El jueves 23 de febrero acudimos a la cita en el Guimerá para el pase de «La llamada», la película – sensación a nivel nacional del pasado año. Se trata del festival de cine itinerante patrocinado por Fenosa, con la presentación del corto «Proyecto tiempo» de Isabel Coixet. Si el año pasado pudimos disfrutar de la presencia de Javier Gutiérrez en la proyección de «Los últimos de Filipinas”, esté año lo hacemos con Gracia Olayo, actriz del film de «Los Javis», que al final de la proyección, nos habló de la puesta en marcha de la película partir de la obra teatral, de la inclusión como protagonista de Macarena García, hermano de uno de los directores y pareja de Leiva, compositor e intérprete del tema principal y ganador del Goya a la mejor canción.
La película establece una conexión emocional con la generación “millennial” que casi la han convertido en un fenómeno sociológico, y esto se nota en el festivo pase, con un público participe, tarareando las canciones y aplaudiendo.
Sin embargo, la frescura de la propuesta no impide dilucidar un panfleto cristiano y una apología del reggaetón y el electro-latino, destino funesto para cualquier melomano que se precie.
Tras un arranque divertidísimo y una Belén Cuesta que brilla con luz propia, aquello se desmorona al instante, entre tonadas de Whitney Houston, humor entre «La que se avecina» y «8 apellidos vascos» y números musicales poco inspirados (exceptuando el rock and roll que se marcan las monjas). No obstante, en la recta final (y a pesar del horroroso tema «lo hacemos y ya vemos») el largo se redime en una suerte de reivindicación de la autoafirmación, tanto a nivel sexual como espiritual.
Se agradece también un ritmo que no decae y unos secundari@s en estado de gracia. Tras el final, la simpatiquísima Olayo volvió al escenario y animo al público a subirse y a interpretar y bailar una canción del film… fin de fiesta delirante e inesperado.
Por Adrián Gómez