El 16 de septiembre, tras la rueda de prensa matinal, nos reunimos para el concierto de apertura en el teatro Leal, en San Cristóbal de la Laguna, a las 20:00 horas. Se trata de una velada dedicada a los compositores Philip Glass, Wojcech Kilar y Diego Navarro. Con la sala abarrotada, y tras la presentación, la Sinfonietta de Cracovia, dirigida por Katarzyna Tomala Jedynak, nos mete de lleno en el universo Glass con la suite (primer movimiento) de Las horas, intro de ambientación como aperitivo de lo que nos esperaba. A continuación, el Conde Drácula se erige como coprotagonista de la noche, con la musicalización del mismo autor del clásico de Tod Browning de 1931. Se emprende así, un juego, estimulante para el oyente iniciado; alternar ésta suite con la Kilar de la versión de Coppola de 1992 (The Brides). Y volvemos a otro film de época de Jane Champion: Retrato de una dama, disfrutando del trabajo del polaco también en La novena puerta (1999), adaptación cinematográfica del Club Dumas de Pérez Reverte, por Román Polansky. Se incorpora aqui la soprano María Candelaria Hernández, con un trabajo vocal exquisito. Así, disfrutamos a lo largo del recital del imponente trabajo del coro de voces blancas del CPM de Tenerife, y la labor del maestro de coro Juan Ramón Vinagre, constatando un trabajo sin fisuras. Y fin del primer bloque con un crescendo de cuerdas en la pieza Orawa, verdadero clímax de ésta primera mitad, alcanzando cotas de auténtico virtuosismo en el meridiano del espectáculo.
Tras el intermedio de 15 minutos, nos adentramos, con el estreno mundial de Sideways, homenaje al compositor Aleksander Debicz, en el segundo bloque, íntegramente dedicado al compositor local Diego Navarro. Estreno mundial de su soundtrack para El Páramo ,(2021), reivindicable película de terror para Netflix, donde despliega el sonido atmosférico que caracteriza el suspense del mismo. A continuación, disfrutamos del tema central de El fotógrafo de Mauthausen, para cerrar con otro estreno, la suite de Pasaje al amanecer, que reconozco no haber visionado, pero con una fuerza orquestal deslumbrante. Un servidor echó de menos su trabajo para Dos, pero seguro que cae en futuras ediciones. La noche no dio más de si, pero sirvió como avanzadilla de lo que está por venir. Todo un lujo a tres bandas.
Fotografía en portada de Jesús Hernández