Primeras imágenes de «Autodefensa», la nueva serie original de Filmin con Berta Prieto, Belén Barenys y Miguel Ángel Blanca
Fiestas, dramas, excesos, arrepentimientos, descaro, resacas y algo de ansiedad. Ellas se divierten en defensa propia
La nueva apuesta de Filmin Original es «Autodefensa«, una serie creada por Berta Prieto, Belén Barenys, más conocida como MEMÉ, y Miguel Ángel Blanca («Magaluf Ghost Town») que se estrenará en la plataforma este mes de noviembre. Se trata de una autoficción barcelonesa en la que las dos amigas, que también protagonizan la serie, nos abren las puertas de su casa, su intimidad y sus vidas para mostrar sin complejos los altibajos de la juventud, la dificultad de encontrarse a uno mismo y el descontrol como escapatoria. Con inevitables tintes documentales y un tono desenfadado, «Autodefensa» viene a ser algo así como si mezcláramos la mítica serie «Girls» con la película generacional «Kids» y la dirigiera Lars von Trier.
Berta Prieto y Belén Barenys son dos amigas veinteañeras con mucho descaro y emociones extremas. Prieto es escritora y dramaturga. Barenys es actriz y corista de Rigoberta Bandini. Además, MEMÉ es su proyecto musical en solitario y se autodefine como «chimpancé compositor». Por su parte, Miguel Ángel Blanca, que dirige la serie, es un cineasta cuya filmografía incluye títulos como «Quiero lo eterno» o «Magaluf Ghost Town».
«Autodefensa» está formada por 10 episodios de diferente duración, entre 10 y 20 minutos. Además de ser autoconclusivos, cada capítulo está concebido, grabado y editado con un estilo particular y distinto a los demás.
Sinopsis
Autodefensa va de dos amigas que hacen lo que les da la gana sin tener que pedir permiso a nadie. Va de tener veintitantos, vivir en Barcelona y querer pisar todas las líneas rojas emocionales posibles para descubrir quién eres realmente. Va de las aventuras de dos locas descaradas que no quieren que nadie les diga cómo hacer las cosas, y que han creado su propio mundo para ser las reinas. En realidad, Autodefensa va de dos chicas que están muy asustadas y que se divierten en defensa propia. Dicen que lo sienten, que todo ha sido en defensa propia, solo es que tenían mucho miedo.
Sobre la serie
La serie, rodada en Barcelona este 2022, nació con el fin de la pandemia. Empezamos a salir de fiesta a lo loco, con la ansiedad de que nos pudieran volver a encerrar, explican Berta Prieto y Belén Barenys. Parecía que por aquella época todos nuestros conocidos estaban encontrando su sitio en el mundo; había entusiasmo, oportunidades y amores. Nosotras, en cambio, sólo teníamos un pensamiento recurrente: “todo el mundo es gilipollas”. Una angustia vital que, si ya de por si es propia de los veinteañeros, la generación Z ha vivido en su máximo exponente por culpa de la crisis del Covid-19. Siguen: Sí, vale, noches de fiesta, drogas y sexo casual, pero… ¿qué teníamos nosotras de bueno, aparte de ser jóvenes? ¿Y, joder, es eso suficiente? Enormes resacas de zorras, hombres patéticos a nuestro alrededor, ansiedad, contradicción vital…
Pero no todo iba a ser frustración. Esta angustia se viste de salidas, descontrol y extravagancias en los cuerpos de Berta y Belén. Así, en un momento de éxtasis, publicaron un vídeo en redes sociales sobre sus vacaciones en el que divagan sobre la edad del pavo, la presión social y otros temas que les tocan de cerca. Miguel Ángel Blanca nos escribió porque había visto un vídeo nuestro en Instagram que consiste, básicamente, en unas declaraciones nuestras muy fumadas montadas sobre imágenes trash de Peñíscola. No teníamos ni idea de quién era el tal Miguel Ángel Blanca, pero nos dijeron que era un tipo que hacía películas y que cantaba en un grupo indie de viejos que se llamaba Manos de Topo. Nos tomamos unas cervezas con él y suponemos que pensó que estábamos realmente taradas y, claro, todo bien porque eso es lo que a Miguel Ángel más le gusta de la peña, que esté como una regadera.
Al conocerse, M.A. Blanca enseguida supo ver el potencial de estas dos amigas y fue cautivado por su encanto. Tanto es así que esa misma noche les propuso crear lo que acabaría siendo «Autodefensa», una autoficción sobre los conflictos de los centennials pero sin dramas, solo dos amigas pasándoselo bien sin pedir permiso a nadie. Las chicas explican: Cuando les contamos todo esto a nuestras madres, nos preguntaron: “¿Pero este señor es de fiar?”. Sorprendentemente, y contra todo pronóstico, ahora podemos decir que este señor es nuestro amigo. Sí, tenemos un amigo hombre, hetero, cis, de cuarenta años.
Pocos meses más tarde, gracias a la incorporación de Filmin al proyecto como productora y distribuidora, empezaron las sesiones de guión. Nos dan libertad total para ser nosotras mismas y poner sobre la mesa nuestros conflictos, frustraciones, exponer nuestras vidas. Aprendemos a valorar nuestra opinión, nuestro punkismo y mala leche, nuestras inseguridades y complejos. Aprendemos el valor de no ser complacientes, de contar las cosas desde nuestro punto de vista, de comprometernos hasta el fondo, de no tener miedo a lo raro, a lo diferente. Aprendemos que la curiosidad, el entusiasmo, y la locura nos pertenecen, como personas y como creadoras. De aquí surgen cuestiones tan universales como la ansiedad y la ansiedad en el «mainstream», el sexo y los problemas con él, la buena y la mala feminista, el odio y el amor a los hombres, etc. Nos lo pasamos muy bien siendo muy autoconscientes sobre nuestras propias grietas, nuestros patetismos, y nuestras certezas, añaden Berta y Belén.
«Autodefensa”, rodada en casa de ellas dos, así como en los garitos reales que frecuentan, habla de un momento vital para varias generaciones. Nos hace testigos de las roturas, de los miedos y del descaro como autodefensa: la autoficción como autodefensa, afirman las creadoras. Somos dos radicales muy asustadas, con mucho miedo a las cosas, cada una por sus motivos, pero lo bueno es que somos amigas y no estamos solas, por eso podemos permitirnos ser radicales hasta el ridículo.
Y concluyen: Eloy Fernández Porta dice que aquel que acaba una lectura, una película, una obra de teatro… diciendo “buah, soy yo literal” es un mal lector, un mal espectador. Y lo entendemos, pero no puedo evitar pensar que ojalá haya muchas chicas que cuando miren nuestra serie, pensaran “buah, soy yo literal”. Y no lo deseo por ellas, ni por el rollo de ser referente para nadie. Lo espero por mí, para sentirme más comprendida, menos sola, menos perdida.
Somos muy afortunadas de haber hecho algo bonito con nuestras rarezas.