Los que han llegado más tarde, los más jóvenes, han venido a sumar, a aportar su grano de arena en esa playa maravillosa en forma de sonrisa que es la comedia canaria.
Nunca han dejado de respetar a esos Gandalfs de la comedia insular que son: su majestad Don Manolo Vieira, Juan Luis calero, Jaime Marrero, Gregorio Figueras y Francisco Santana (Piedra Pómez) y quiero incluir a mi querido Moncho Borrajo, pues su corazón palpita a ritmo de muñeira y folia.

Todos ellos han servido de guía, de referencia a esa compañía del “anillo insular”, a esa nueva generación de cómicos que decidían un buen día, viajar hasta La Laguna, perdón, Mordor y emprender un camino profesional duro y arriesgado, lleno de felicidad pero también de amargura. Ninguno de ellos sufre la difícil carga que es llevar el anillo de poder, no hay Frodos en esta historia, la mayoría se parecen a Sam por ante todo ser compañeros y buenas personas que no se dejan llevar por la envidia o la competitividad.
¿Quién no se mandaría una buena caminata hasta Mordor con estos compañeros de viaje? Preparar nuestras mochilas, un buen calzado y salir de madrugada para que no nos pille el calor. Un viaje seguramente lleno de risas, anécdotas y recuerdos que nos harían olvidar lo duro del camino. Mientras escribo este artículo me doy cuenta de que estos cómicos al fin y al cabo son eso, compañeros de vida de miles de ciudadanos. Se nos pueden aparecer en un pequeño local, un gran escenario, por la televisión y en la actualidad a través de nuestras pantallas de móvil. Quizás en la plaza de nuestro pueblo, en plenas fiestas o también por la radio. Para terminar quiero compartirles con que me quedo o que les agradezco, a cada uno de estos grandes artistas, sé que será un listado largo, pero la ocasión bien vale la pena. Manolo Vieira me quedo con tu constancia inquebrantable. Juan Luis calero con tu canariedad. Jaime Marrero adoro tu cercanía. De Piedra Pomez me enamora su doble sentido. De mi admirado Moncho Borrajo con su valentía ingobernable. Juanka admiro su espíritu guerrero. Gazz y Jorge Bolaños por llevar el humor canario a las redes. Kike Pérez y Aarón Gómez por ser nuestros Abbott y Costello canarios. De Darío López me encanta su ingenio. Juan A. Cabrera y Daniel Calero gracias por llenar la tele de sonrisas.
De maestro florido agradezco el haber creado un personaje tan particular y cercano. A Ignatius Farrai por esa pica en el Flandes peninsular que ha conseguido plantar sin dejar su acento atrás. A mis locos maravillosos de Abubukaka por todo lo bueno que nos han regalado en los escenarios. Gracias a El Supositorio, son mi debilidad, es público y notorio, la niña de mis ojos. Y quiero acabar con dos humoristas que yo denomino de pico y pala, se mueven por las trincheras, por esos locales con un par de decenas de espectadores donde se siguen abriendo camino en la escena humorística canaria. Son Dani Montoro y la Espantapájaros, grandes artistas que destacan por su cercanía y naturalidad. Con la Espantapajaros cierro el círculo de este nuevo artículo, coinciden en texto dos rubias explosivas. Xayo, la que se nos fue demasiado pronto y la que sigue pisando las tablas. Pido disculpas si a algún otro cómico no nombre, pero como dice el refrán: “ni son todos los que están, ni están todos los que son”. Un abrazo inmenso para todos.