sábado, noviembre 23, 2024

Adrián Gómez opina sobre la película «Jurassic World: Dominion»

Cuando los dinosaurios dominaban la tierra…eso pensamos todos tras la conclusión de la anterior entrega, El reino caído (2018). Bayona nos había puesto los dientes largos y todos soñamos con un mundo postapocaliptico a lo Cadillacs y Dinosaurios..y no. La fórmula ya desgastada por los dos (magníficos) libros de Michael Chrichton vuelve hacer acto de presencia.


Colín Tremorrow, vuelve para cerrar la trilogía que el originó en 2015, como si de un J.J Abrahams redentor se tratase…lo pillan? Pues lo mismo; más ruido, más metraje, más tópicos y más nostalgia.


Biosyn es la nueva empresa diabólica (otra) capaz de desbloquear el genoma, para intereses pérfidos, envueltos en supuesta filantropía. Tras los hilos, y el diseño de langostas (ya lo entenderán) está el malvado Campbell Scott ( Elegir un amor, El cielo protector), padre de The Amazing Spiderman, asesorado, una vez más, por Wu ( B.D Wong) que está en todas desde 1993, cual Megatron de Michael Bay, no se sabe bien ni como ni porqué…

A todo esto, Owen y Claire (Chris haciendo de Pratt…o de Starlord, y Bryce Dallas Howard, sensualmente igual de esplendida, pero inoperante a nivel de interpretación) han adoptado a la niña que cuidaba Geraldine Chaplin, que esconde un secreto (que no lo es tanto) y que se traga lo de la velocirraptor mami, empeñados, a lo Disney, en convertir a los depredadores en animalitos de compañía. Ellie Satler se reencuentra con Alan Grant (Laura Dern y Sam Neil), siendo invitados por el teórico del caos Ian Malcom (el carismático Jeff Goldblum, lo mejor del filme) a una isla que no es ni Sorna ni Nubla (otra estrella de la muerte), base de Biosyn, y paradero de la cría secuestrada… y de baby raptor…

A partir de ahí, montaña rusa de emociones, decepciones, agujeros de guión, deus ex machina…todo por tierra, mar, aire…y hielo. Ecologismo de baratillo en un relato de aventuras, que se pretende pulp, metiendo en el frangollo ideas de la trilogía original, un poco de Conan Doyle, otro poco del King Kong de Peter Jackson…y hasta unas gotas de Jason Bourne (esas persecuciones imposibles en Malta…con cameo insípido de Omar Sy)..y se queda por debajo de Skull Island….Todo ocurre porque si, encadenando situaciones imposibles..y no me refiero al género fantástico, sino a la desidia de los guionistas. Cierto es que pocas veces miras el reloj, y que el CGI no agobia tanto al compaginar con la animatronica, pero al margen del revival nostálgico de la aparición de la vieja guardia y Monster Smash final entre el gigantosaurio y el T-REX (desde el film fundacional, el héroe de la función), todo se reduce a un deja vu constante. Entretenimiento… olvidable

Imagen en portada promocional de la película

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