Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco recomendamos: «Roma soy yo», de Santiago Posteguillo, el primer libro de una serie de seis novelas que girarán sobre la vida de uno de los personajes más importantes de la Antigüedad: Julio César.
Roma, año 77 a.C. El cruel senador Dolabela va a ser juzgado por corrupción, pero ha contratado a los mejores abogados, ha comprado al jurado y, además, es conocido por usar la violencia contra todos los que se enfrentan a él. Nadie se atreve a ser el fiscal, hasta que de pronto, contra todo pronóstico, un joven patricio de tan solo veintitrés años acepta llevar la acusación, defender al pueblo de Roma y desafiar el poder de las élites. El nombre del desconocido abogado es Cayo Julio César.
Combinando con maestría un exhaustivo rigor histórico y una capacidad narrativa extraordinaria, Santiago Posteguillo logra sumergir al lector en el fragor de las batallas, hacerle caminar por las calles más peligrosas mientras los sicarios de los senadores acechan en cualquier esquina, vivir la gran historia de amor de Julio César con Cornelia, su primera esposa, y comprender, en definitiva, cómo fueron los orígenes del hombre tras el mito.
Compartimos un pequeño fragmento de la novela:
La desconfianza entre Mario y Sila ya era patente para todos. El cónsul se hizo acompañar por oficiales veteranos de sus años en África, gente en la que pudiera confiar a ciegas, como Sertorio y otros. Y empezó la campaña del norte. Y todo fue extraño.
Mario no sólo había pensado en cambiar la forma en la que se pagaba al ejército, sino también su adiestramiento. Los legionarios cobraban dinero regularmente, pero vieron endurecidas sus condiciones en los campamentos establecidos en la Galia. Mario recordó la disciplina impuesta por Escipión Emiliano en el asedio de Numancia en el que participó. Y, además, había vivido la larga guerra de África. Había aprendido que el adiestramiento era clave, de modo que lo intensificó, así como las labores de fortificación de cualquier campamento, y también se redujo el número de calones, esclavos o sirvientes, de los que los
legionarios pudieran disponer. La idea de Mario era hacer de sus legionarios auténticas máquinas de guerra. En los largos desplazamientos los obligaba a trasladar un peso descomunal en material bélico y utensilios de carpintería, herrería, menaje, etcétera. Cada soldado se veía forzado a cargar con decenas de kilos a su espalda. Pronto, en Roma
hablaban de que Mario no quería legionarios, sino mulas de carga. De manera despectiva, los optimates comenzaron a denominar a sus legionarios <<las mulas de Mario>>. Y reían. Otros, como Metelo Numídico y su hijo Metelo, el tartamudo, lo observaban todo con desconfianza
creciente, pero confundidos.
Aún así, el cónsul hizo caso omiso a aquellos comentarios. Sólo tenía claro que sus hombres cobrarían un salario regularmente y que se lo iban a ganar.
Él mismo se estableció con sus tropas en la desembocadura del Ródano. Los cimbrios y teutones no atacaban. Pasó el año entero sin un combate de entidad. El Senado aceptó prorrogar el consulado de Mario durante el año 104 a. C.
Santiago Posteguillo, doctor europeo por la Universidad de Valencia, es profesor de Lengua y Literatura en la Universidad Jaume I de Castellón. Estudió Literatura Creativa en Estados Unidos y Lingüística, Análisis del Discurso y Traducción en el Reino Unido.
De 2006 a 2009 publicó su trilogía Africanus sobre Escipión y Aníbal
-«Africanus, el hijo del cónsul»; «Las legiones malditas» y «La traición de Roma»
– y de 2011 a 2016 la trilogía sobre el emperador de origen hispano Marco Ulpio Trajano
-«Los asesinos del emperador»; «Circo Máximo» y «La legión perdida». Ha sido galardonado por la Semana de Novela Histórica de Cartagena, obtuvo el Premio de las Letras de la Comunidad Valenciana en 2010 y el Premio Internacional de Novela Histórica de Barcelona en 2014. En 2015 fue proclamado escritor del año por la Generalidad Valenciana. Entre 2012 y 2017 publicó también tres volúmenes de relatos sobre la historia de la literatura muy elogiados por crítica y público.
Santiago Posteguillo ha impartido seminarios sobre ficción histórica en diversas universidades europeas y de América Latina. En 2018 fue profesor invitado del Sidney Sussex College de la Universidad de Cambridge. «Yo, Julia», la novela con la que obtuvo el Premio Planeta 2018, rescata del olvido la vida y la memoria de la emperatriz más poderosa de la antigua Roma. «Y Julia retó a los dioses» fue el desenlace de la historia de una mujer que transformó su entorno y cambió el curso de la historia para siempre.
Con «Roma soy yo» arranca su proyecto literario más ambicioso: una serie de seis novelas dedicadas a la vida de Julio César, que nos permitirán conocer en profundidad, con rigor y amenidad al genial militar y político romano.