Asunto: La forma del agua
Fabula sensiblera repleta de tópicos, resulta sorprendente como el gran Guillermo del Toro se ha enrolado en este berenjenal. El autor de las magistrales «Cronos», «El espinazo del diablo», «El laberinto del fauno», el díptico de «Hellboy» o «La cumbre escarlata» (esta sí que merecía todos los premios habidos y por haber), nos presenta un»cuento de hadas»entre el pulp de entreguerras, la serie b y la grandilocuencia lacrimógena de todo un insufrible Bayona.
Esto es… se trata de esa fórmula vende-humos de «historia bonita para contentar a todo tipo de público». Por qué este film mil veces visto anteriormente (cocktail autocomplaciente de «E.T», «Splash», «Coocon», y la muy reciente y superior «Okja») es aplaudido por los mismos críticos que destrozaron las infinitamente mejores «La joven del agua», o «The lovely bones» (cine fantástico de corte intimista que sabe mezclar con perfección lo real y lo imaginario para erigir una metáfora precisa sobre la sociedad que nos rodea, con una carga emocional y un halo romántico que esta ni siquiera llega a rozar) ya pertenece a los misterios insondables(e intereses) de la historia del cine.
El paquete de Kleenex facilón y sin sorpresas se fundamenta en una mudita huérfana encargada de la limpieza de una base científica (o así) que combate su rutina diaria limpiando zapatos, dándole al dedillo en la bañera, y compartiendo tarta y confidencias con su compañero de piso frustrado artísticamente y de condición homosexual (un Richard Jenkins como pez en el agua… nunca mejor dicho). Un buen día traen a un sosia de la criatura de la laguna negra capturado en Sudamérica (esto si hubiera sido una gran película) que es puteado por el jefe de seguridad (malo porque si e interpretado por lo mejor del lote; un Michael Shannon que brilla por encima del resto).
La mudita tiene una amiga de color (ambas buenas porque sí) que le ayuda a rescatar al snorkel para devolverlo al mar, y de paso, montárselo con el anfibio comegatos al estilo Alf, y enamorándose porque ella le echa huevos y él le echa agallas… y colorín colorado, el tráiler ya olía a pescado y eso es lo que ofrece… NO HAY MAS… a destacar el envoltorio… es decir… maravillosamente filmada y con una fotografía oscura y preciosista… se agradece también el maquillaje corporal y la dosificación de lo digital… pero es que no hay más señores… lo peor es que la sardinada ha sido elegida como dignificación del género o así, olvidando por completo que este año se estrenó «Blade Runner 2049» y no hay color… por si fuera poco le dan un razzie a Aronofsky por la original, arriesgada y rompedora «Mother»… y hoy me levanto y veo que le han dado el Oscar a mejor película y mejor director… ¿hola?… pues nada… ya están contentos los de time up, greenpeace y pescanova… porque esto no hay por dónde cogerlo.
Espero que este supuesto «prestigio» sirva que el mexicano obtenga luz verde y le meta mano a «En las montañas de la locura» y nos devuelva al gordinflón en plena forma…porque esta mariscada no hay quien se la coma.