Sesenta años cumple en 2022 el pionero del rock español…los mismos que los Rolling Stones… Cincuenta desde el mítico primer disco en directo del género patrio (con permiso de Bruno Lomas); Conciertos de Rock y Amor (para cuando una reedición en condiciones?)… y cuarenta desde la grabación de su elepé más popular, el insuperable Rock and Ríos, que ha celebrado efeméride en vivo este año, con invitados de lujo.
Así las cosas, el maestro gira presentando el (soberbio) disco que publicó el año pasado, con The Black Betty trío, Un Largo Tiempo, en formato electro-acústico y sin percusión…del Bye Byes Ríos olvídense…de hecho, inicia el recital actualizando la tonada («Hola Ríos, Hello!») , quedándonos con » en la gira de despedida, quedé de embustero de por vida»…toda una declaración de intenciones.
Tras Bienvenidos, ante una sala llena, el granadino se suelta, cual storyteller, desgranando cada tema y sus respectivas vivencias; desde los almacenes Olmedo hasta su más reciente disco; suenan Memphis Granada, Por San o Cruce de caminos, con compañeros de viaje como Elvis, Robert Johnson o el mismo Jesse James. Asoman las lágrimas por primera vez, cuando se cuelga la acústica con Vuelvo a Granada. El show, imponente de principio a fin, cuenta con unos arreglos que basculan entre el country, el blues y el puro rock and roll. Medley recordando los primeros tiempos con Estremecete (All shook Up) y Ahí viene la plaga (Good Golly Miss Molly). Pero no sólo del Rey y el pequeño Ricardo se nutre el espectáculo. La pandemia, el ecologismo y el paso inexorable del tiempo está presente (El blues de la tercera edad). El humor se mezcla con el buen hacer de una banda en estado de gracia, pues al escudero José Nortes se le unen el gran Luis Prado (el Nicky Hopkins estatal) Manu Clavijo (violín) y Gavi Pérez (slide guitar). Todos tienen su momento de gloria a lo largo de la velada, que alcanza puntos álgidos con himnos como Todo a Pulmón, No estás Sola, Raquel es un Burdel o El blues del (guagua) autobús.. difícil citar todos los clásicos, perfectamente intercalados con su producción más reciente, pero es que seis décadas dan para mucho.
Excelente ejecución, donde se nos revela como un frontman y vocalista aún indestructible en piezas como Los viejos rockeros nunca mueren, Memorias de la carretera, Sábado a la noche (guiño a Morís) y Rock and roll boomerang, auténtico poker de ases para bajar el telón…pero eso no es todo, pues tras un bellísimo tema nuevo, encara la recta final con dos baladas- hito del pop español; El Río y Santa Lucía, ambos con arreglos folk exquisitos, para terminar, ante una multitudinaria platea en pie, con el Himno a la Alegría. Despedida emotiva para una leyenda viviente que, cómo Serrat hace dos meses, dan muestra de que el talento y la genialidad no se erosionan con los año. Este hombre se merece mucho más que el insatisfactorio rockumental Cruce de Caminos… se merece la inmortalidad… aunque muchos creemos que ya la ha logrado. ¡Sublime!
Fotografía en portada de @ Auditorio de Tenerife
