Masacre ha vuelto… Y no hace prisioneros. Tras el bombazo taquillero de la primera parte, Ryan Reynolds vuelve a encarnar a Wade Wilson, por tercera vez (recordemos Lobezno Orígenes, y si no esperad a los créditos finales).
El film es una versión corregida y aumentada de la anterior. Más mutantes, más chistes malos, cuarta pared, explosiones, palabrotas y gamberrismo por doquier que, no por haber perdido el factor sorpresa, funciona menos. Reynolds (que también participa en el guion) se ríe de todo y de todos, incluido el mismo.
Palos para el universo DC, la saturación Marvel, las comedias y el actioner barato, los guionistas vagos, los deux ex machina, el universo mutante de la Fox (atención al guiño de Logan) y si… Infinity War.
El digitalizado e inexpresivo (por motivos obvios) Thanos o el actor que lo interpretaba (o así) brilla aquí en todo su esplendor. Josh Brolin de Cable es un regalo para los fans, rivalizando en actitud y carisma con la estrella de rojo. No así Dominó, ni la actriz ni el personaje de X Force, que por cierto también aparecen (es un decir) por aquí, tan alejados del cómic como delirantes en la trama. Y esto es porque estamos ante una película sobre la familia.
Si la primera era la mejor película de San Valentín de todos los tiempos, esta es la peor pesadilla de Frank Capra y Walt Disney (e incluso de Stan Lee). Rob Liefeld y Fabián Ncieza ya pueden contar los billetes, pues la segunda película del asesino bocazas es El Último Gran Héroe del cine Superheroico. Al timón esta David Leitch, director de otros dos desfases como John wick o Atómica, aunque en las antípodas de esta. Un film que se ríe de y con el espectador a conciencia y de frente(«Aquí viene una megapelea digital! «), exactamente lo opuesto al Tostón Infinito.
Véanla sin prejuicios o con ellos, al equipo de la película le dará igual, y a usted también. Y si no, siempre les quedará Morena Baccarin. Lo peor: Algunos chistes y expresiones de doblaje, como Gañan, Yo por mi hija mato o las alusiones a Bunbury… Y Juggernaut continúa siendo un personaje desperdiciado en el cine. Lo mejor: La caña a DC, desde Green Lantern hasta Batman vs Superman.
Sin duda, la primera gran película de verano, tan desvergonzada como radicalmente divertida.