La muestra, que se inaugura mañana (viernes 12), a las 19:00 horas, es el resultado de la primera catalogación razonada de su obra gráfica
El museo TEA Tenerife Espacio de las Artes inaugura mañana (viernes 12), a las 19:00 horas, Óscar Domínguez gráfico, El consejero de Cultura y Museos de Tenerife, José Carlos Acha; el director artístico de TEA, Sergio Rubira; y los comisario de la muestra, Jorge Rodríguez de Rivera e Isidro Hernández, presentaron hoy (jueves 11) esta nueva exposición, que se centra en la obra gráfica de Óscar Domínguez (Tenerife, 1906-París, 1957) –entendida como el conjunto de series limitadas de obras originales producidas a través de la reproducción de una imagen primera o matriz– y que está integrada por ejemplos notables realizados a lo largo de toda su trayectoria, desde las ilustraciones realizadas en colaboración con escritores de la generación de la República Española, Gaceta de arte o para las ediciones de la editorial parisina de Guy Lévis Mano.
“Esta exposición, integrada por cerca de trescientas piezas, está dedicada íntegramente a la labor de Domínguez como grabador e ilustrador, lo que permite ver el alcance creativo del artista en este campo donde demostró tener una maestría espectacular”, adelantó Acha quien además explicó que en este nuevo proyecto expositivo también se incluyen “los carteles litográficos que ideó y diseñó, la obra grabada para distintos proyectos, especialmente durante los años de la Ocupación de París y en la inmediata posguerra, y otras composiciones, como los libros de carácter colectivo, en los que demostró un gran dominio técnico y un progresivo cambio de temas y de estilo”.
La muestra -agregó el consejero- surge como resultado directo de la catalogación de la obra gráfica de Domínguez, una labor pionera realizada por los expertos Jorge Rodríguez de Rivera e Isidro Hernández. Óscar Domínguez gráfico responde a la pregunta crucial de la valoración del alcance de esta faceta creativa dentro del conjunto mayor de su obra y confirma que estas incursiones en el mundo de la obra gráfica constituyen una actividad ejercida de forma plena y original, lo suficientemente cabal y coherente como para justificar la necesidad de su estudio y exhibición.
Además, avanzó que, con motivo de su inauguración los comisarios ofrecerán el sábado (día 13), a las 12:00 horas, la conferencia Óscar Domínguez: obra gráfica y libros ilustrados, en la que abordarán el alcance de la trayectoria de Óscar Domínguez en el terreno de la ilustración y el grabado, una tarea que compaginó con la pintura y la creación de objetos de funcionamiento simbólico a lo largo de su trayectoria artística. Óscar Domínguez gráfico podrá visitarse de manera gratuita hasta el 15 de marzo, de martes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 horas.
Sergio Rubira valoró el hecho de que “esta exposición traslade al espacio del museo lo que es un catálogo razonado, esa idea de intentar mostrar la mayor parte de la producción gráfica de Domínguez y darle su valor”. “Otra de las cosas que hemos querido subrayar es que esta producción gráfica no es dependiente de su pintura sino que tiene entidad y autonomía propia”, añadió el director artístico de TEA quien también afirmó que esta individual ”muestra a un Domínguez contemporáneo, que va más allá de su propio periodo subrayando algunos elementos también en el montaje de la exposición como son el de la repetición y el de la variación”.
Asimismo, Rubira explicó durante su intervención que a la hora de realizar el catálogo razonado de la obra gráfica de Domínguez, realizado por la Fundación Azcona con la colaboración de TEA, “ha habido sorpresas” “Seguramente nos encontremos que, a partir de esta exposición, aparezcan más grabados de Domínguez así que esta no es una investigación cerrada si no que es casi como presentar el estado de la cuestión en torno a la gráfica de Domínguez”, afirmó.
Jorge Rodríguez de Rivera avanzó que será durante el primer trimestre de 2026 cuando se presente este catálogo razonado, punto de partida de esta nueva muestra dedicada a una de las figuras clave de la aventura surrealista y de los movimientos de vanguardia del siglo XX. Detalló que esta muestra reúne por primera vez un importante conjunto dedicado al emblemático libro de Paul Éluard, Poésie et vérité 1942, ilustrado por Óscar Domínguez en 1947 con 33 aguafuertes, entre ellos el ejemplar del Museo de Arte y de Historia Paul Éluard de la ciudad de Saint-Denis, o el de la antigua colección Paul Destribats, actualmente en la Biblioteca Emmanuel Boussard de París.
“Es la primera vez que se podrá ver en España toda la serie de dibujos originales creados por Domínguez para ilustrar ese libro”, agregó el comisario quien además valoró que en TEA se exhiba tanto la obra con la que Domínguez empezó su carrera de ilustrador en 1933 (la ilustración realizada para el poemario de Emeterio Gutiérrez Albelo, Romanticismo y cuenta nueva) como el último que ilustró en 1957, Hojas dispersas (Homenaje a René Crevel)”.
También se exhibe el ejemplar que perteneció al editor de la colección Les Nourritures Terrestres, Jacques Goldschmidt. Gracias a este conjunto la exposición presenta las diferentes pruebas preparatorias realizadas por Domínguez para la ilustración de este célebre libro, tanto los grabados definitivos como aquellas otras pruebas no seleccionadas y que el autor realzó en tinta convirtiéndolas en obras únicas. Asimismo, lo más excepcional de este grupo de obras son los dibujos realizados a lápiz sobre las láminas impresas con los textos de Paul Éluard preparatorios realizados por Domínguez.
Isidro Hernández apuntó que esta exposición viene a demostrar lo importante que es la labor gráfica de Domínguez dentro de toda su trayectoria artística. “Domínguez es un hacedor cabal del dibujo y de la imagen. En sus obras se puede ver la finura con la que el pintor trabaja los grabados”, concluyó el comisario quien también incidió en que hasta la fecha nunca se había reunido tanto material sobre Poésie et vérité, poema ilustrado por Domínguez que se convirtió en un pro de la libertad.
Otro conjunto importante es el ilustrado por Óscar Domínguez, Domaine, del poeta Robert Ganzo. La exposición presenta varios ejemplares excepcionales realzados a color por Óscar Domínguez pertenecientes a varias colecciones francesas. Asimismo, se exhibe por primera vez un importante conjunto de linograbados impresos con la técnica de la decalcomanía, y que ahora acompañan su obra gráfica. La exposición contempla, asimismo diferentes variantes de libros y obra gráfica realizados por Óscar Domínguez.
Las piezas que se exhiben en esta muestra proceden no solo de la colección TEA, sino de otras muchas colecciones privadas en institucionales, entre ellas la colección del Museo de Arte y de Historia Paul Éluard de Saint-Denis (Francia), la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) de Madrid, o las colecciones del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de las Palmas de Gran Canaria, del Archivo Antoni Clavé, o las colecciones canarias del MACEW, la Colección de Arte CajaCanarias y LM Arte Colección. Destacan, asimismo, el préstamo de importantes documentos originales cedidos para la ocasión por el archivo parisino de la Biblioteca Emmanuel Boussard y la colección de François Letaillieur (Laval), o la colección de documentos de Jean Marie Trossard (Dijon), así como otras colecciones particulares españolas y francesas.
La muestra se estructura en diferentes ámbitos, en base a ocho ejes temáticos:
- Óscar Domínguez publicista
Los primeros trabajos de Óscar Domínguez como dibujante se remontan a 1924, momento en el que realiza algunos dibujos y gouaches de influencia art déco de personajes femeninos vestidos a la manera de las viñetas que habría podido ver en las revistas ilustradas de la época. Se trata de trabajos aislados y que no obedecen a un ejercicio sistemático y continuado, sino a meras aproximaciones. Hay que esperar hasta principios de los treinta para asistir al inicio de su actividad como ilustrador, momento
en el que realiza trabajos de publicista diseñando carteles afines a la estética vanguardista de los años treinta. Un buen ejemplo es Pour toutes… le meilleur bonbon au beurre (Para todas… el mejor caramelo de mantequilla), cartel publicitario realizado para la marca Krema, y en el que Óscar Domínguez demuestra sus habilidades compositivas y pictóricas. Se desconoce el número de ejemplares de esta serie de carteles impresos por la Office International de Publicité et d’Édition, si bien esta litografía posee un valor no sólo artístico sino documental de una faceta de la que, hoy por hoy, se conservan muy pocos ejemplos. Este cartel litográfico, impreso a cuatro tintas, lleva su firma de aquella época, un esquemático “Oscar-X”.
- Óscar Domínguez y el proyecto editorial Gaceta de arte
Óscar Domínguez ilustra la cubierta de tres de los seis libros editados por la revista Gaceta de arte (1932-1936). La primera de las ilustraciones fue la realizada para el poemario del escritor icodense Emeterio Gutiérrez Albelo, Romanticismo y cuenta nueva (1933), una viñeta de ensoñación metafísica, con una escenografía tricolor y una composición geometrizante y lineal rotulada en minúsculas. Una segunda colaboración
de Domínguez se fraguó con la publicación del relato poético surrealista Crimen (1934), libro subversivo de Agustín Espinosa, para cuya cubierta Domínguez realiza uno de sus dibujos más enigmáticos y ambivalentes, de una interpretación solo posible en clave onírica, y que sigue las pautas dalinianas de la imagen paranoica.
Asimismo, con ocasión de la monografía de Eduardo Westerdahl sobre el pintor abstracto alemán Willi Baumeister (1934), Domínguez realiza una ilustración de cubierta en decalcomanía considerada su primera experiencia de pintura automática, compuesta varios años antes de la aparición del texto de André Breton “De una decalcomanía sin objeto preconcebido (Decalcomanía del deseo)”, publicado en 1936 en la octava entrega de la revista Minotaure, que popularizaría esta nueva técnica automática entre los pintores surrealistas.
- Óscar y los surrealistas: las ediciones GLM
Uno de los episodios cruciales en el encuentro entre poetas y pintores afines a las directrices del surrealismo es propiciado por las ediciones GLM, iniciales del escritor de origen griego-otomano residente en París, Guy Lévis Mano, quien fuera, además, traductor, tipógrafo y, sobre todo, editor de libros de poesía. Óscar Domínguez realizó varias colaboraciones con GLM, la primera de ellas dos dibujos para el díptico Cycle systématique de conférences sur les plus récentes positions du surréalisme (Ciclo sistemático de conferencias sobre las posiciones actuales del surrealismo), donde se anunciaban unas conferencias surrealistas en el París de 1935 que no llegarían a celebrarse.
Domínguez también interviene en el libro La hampe de l’imaginaire (El asta de lo imaginario) en diálogo con los textos poéticos de Georges Hugnet (1936). Asimismo, de forma colectiva, participa en el conjunto de relatos oníricos Trajectoire du rêve (Trayectoria del sueño), así como en la edición de de Œuvres complètes (Obras
Completas), de Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont, ambas ediciones publicadas en 1938 e ilustradas por la plana mayor de los pintores surrealistas. Un cuarto proyecto de Óscar Domínguez con GLM fue el realizado junto al escritor Marcel Jean, compuesto por las decalcomanías para el cuaderno Grisou. Le lion-la fenêtre (Griou. El león-La ventana) que quedaría inédito en 1937 por la falta de suscriptores, y que solo vería la luz en 1990 a partir de los monotipos originales conservados por Marcel Jean y recuperados por Jean Luc Mercié.
- Domínguez, ilustrador en el París de la Ocupación
En 1940, Óscar Domínguez viaja a Marsella con la esperanza de obtener un visado que le permitiera partir hacia tierras estadounidenses. Allí se reúne, en la villa marsellesa de Air-Bel -sede del comité estadounidense de ayuda a los intelectuales-, con varios pintores e intelectuales del grupo surrealista. Sin embargo, no consigue la documentación necesaria. Pronto regresaría a la capital francesa y se convertiría en el principal ilustrador de La main à plume, un grupo surrealista clandestino que, sorteando
el control nazi, desarrolla una intensa actividad editorial en la que participan poetas y pintores. En 1941 ven la luz Noués comme une cravate (Anudados como una corbata), de Christian Dotremont, y la plaquette Transfusion du verbe (Transfusión del verbo) ambas con ilustraciones de Óscar Domínguez. En el año 1942, Domínguez ilustra el poemario de Laurence Iché Au fil du vent y el libro Domaine (Dominio), de Robert Ganzo, para el que realiza ocho aguafuertes. A la hora de ejemplificar la actividad de La main à plume basta con fijarse en la veintena de títulos publicados en 1943. Domínguez ilustra la edición del poema de Noël Arnaud, Aux absents qui n’ont pas toujours tort (A los ausentes, que no siempre se equivocan), pero el título más destacado es Le grand ordinaire (El gran ordinario) -datado en 1934 con el propósito de evitar la censura-, con un texto de André Thirion al que acompañan ilustraciones pornográficas y burlescas compuestas por Óscar Domínguez que se mofan del mariscal colaboracionista Pétain, jefe del Régimen de Vichy. Poco después de la Liberación de París, varios dibujos y un aguafuerte de Óscar Domínguez ilustraría el poemario de Amy Bakaloff.
- El grabado mágico
Óscar Domínguez ilustró la cubierta y la contracubierta de los cincuenta y siete ejemplares de lujo de la Anthologie de l’humour noir (1940), de André Breton, edición que solo se distribuyó a partir de 1945 y con la incorporación de las ilustraciones originales de Óscar Domínguez. En una carta del 5 de febrero de 1945, enviada a Nueva York desde París por Maud Bonneaud y Óscar Domínguez, a la atención de André Breton, Óscar afirma estar trabajando en la ilustración del libro. En la siguiente misiva escrita a Breton, del 14 de marzo del mismo año se le comunica que la ilustración para su libro está siendo realizada utilizando la decalcomanía con un nuevo procedimiento de grabado, que denominan “el grabado mágico”. Y, gracias a la tercera carta que la pareja envía desde París al mismo destinatario, el 7 de junio de 1945 se conoce mejor esa nueva técnica de trabajo. Consiste en trazar un dibujo sobre una plancha de linóleo, imprimiéndolo con la técnica de la decalcomanía. Cada lámina resultante es única y diferente, pues sobre el mismo dibujo de base la textura acuosa de la decalcomanía
abre la puerta a lúdicas variaciones guiadas por la espontaneidad y el azar. En esta exposición se recogen muchas de las variantes que sirvieron para ilustrar esta importante publicación de signo surrealista.
- Poesía y verdad 1942
Paul Éluard publica, clandestinamente en París, en abril de 1942 el poema Poésie et vérité, una pequeña plaquette de bolsillo publicada por las ediciones del grupo La main à plume. En su primera versión, el poema había sido escrito por Paul Éluard para Lee Miller, pero el contexto de la guerra provoca una transformación radical de su sentido. Por su carácter subversivo y libertario, el texto sería popularizado rápidamente como himno a la libertad de la Europa ocupada y, en junio de ese mismo año, sería publicado en el n.º 22 de la revista Fontaine, en Argelia, bajo el título de Une seule pensée. En 1943, la colección Les Relais de Fontaine volvería a publicar el poemario en formato libro, y también sería reimpreso, en Neuchâtel dentro de la colección Cahiers du Rhône.
La revista oficial gaullista La France Libre publica el poema y lo lanza desde el aire en la zona francesa ocupada con la ayuda de aviones de la Royal Air Force. Asimismo, la London Gallery Editions publica en 1944 una versión inglesa del poema al cuidado de Roland Penrose y E. L. T. Mesens, acompañado de un retrato de Paul Éluard realizado por Man Ray. En 1945, el poema Liberté es publicado en las ediciones de GLM. Tras este intenso periplo, en 1947, el poeta Paul Éluard invita a Óscar Domínguez a realizar los treinta y tres aguafuertes originales que ilustrarán su poemario. Es la historia de un poema que se transforma en himno libertario y en un arma para la paz.
- El Domínguez de la posguerra hasta los últimos años
Óscar Domínguez ilustra la primera entrega de la revista Le Potomak (1948-1949), dirigida por Hélène Azénor y Alice Axel, con un poema y un grabado sobre el gigante Astrakan, natural del barranco de Guayonje. Años antes, en 1945, el pintor había tenido un protagonismo notable en la revista Vrille, la peinture et la littérature libres (1945) como premio a su permanencia en París y a su actividad creativa durante los años de la Ocupación. Asimismo, emprende otros muchos trabajos de obra gráfica, generalmente en compañía de poetas y editores que reclaman su presencia en distintas ediciones, como en el caso del volumen con litografías de ocho artistas franceses e italianos editado por Edizioni del Milione, en Milán, en 1949; o las composiciones realizadas para la exposición junto con el pintor Ginés Parra en la Galerie Breteau de París en 1948. También se encuentran otros trabajos suyos en la entrega 73/74 de la revista La Nef (1951) o en el libro de poemas Vers luisants (1954) de Raymonde Aynard, donde presenta uno de sus motivos iconográficos, a la postre, más conocidos: una niña jugando a la comba mientras sostiene una vela, símbolo de la luz, de la vida, de la libertad y del conocimiento.
- Proyectos de obra gráfica no impresos
Varios trabajos originales de Óscar Domínguez nunca llegaron a ser impresos en serie alguna, son las tentativas o ensayos para carteles e ilustraciones que, por alguna razón,
fueron rechazados por el autor o el editor o, simplemente, no llegaron a ser usados en los proyectos para los que fueron concebidos. En cualquier caso, si bien se trata de obras originales -no seriadas- éstas deben ser contempladas dentro del corpus de su obra gráfica. Es el caso del proyecto de cartel para la promoción turística de la isla de Tenerife denominado, Tenerife el mejor clima del mundo. 1933-1934; los diseños en decalcomanía realizadas para la revista francesa vinícola Nicolas; las diferentes versiones del anuncio para la representación en Baden-Baden de la pieza teatral Les mouches, de Jean-Paul Sartre, 1947; o el proyecto de póster anunciador de su exposición individual en la Galerie Rive Gauche de París, en noviembre de 1957.
Óscar Domínguez
Tanto por la calidad subversiva de sus creaciones como por su participación de forma activa en el Surrealismo, Óscar Domínguez está considerado, junto con Joan Miró y Salvador Dalí,
“el tercer gran nombre” que España da a la pintura surrealista. Si bien la infancia de Domínguez transcurre entre los municipios tinerfeños de La Laguna y Tacoronte -donde su familia contaba con haciendas y plantaciones-, a partir de 1927 combina su residencia en París con varios viajes a su isla natal, hasta que, ya a partir de 1936, la capital francesa se convierte en su hogar definitivo hasta su muerte, el 31 de diciembre de 1957.
Desde sus composiciones de principios de los años treinta –La bola roja (1933) o Le dimanche (1935)-; pasando por la genialidad de sus pinturas cósmicas –Los platillos volantes (1939)- y superando el período metafísico y la asimilación del estilo picassiano, ya en la década de los cuarenta –Mujer sobre el diván (1942)-; hasta alcanzar su técnica del triple trazo y, posteriormente, la etapa informalista que caracteriza a sus últimas obras –Delphes (1957)-, la predisposición de Domínguez hacia una imaginación pictórica plena y su permanente experimentación lo convierten en una figura clave en el contexto del movimiento surrealista.
La contribución fundamental de Óscar Domínguez a las artes del siglo XX fue la invención de la decalcomanía, según explica el Dictionnaire Abrégé du Surréalisme firmado por André Breton y Paul Éluard en 1937. Esta técnica pictórica es uno de los procedimientos más emblemáticos del automatismo gestual. En palabras del comisario de la muestra, “el artista tinerfeño se caracteriza por una práctica pictórica de una gran intuición onírica, presidida por un espíritu liberador en estado puro en perfecta consonancia con la maquinaria clandestina, vertiginosa e irracional que propone el Surrealismo”.






