«¡Aguanta el tipo, mañana es domingo!» nos espetaba el de carabanchel el sábado 2 de diciembre en el pabellón de deportes en Santa Cruz. «Por meter entre mis cosas la nariz» fue la segunda; y van dos clásicos nada más abrir la noche. El maestro Mercado se nos despide de los escenarios a sus 64 tacos y toca farewell Tour.
Bueno, yo no me lo creo y me parece que el tampoco. Con sus fieles Rafa J.Vegas y Mariano Montero descargan material reciente como» Cuando» o «Soy» con himnos como «El ganador» o «Mala vida».
Rostros sonrientes y conocidos pueblan el recinto y hay un buen rollo de la hostia. La vieja guardia se entremezcla con la moderna y la comunión es completa. Almas hambrientas de rock and roll se alimentan con estudios sociológicos como «Vergüenza torera» o «Masculino singular»… pero cuando suena «Y dale» nada importa… un servidor se olvida de todo y se pone en marcha porque si no «se oxida y se enfría». Da gusto ver a la tropa corear el estribillo «El tren» es el primer regalo «Leñero» perpetrada en tiempos del loco de Molina; carismático y mítico líder de los Ñu. Esa guitarra nada tiene que envidiar a Rory Gallagher o Ritchie Blackmore.
Y «Flojos de pantalón’ lo ratifica. Euforia desatada. Felicidad en la pista y el maestro en su salsa. Feedback contrastado con» Pan de Higo» y asoma la recta final; «Navegando a muerte» y la leyenda nos desea buenas noches; no sin antes demostrarnos que se siente «Agradecido»… las birras… la compañía… los recuerdos…y esos 20 años desde la primera vez en A tientas y Barrancas. Esta es la cuarta, pero no la vencida… estoy seguro, porque el bis casi hunde el recinto: «No pienses que estoy muy triste…si no me ves sonreír…es simplemente despiste…Maneras de vivir!»… declaración de intenciones… Magnífico.