Para empezar no es la saga Rocky, ni se les parece, ni se les espera. La forja de un campeón es un drama deportivo, podríamos decir que es un biopic del boxeo, de cómo surgieron las primeras normas en este deporte y cómo se proclamó el primer campeón oficial de boxeo, que aun no tenía categoría de pesaje.
Russell Crowe hace un buen papel donde interpreta al personaje Jack Slack, un boxeador bebedor, maleducado y mujeriego. Boxeó con apuestas para poder llevar dinero a su familia, hasta que sus vicios le llevan a que su propia familia reniegue de él, pero su nieto Jem Belcher (interpretado por Matt Hookings) desde muy pequeño aprendió de su abuelo los movimientos y técnicas del boxeo de esa antigua época. Con este punto se desarrolla todo el drama enfocado a la nueva vida del joven boxeador Jem Belcher. No me disgustó el personaje y la interpretación.
La película tiene varios personajes importantes como Bill Warr (Ray Winstone), entrenador que llevaría a Jem a lo más alto del Boxeo en Inglaterra y su madre, Mary Belcher (Jodhi May), madre de familia humilde, con una interpretación muy dramática donde llega a prohibir que el boxeo entre de nuevo en su casa después del pasado del abuelo (Jack Slack).
La película se desarrolla en un ambiente de época de ese Londres del siglo XIX, con una música bastante aceptable que acompaña todo momento de cada escena (sabes lo que pasará), un vestuario excelente, pero un error de edición cuando le ponen filtros al estilo “El Señor de los anillos”, muchas veces las escenas eran tan brillantes que apenas veías a los intérpretes.
En resumen, una película que entretiene. Si te gusta el boxeo la deberías ver, pero perdieron la oportunidad de que fuera una gran película de la “Historia del nacimiento del boxeo”, la producción es muy baja, por lo tanto, la salvo y le doy un 5,5 de puntuación.
