Asistimos el pasado lunes 2 de septiembre al pase exclusivo para medios de la última producción independiente de Rumen Justo (RJ Producciones), la película documental ‘Another Part of Me’, dirigida por Iván López.

Sinopsis:

Esta es la historia de cómo Gustavo Hernández (conocido como Gus Jackson) logró convertirse, elegido por los propios fans, en el mejor imitador de Michael Jackson en Europa y el segundo a nivel mundial. Natural de Ingenio (Gran Canaria), Gustavo Hernández comenzó a finales de la década de los noventa a trabajar como imitador del Rey del Pop y desde entonces ha hecho de este trabajo su filosofía de vida. El documental se acerca al día a día de Gustavo y a sus esfuerzos para conseguir sus sueños de adolescente, al mismo tiempo que profundiza en su relación con los fans de todo el mundo y muestra como su trabajo se ha convertido en una influencia e inspiración para miles de personas tal y como el propio Michael Jackson logró en vida.

Una película que adscrita al genero documental, se siente más como un (acertado) biopic de Gustavo Hernández, formado en música y bailarín/maquillador autodidacta, en su mimetización del malogrado Michael Jackson. Así mismo el documental, a través del logrado juego de espejos en la planificación de Iván López, abre un interesante trasfondo psicológico en esa dualidad Gustavo Hernández/Gus Jackson.

A destacar la que para un servidor es la set piece de los 91 minutos de metraje, la escena en que Gustavo Hernández sin caracterizar, ensaya sus coreografías mientras la cámara le sigue cual testigo silencioso… y se produce la magia… dejamos de ver a Gustavo Hernández para ver a Michael Jackson.

Durante el metraje también asistimos al treinta aniversario del concierto de Michael Jackson en la isla de Tenerife, con Gus visitando los enclaves por los que paso el artista, con una visión íntima y a la vez aperturista de un evento que en cierto modo nos hizo perder nuestro complejo de isleño, complejo autoimpuesto y que afortunadamente se ha ido deshaciendo en el tiempo.

En definitiva, un documental, que bajo la dirección y montaje de Iván López, se puede disfrutar al margen de que se sea fan o no de Michael Jackson. A pesar de un metraje que hubiese agradecido un recorte de unos 20 minutos para mantener el ritmo, se trata de un documento que forma parte de nuestra historia e identidad canaria reciente.