Ejercicio cinematográfico de mitificación de una banda justamente legendaria en la historia del rock. Visionado el film parece una excusa para el enésimo recopilatorio estas navidades, claramente sustentado por May y Taylor.
¿Dónde está la magia, la fuerza, el carisma, del cuarteto británico? Este remedo del The Doors a la inglesa brilla en momentos puntuales (la primera actuación de Smile, la grabación de A Night at the opera o la primera escena de amor entre Mercury y Mary Austin) pero hace aguas en el resto del metraje; cuidadosamente prefabricado para contentar al neófito, al fan desorientado de radioformulas y al seguidor ciego y subjetivo que defiende hasta las gafas de sol del Adam Lambert, porque tras una primera hora formidable en ambientación y cronología (y aun así no tiene nada que hacer con joyas como Vinyl, la serie de Jagger-Scorcese, o espléndidos biopics como Im not there o Love and Mercy) aquello se va desmoronando conforme va creciendo el bigote de Rami Malek, quién por otro lado ofrece una interpretación esforzada que ya me huelo yo la alfombra roja… y esa es otra; que pasa con el resto de los Queen? Pues Taylor el pitufo gruñón, May el alma conciliadora y Deacon el desapercibido.
Autoglorificacion de Mercury, con sus zonas grises (tan obvias y superfluas como encuentros sexuales furtivos en baños públicos o restos de cocaína en fiestas con chicas desnudas en bicicletas. Y en cuanto a la fidelidad: No se entiende porque suena Fat Bottomed girls en la gira americana del 74, una canción de… cuatro años después.
We Will Rock You fue compuesta y grabada en 1977, siendo número 1 en USA,no en el 80,en plena época de The Game ; ni siquiera el Look de la banda es fiel.
Mercury se enteró de que tenía VIH en el 86-87…ni Live Aid ni hostias.
La única razón por la que la banda actuó en dicho Festival (que no fue un concierto propio sino compartido) fue porque estaban de capa caída en popularidad y porque el recital era con fines benéficos. Los guiños a Bob Geldof y el cameo de los U2 no son suficientes para presentar la actuación como si un combate de Rocky se tratara, con planos cenitales y multitudes digitales… era necesario malgastar 20 minutos de tan aparatoso clímax,pudiendo disfrutar del auténtico on line y HD? y porque acaba aquí? donde está el magic tour? ¿La Caballe o el testamento sonoro de Innuendo? en fin, un desastre a medias sólo para despistados que supone el punto más bajo de la carrera de Bryan Singer, y su codirector Dexter Fletcher ya tiene lista su Rocket Man con Taron Egerton de Elton John.
En fin, cuentas saneadas, nuevas camisetas para reggaetoneros que alternan Rhapsody con despacito, y el turrón discográfico de turno listo para arrasar estas fiestas… y pensar que esto era un proyecto de Stephen Frears con Sacha Baron Cohen… ¡Mammaaaaa Ooooh!