Este libro-comic es un retrato social de nuestro tiempo. Tal cual. Sin exagerar. Un documento de un periodo reciente y ya inolvidable. Los tres meses ( más o menos, ya no recuerdo) de confinamiento vividos en nuestra piel de toro en general, y nuestra isla en particular. Eduardo González (el autor) se despierta y el mundo ha cambiado. Dicho así, parece un plagio del primer número de The Walking Dead, de Kirkman. Pero no, el autor va más allá. Estamos ante una crónica del mundo moderno en tiempos de pandemia global. A través de la desidia y la rutina disecciona y analiza el comportamiento de sus vecinos, de sus amigos, de las redes sociales…del caos en la era de la desinformación. El día a día de un escritor y dibujante anonadado por los acontecimientos, donde resalta la picaresca española, la confusión, la controversia y la incompetencia…en los balcones, en los supermercados, en la TV, en blogs… YouTubers, políticos, alarmistas, transeúntes, venteros… nadie escapa de la fina ironía de la pluma del protagonista. Narrado en primera persona, éstas crónicas ilustradas diarias constituyen un reflejo realista ( y por lo tanto, muy cómico) de la primavera del 2020. Cuando todo se paró.. todo menos la mente, la agudeza, y la inspiración del cronista, que plasma con enorme acierto y bastante sorna todo lo que aconteció, desde un ojo de pez inmejorable; su morada y su mirada, su barrio y su radio, marco incomparable para el enésimo estudio de la estupidez del ser humano. Al final, nos ponemos la mascarilla y la abrimos puerta, pero la historia no ha mejorado mucho.. Sirva este fresco costumbrista como testimonio de lo que aconteció. Magistral