viernes, diciembre 5, 2025

Kike Perdomo: “Adaptar Cowboy Bebop fue un reto técnico apasionante”

Hablamos con Kike Perdomo, saxofonista, entre muchas otras cosas; y es que hablamos con un artista canario polifacético, ampliamente formado y experimentado. Con un innegable amor por el jazz, tocando en muchos festivales y clubes de la península en los noventa, forma en 2008 la Big Band de Canarias, con la que, además de girar y grabar seis trabajos discográficos, ha participado en varios proyectos musicales de diferente índole. En esta ocasión, además de conocer un poco mejor a Kike y a la Big Band de Canarias, queremos hacer hincapié en su vertiente orientada a la interpretación de partituras ideadas para el audiovisual (cine, series, anime, videojuegos) y muy especialmente en los últimos dos conciertos celebrados en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria dentro del marco del festival Tenerife Noir, junto a Yoko Kanno, interpretando la partitura de la serie de anime Cowboy Bebop, que será llevada a Barcelona el próximo 5 de diciembre junto a The Seatbelts.

Buenas, Kike. Para empezar, tengo que decirte que no vas a poder escapar de la manida pregunta: “¿Cuándo decidiste dedicarte a la música?”, para dar pie a que nos hables de tus inicios.

Desde muy pequeño sentí atracción por la música y, desde que llegó un instrumento a mis manos —en este caso una guitarra—, ya no pude parar. Ser autodidacta en mis inicios creo que me hizo buscar siempre mi propia voz, analizar todo lo que caía en mis manos e incluso crear mi propio método. Después vino el jazz, la armonía, la creación, la composición y mi decisión de querer ser más profesional cada vez; mi compromiso con la música y mis jornadas interminables de estudio con una media de ocho horas diarias. Luego llegaron becas y títulos y, por suerte, aquí sigo con mucha motivación y ganas siempre de mejorar

¿Cuál fue el germen del nacimiento de la Big Band de Canarias?

La idea de establecer un contacto real entre los músicos de jazz canarios. Nuestra insularidad nos separa y un proyecto de unión como este era muy bonito y apetecible.

Por mi experiencia profesional conocía músicos excelentes de todas las islas, así que la idea de juntarlos y emprender un proyecto que pudiera englobarlos me resultaba muy atractiva. Además de esto, como presidente de una asociación de músicos profesionales, Promusic, era también mi deber que esto ocurriera. Así nació la Big Band de Canarias.

Como director de la banda, ¿encuentras dificultades para organizar y ensayar teniendo en cuenta que la formación varía según el proyecto, pasando en ocasiones de un formato más pequeño a tener casi veinte músicos en el escenario?

Sí. Muchos problemas. No es justo que los gobiernos solo institucionalicen a las orquestas de música clásica. Hay otras formaciones instrumentales grandes, con mucho repertorio, dirigidas y compuestas por personas con estudios superiores y altas capacidades, y se quedan en el olvido.

Esto pasa en Canarias y en España también. Ya va siendo hora de que avancemos y valoremos el talento sin prejuicios y sin complejos, que es lo que creo que ocurre.

Ensayar y organizar ensayos es una tarea complicada porque la mayoría de los músicos son profesores de música en escuelas, conservatorios o secundaria… Aunar las agendas es siempre muy difícil. Pero se hace. Con trabajo, pero se consigue.

Algo que siempre he valorado de la Big Band de Canarias es que, en sus diferentes formaciones, conviven “la vieja guardia” con jovencísimos músicos con un talento indiscutible. Háblanos un poco sobre cómo ves la escena musical en Canarias y el tejido conectivo para dar con los músicos adecuados en cada ocasión y, sobre todo, dar espacio al nuevo talento canario.

Yo soy un admirador de la buena música, y tener la posibilidad de rodearte de buenos creadores e intérpretes es el mayor regalo que me pueden dar y, por extensión, nos pueden dar a los amantes de la buena música. Hay cantera, hay veteranía y hay amor por hacer las cosas bien. Y, sobre todo, lo hacemos con músicos de nuestra tierra.

Yo hago muchos conciertos fuera de España y toco con músicos de muchos países y no tenemos que envidiar a nadie. Tenemos que dar oportunidades y responsabilidades y todo va llegando. Los resultados van llegando poco a poco y son muy gratificantes para nosotros y para el público que nos sigue.

Centrándonos ahora en la adaptación e interpretación de partituras creadas para el audiovisual, ¿cómo llegas a esta nueva faceta y cómo la enfrentas desde tu formación y experiencia principalmente jazzística?

Es para mí todo un reto escribir para una formación que tiene casi 100 años de historia. A lo largo de la historia ha habido grandes compositores para esta formación, así que aprender de ellos es la única forma de avanzar y, si puedes además poner tu color, tu sello o como quieras llamarlo, pues es aún mejor.

Los músicos de jazz aprendemos de la armonía musical los recursos para la improvisación, y la improvisación es sobre todo creación usando herramientas de conocimiento y técnica… es decir, en la improvisación estamos siempre componiendo a tiempo real.

La música y la imagen van de la mano y se potencian sin lugar a dudas, así que para mí es un juego muy bonito intentarlo, y me gusta mucho, la verdad.

Dentro de la interpretación de partituras para el audiovisual, háblanos de ese proyecto en el que te enfrentaste a un mayor reto, tanto a nivel de adaptación como de interpretación.

Quizás mi mayor reto fue adaptar mi música para una película extremadamente divertida e inteligente como fue Apocalipsis Voodoo. Una creación canaria muy valorada y hecha con un presupuesto muy pequeño.

Este mismo año pudimos disfrutar en las dos provincias canarias del concierto de la Big Band de Canarias junto a Yoko Kanno interpretando la banda sonora original de la mítica serie de anime Cowboy Bebop. ¿Cómo te llega este proyecto?

Esta idea se genera en el Festival Tenerife Noir, de la mano de sus creadores, y es sin duda uno de esos regalos en los que te ves trabajando con alguien a quien admiras y que es la gran compositora Yoko Kanno; lees su música, la conoces y entiendes todo su amor por la música y cómo quiere conseguir esos sentimientos a través de sus composiciones.

Concierto de la Big Band de Canarias junto a Yoko Kanno en Tenerife Noir 2025. Fotografía de Álex Ro

En cierto modo, la propia Yoko tuvo unos inicios similares al girar por los estados con mayor tradición de jazz en EE. UU., bebiendo no solo del jazz, también del bebop, el blues, etc. ¿Cómo fue adaptar las partituras originales para la Big Band de Canarias y cómo fue trabajar con Yoko?

No hay duda de que Yoko Kanno conoce el lenguaje del jazz y del blues. No hay ninguna duda de que es también conocedora de la instrumentación de big band y de que saca de los instrumentos lo mejor de ellos.

Entender sus partituras es sencillo porque están bien estructuradas, bien escritas, con conocimiento y con sabiduría. Es una compositora con experiencia y con grandes capacidades musicales que la convierten realmente en quien es.

La banda sonora original de Cowboy Bebop tiene un uso profuso y magistral de vientos metal. Viniendo del saxo como principal “arma”, imagino que fue todo un placer trabajar en ella. Háblanos un poco de esa parte en la banda, tanto en la parte de adaptación como de
interpretación.

Técnicamente hablando, la banda sonora de Cowboy Bebop es difícil de interpretar. No todos los músicos podrían interpretarla porque es muy exigente técnicamente. Tempos muy rápidos y registros extremos muchas veces convierten la interpretación de estas partituras en un reto.

A mí me gustan los retos más que el sofá de mi casa, ¡la verdad! Jajajaja…

Es un placer trabajar con Yoko y vivir ese riesgo que te hace sentir vivo.

¡Saxos, trompetas y trombones están echando fuego muchas veces!

En el último ensayo que tuvimos, Yoko me confesó que ha trabajado con músicos de muy diferentes países, pero que encuentra en nuestra sección de metales una gran energía y que quiere que hagamos una gira más extensa en el futuro. Yo le he dicho que es porque somos gente “volcánica” y nos hemos reído mucho… jajaja.

Para finalizar, ¿qué podemos esperar del próximo concierto en Barcelona junto a Yoko Kanno y The Seatbelts?

La organización japonesa y la alegría canaria a partes iguales, dando el 150 % de nuestras capacidades y con muchas ganas de hacer vibrar la sala y estar a la altura de un festival tan importante al que vamos a ir.

Entrevista realizada por Jonathan Medina

Fotografía en portada cedida por Kike Perdomo

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