Raquel García I Ulldemolins, autobautizada como Raquel Gu, forma parte del grupo de mujeres que han ido ocupando puestos en la historia del tebeo español sin dejar de rendirle un homenaje a pioneras como Núria Pompeia, a la que agradecen que haya abierto puertas que ahora ellas pueden cruzar.
Como suele ocurrir de forma casi invariable la pasión de Raquel Gu por contar historias tiene su origen en la infancia. Primero aprendió a dibujar y después a leer con las publicaciones de Bruguera y las tiras de Quino. Sus padres eran grandes aficionados a los tebeos y al humor gráfico con lo cual se creó el caldo de cultivo perfecto para decidir su vocación.
Ambos habían estudiado Bellas Artes pero tal vez no quedaron muy contentos con aquella decisión porque cuando su hija dijo que quería seguir este mismo camino, se lo desaconsejaron, porque creían que le iría mejor si se matriculaba en una carrera técnica. Entonces optó por Filología inglesa porque suponía también otra forma de contar historias, y de tener a mano un Plan B para sobrevivir haciendo traducciones. Comenzó a estudiar un Doctorado pero lo dejó al comenzar a trabajar en una editorial donde coordinaba publicaciones y hacía viñetas para algunas cabeceras, lo que supuso la verdadera casilla de salida de su carrera profesional.
En 2008 tras haber hecho dos años antes la portada de la obra de Paul Auster Tombuctú, decide convertirse en autónoma y dedicarse totalmente a la creación de cómics y las traducciones. Ella explica como consigue moverse entre cada una de estas facetas.
-En el fondo todo es contar historias. Cuando traduzco un libro estoy contando algo que escribió una autora o autor en otro idioma, cuando hago una viñeta de humor, lo hago de forma muy sintética, y si es un cómic, pues también pero de manera más larga y detallada. Por eso creo que puedo compaginar todo ese trabajo, en apariencia variopinta, que me gusta en su totalidad. Me lo paso bien. Tengo la suerte de dedicarme a algo que me apasiona.
-Veo que has trabajado en casi todo tipo de medios, escritos, audiovisuales, la radio… ¿Tienes preferencias por alguno de ellos?
-Como la mayoría de los dibujantes lo que me gusta es estar en casa dibujando pero el tiempo que pasé en medios audiovisuales ha sido muy divertido. Con otros nueve dibujantes más estuve en un programa de la Televisión catalana TV3, dibujando la actualidad, lo que fue muy emocionante porque era en directo, no tenías mucho margen de error y debías interpretar sobre la marcha la ideas que los tertulianos lanzaban a la mesa. Resultó algo muy intenso y muy divertido. Y luego en Cataluña Radio trabajé sobre todo para las redes pero eso ya lo podía hacer desde casa con más tranquilidad. Fue algo muy interesante, muy vivo y muy divertido que me requería estar al tanto de la actualidad.
-Lo de dibujar para la tele y la radio es algo bastante original. No lo había oído nunca.
-Sí, he visto alguna vez a Darío Adantí haciéndolo en algún programa, algo puntual, pero en Els Matins, (Las Mañanas) de TV3 estuvimos siete temporadas y fue muy novedoso. Creo que aportó un valor diferente y muy interesante a la comunicación y a la actualidad.
-Un hito importante en tu carrera es el diseño de la portada del libro Tombuctú.
-Sí, era la obra de Paul Auster para un sello de Planeta llamado Quinteto y ahí en 2006 fue donde comencé en realidad en serio en el mundo del cómic y de hecho tengo la portada enmarcada en el escritorio. Es un poco lo que vengo haciendo ahora, mucha tinta y pincel.
-¿Cómo explicarías la propuesta Mati y sus Mateaventuras?
-Conocí a Clara Grima, la divulgadora de matemáticas en 2010 porque preparaba un libro que era una recopilación de las columnas que escribía para la revista Time Out Barcelona y que ilustraba siempre con una viñeta humorística sobre el mundo de los adultos y los peques. Para darle novedad incluí viñetas nuevas y al final me di cuenta de que quedaba un espacio para rellenar y se me ocurrió poner frases ingeniosas de la chavalada.
Por aquella época mis amigos comenzaban a tener descendencia, chavalitos y chavalitas con 3 ó 4 años y me hablaron de una mujer sevillana llamada Clara Grima que tenía dos hijos muy ingeniosos, me mandaron las frases, me gustaron y me permitió usarlas para el libro. Cuando se presentó la invité, vino desde Sevilla, nos conocimos, nos caímos muy bien y empezamos un blog en el que ella hacía los textos y yo los dibujos, de forma muy amena para introducir las matemáticas en el día a día de cualquier persona. Divulgar con gracia. Funcionó muy bien, ganamos muchos premios, Espasa nos sacó un primer libro que luego reeditó, Jot Down Books. Hasta ahora hemos publicado en Corea del Sur, China, Francia, España y Canadá y en estos momentos estamos trabajando en el quinto volumen.
-¿Recuerdas alguna de las frases de los niños que más te llamaran la atención?
-Sí, hay una que me cautivó enseguida que fue cuando Ventura, el hijo pequeño de Clara, le dijo: “Sí, claro, eso del infinito se lo han inventado los matemáticos cuando se cansan de contar”. Me encantó, pensé: ¡Qué lucidez!.
-Y tiene razón. Últimamente se habla mucho de utilizar el cómic en la educación.
-Estoy totalmente de acuerdo con esa idea y prueba de ello es que a día de hoy hay bastantes docentes que utilizan los cómics en el aula. En Canarias está el grupo de Tebeos con Clase y luego el valenciano, Pedro Cifuentes cuenta la historia del arte también de esta manera. Yo he seguido colaborando con Clara Grima y otros compañeros suyos que se dedican a la divulgación. Por ejemplo, Luis María Escudero es biólogo y ha hecho un libro para niños que he ilustrado que se titula: ¿Papá cómo se enroscan las caracolas? que es un paseo geométrico por la naturaleza y resulta toda una pasada. Aprendes que en las telarañas, los panales de las abejas, el arco iris, la forma de los huevos… en todo eso hay un montón de geometría.
Hace un año publicamos la tabla periódica de elementos entera en cómic, uno por uno, con la colaboración de químicos y químicas que trabajan en centros de toda España, aportando su opinión y las ideas para que luego yo guionizara y dibujara cada página. O el cómic Científicas, pasado, presente y futuro que he hecho con la colaboración de la Universidad de Sevilla, que abarca desde referentes del pasado como Hipatia, Curie, Lovelace, Rosalind Franklin y Hedy Lamar a las del presente, en concreto cinco investigadoras y profesoras de la Universidad. La idea es abrir un poco la puerta a esas mujeres que luego se quedaron por el camino a lo largo de la historia. El cómic permite una divulgación más amena y también digamos, no ligera pero sí más simpática, que un libro de texto, para aprender conceptos y temas de ciencia, historia o literatura. Es una herramienta muy válida.
-¿La experiencia en El Enjambre, cómo la calificarías?
-Pues muy bonita, nos juntamos en el Salón del Cómic de Barcelona de 2011 y fue una experiencia muy chula porque allí nos pusimos cara un montón de autoras que sólo nos conocíamos por redes. Una de ellas, Zuz Martín nos propuso colaborar en un libro que reunía un montón de historias hechas por dibujantes, que salió a la par que otro titulado Todas Putas que coordinó otra gran autora, Carla Berrocal. Los dos ejemplares dieron visibilidad a creadoras que hasta entonces estábamos más presentes en redes y además son buenas muestras de que las frases “dibujas como una chica” o “existe el dibujo femenino” son muy absurdas. Basta ver esas páginas para comprobar la absoluta variedad de estilos y de formas de contar historias.
-Has estado muy vinculada al recuerdo y reconocimiento de la casi mítica autora Núria Pompeia.
-De hecho fui la comisaria de la primera exposición de originales junto con Pepe Gálvez que es un especialista en su obra. La muestra ha estado en Alcalá de Henares con el amparo del Instituto de las Artes del Humor que apostó muy fuerte por recuperar el trabajo de grandes autoras como es el caso de Núria Pompeia y también pasó por Tenerife en 2023. Esperamos que el próximo año viaje a Barcelona y luego en paralelo hay otra exposición llamada Mujeres Dibujadas, en la que seis autoras del presente revisitamos la obra Pompeia, entre ellas Carla Berrocal, Chus Martín, Flavita Banana, Paulapé y yo misma. La exposición es de 2017 pero ha ido rotando por diversos puntos de Cataluña, y el objetivo es comparar la visión de Núria y la que nosotros tenemos de su obra en la actualidad.
-Todo el mundo coincide en la importancia del trabajo de Núria Pompeia en cuanto que fue muy rompedora en su época.
-Totalmente. No sólo la innovación temática porque es la primera historietista que comienza a tratar la discriminación de la mujer en los años setenta de una forma muy abierta. Si no también a nivel gráfico porque su trazo es muy sintético pero a la vez muy vivo y muy ágil lo que le va al dedillo para lo que quiere contar. En su primer libro que es Maternasis habla de su experiencia como madre durante el embarazo y como la vive de una forma muy bestia en comparación con lo que la sociedad esperaba de las mujeres, del papel que debían cumplir.
En la primera viñeta cuando se entera de que está embarazada se pone la mano en la boca de asombro y no se la quita hasta el final. Es un libro mudo porque no necesita ningún texto. Para mi fue una autora muy moderna, muy avanzada que ha inspirado a muchas dibujantes y que es totalmente un referente, que se debe reivindicar, revivir y darle voz cada vez más porque creo que está a la altura de grandes dibujantes como Chumy Chúmez o Perich, entre otros.
-Creo que has tenido una estrecha relación con Tenerife a través de distintas citas.
-Me invitaron a Entre Viñas y Viñetas y pude conocer a los viñedos y bodegas de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo y firmar en la librería Lemus. Y luego he sido invitada al Salón en dos ocasiones, en 2022 y 2023, y la verdad que me encanta porque se nota que ha sido organizado por apasionados del cómic. Hay dos tipos de salones; los que están hechos en plan a lo grande pero luego están también los pequeñitos de gente que está loca, loca, loca, por el cómic, que se pegan unos currazos increíbles y crean unos encuentros entrañables y el de Santa Cruz es uno de ellos. A lo que debes sumar el nivel que tienen las exposiciones que es espectacular. Me acuerdo de una de Magius, otra de Paco Roca, Javier Olivares… hay muy buenas ideas y muy buen material. En Tenerife recibí en 2021 el premio CoroMinas del Salón del Cómic y ese mismo año también el Diario de Avisos me dio otros dos: al Mejor Guión de Humor y Mejor Dibujo de Humor. Este año he ganado el Premio de Humor Gráfico del Splash! Sagunt, el festival de Cómic de la Comunidad Valenciana.
-¿Qué planes tienes ahora para el futuro?¿Cómo te ves de aquí a veinte años?
-De aquí a veinte años no sé pero ahora estoy con dos cómics largos que saldrán en otoño de 2025. Uno es una historia muy trepidante y muy divertida con guión del escritor Javier Pérez Andújar. ¡Me lo estoy pasando bomba! Y el otro es un cómic de divulgación histórica que está dirigido a un público infantil-juvenil, que también saldrá por esas fechas