jueves, enero 30, 2025

La Camerata de Salzburgo interpretará la primera sinfonía de un compositor de 15 años

La obra se estrenó anoche con gran éxito en la ciudad natal de Mozart y se podrá escuchar esta semana en Gran Canaria y Tenerife

La formación, que visita Canarias por primera vez, viene acompañada de la gran violinista Lisa Batiashvili

El programa incluye el Concierto para Violín de Beethoven y la Sinfonía 41 de Mozart

La Camerata de Salzburgo llega a Canarias desde la cuna mozartiana para interpretar la obra de un “Mozart del siglo XXI”: Tostne Zedginidze, un niño prodigio, compositor y pianista procedente de Georgia que, con solo 15 años, acaba de estrenar su primera sinfonía. Fue en la noche de ayer, 28 de enero, en la ciudad austriaca, en un concierto que culminó con un Mozarteum en pie dedicando una gran ovación al joven músico, junto a la misma orquesta y director que vendrá a las islas esta semana en el marco del Festival de Música de Canarias. 

Tsotne es, además, alumno de la fundación para jóvenes talentos creada por la gran violinista Lisa Batiashvili, quien será además solista del Concierto para Violín de Beethoven, que figura en el mismo programa, que se completa con la Sinfonía nº 41 de Mozart.

Todo un conjunto de atractivos que forman parte de los conciertos de la orquesta austríaca programados por el Festival Internacional de Música de Canarias en su 41 edición. Serán el viernes 31 de enero en el Auditorio Alfredo Kraus de Gran Canaria, y el sábado 1 de febrero, en el Auditorio de Tenerife, ambos a las 20.00 horas. Habrá, además, una hora antes, una charla introductoria, para conocer los secretos de esta gran propuesta.

Dirigida por el enérgico François Leleux, esta formación es embajadora cultural de la ‘capital de la música’ y es habitual en el mítico festival veraniego de la ciudad austriaca. Con más de setenta años de historia, está compuesta por músicos de más de 20 países diferentes y su sonido representa la esencia clásica vienesa, en especial por su interpretación de partituras de Mozart.

François Leleux, oboísta de origen francés, es conocido por su energía y exuberancia con la batuta. Cuenta con un amplio currículum como músico y como conductor, además de una amplia experiencia al frente de la formación austriaca, y de otras grandes formaciones.

Lisa Batiashvili, por su parte, es una violinista virtuosa, intrépida, multipremiada…y comprometida. Procedente de Georgia, el mismo país del pequeño Tostne Zedginidze, cumplió su sueño de crear una Fundación para apoyar a los jóvenes talentos musicales de su país. Tiene además, una amplia discografía y múltiples reconocimientos

Respecto a niño prodigio Tsotne Zedgindze, cabe señalar que comenzó pronto a destacar como una de las figuras más prometedoras de la música clásica de nuestro tiempo. Descendiente de una ilustre familia de músicos, ha mostrado desde muy pequeño una sensibilidad única hacia la música, lo que le llevó a crear sus primeras obras con apenas seis años, a la vez que perfeccionaba su técnica como pianista bajo la tutela de prestigiosos maestros Sus composiciones han sido aclamadas en toda Europa por su equilibrio entre lo experimental y una voz personal muy particular.

Sobre esta última pieza que se acaba de estrenar afirma que “es mi primer trabajo sinfónico a gran escala. Aunque ya he compuesto una pieza más pequeña, ‘rapsodia’ para piano y orquesta, y también algo de música de cámara. Soy pianista y he escrito muchas obras para piano antes, pero el proceso aquí ha sido muy diferente: ignoro el piano y escribo mis composiciones orquestales y de conjunto directamente para los instrumentos que escucho en mi mente”.

Un programa de tres compositores con mucho en común

Hay un territorio común que une a los tres compositores que firman el programa de la Camerata de Salzburgo en el FIMC. Ellos son, por orden en el concierto, Ludwig van Beethoven, Tsotne Zedgindze y Wolfgang Amadeus Mozart: todos conocidos por despuntar en la música a muy corta edad y, además, por compaginar la destreza al piano con la composición.

Este programa unirá su talento en el tiempo con obras que, por una razón u otra, han marcado un antes y un después. El concierto para violín de Beethoven llegó a revolucionar su propio género, ya que está considerado como el primero “romántico” de la historia. Lo más interesante de esta composición de tres movimientos es que se crea un diálogo continuo entre el violín y la orquesta, lo que convierte a la solista en toda una narradora, lejos de quedarse en la mera exhibición técnica.

A continuación, será el turno de la obra de Tsotne Zedgindze. Su Sinfonía nº 1 consta de un solo movimiento y surge a raíz de un encargo de la Mozartwoche Salzburg, la Orquesta de Cámara Escocesa y la Orquesta de Cámara Sueca. Asimismo, cabe destacar que fue el propio director François Leleux el que inspiró a Tsotne a componerla.

Cerrará la velada otro ‘niño prodigio’, Mozart, con su Sinfonía nº 41 “Júpiter”, una de las más célebres del repertorio clásico. Fue la última de las tres sinfonías que desarrolló en el verano de 1788, cuando el músico atravesaba una de las épocas más creativas -y a la vez más difíciles- de su vida. El nombre de ‘Júpiter’ no lo incorporó su creador, sino que lo hizo el empresario y músico Johann Peter Salomon, en honor al carácter triunfal y majestuoso del dios romano. Sus cuatro movimientos son toda una delicia para los incondicionales de la tradición sinfónica más clásica, que encontrarán en la interpretación de la Camerata de Salzburgo el auténtico espíritu del famoso genio austriaco.

Fotografía de Lisa Batiashvili

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