viernes, noviembre 22, 2024

Benita Prieto: «Podría contar cuentos hablando solo de las miserias de los indígenas de la Amazonia»

La brasileña regresa al Festival Internacional del Cuento de Los Silos con un claro mensaje reivindicativo

Benita Prieto conoce sobradamente el Festival Internacional del Cuento de Los Silos. Con los relatos eróticos e historias de la selva quiere homenajear a los nativos de su país, a los que, según denuncia, se les lleva maltratando desde hace 500 años.

– Ha venido al festival en muchas ediciones y, por tanto, ha sido testigo de su evolución: cómo comenzó siendo algo pequeñito y cómo ha ido creciendo.

Sí. Recuerdo que la primera vez que vine, en 1997, solo se usaba la sala Pérez Enríquez y nos encontrábamos todos en la plaza; la convivencia que había era muy íntima con la gente del pueblo y los invitados. He visto la evolución y ahora el festival parece Hollywood, con todo lo que en él ocurre. Es algo bonito, porque todos los actos tienen que ver con la palabra, incluyendo exposiciones, talleres o sesiones gastronómicas. Me parece genial, además, que se apueste por narradores que repiten, pero también por gente nueva y de todas las edades y estilos. Lo importante es que la palabra es siempre soberana.

– Cadu Cinelli, Eliana Yunes, Adriano Reis, Andante, usted… Este año han venido muchos contadores de habla portuguesa.

Esa era la intención del director, Ernesto Rodríguez Abad. La migración (la temática del festival) tiene mucho que ver con Portugal, Brasil, África… Creo que es muy importante contar con una temática cada año porque te permite desarrollar muchas ideas. La migración es muy importante para destacar el dolor del país del que te marchas, porque se trata de algo que, casi siempre, es forzado.

– Comenzó en Los Silos con las visitas escolares el 14 de noviembre, el lunes participó en un espectáculo con quesos, tiene los cuentos eróticos y termina el miércoles con una sesión infantil. ¿En qué formato se siente más cómoda?

El director del festival dice que tengo facilidad para contar para muchos públicos. Yo creo que soy la misma para todos, pero me considero una buena comunicadora y hago algo que a la gente le gusta mucho, que es hacer que participen de los cuentos. Además, como también soy actriz, tengo recursos que me permiten elegir una música apropiada para cada actuación o pensar en qué formato teatral darle, y eso facilita mucho construir un espectáculo.

– Cada vez es más frecuente que los padres den a sus hijos los móviles desde muy pequeños para que se entretengan cuando están aburridos y no les molesten. ¿Hoy en día cuesta captar la atención de lo niños en una sesión donde solo está usted como narradora contando una historia?

No lo creo. Recuerdo que en 1996 hubo un boom de ordenadores portátiles y juegos electrónicos en Brasil. Nos pidieron que fuésemos a contar cuentos a un encuentro de tecnología en Río de Janeiro para gente rica. Yo les avisé de que no iba a salir bien, pero nos contrataron para 20 sesiones y desde la primera conseguimos atraer la atención de los niños. Yo soy ingeniera electrónica y hago talleres sobre literatura en el mundo digital desde 2012. Creo que hay espacio para todo. Lo que sí que no me gusta es que los padres den los móviles a sus hijos como si fueran una especie de niñeras electrónicas para que no molesten, eso es horroroso.

– Hay muchas personas que acuden a las sesiones de cuentos eróticos con la idea de ‘calentarse’, pero usted recurre mucho a la tradición de la Amazonia y lo presenta como una manera de consumir buena cultura.

Los cuentos pueden proporcionar distintas emociones y yo no entro en lo que pueda generar posteriormente los relatos, pero yo lo que hago es contar cómo los indígenas de la Amazonia conciben el amor y el sexo, que es totalmente diferente a como lo vemos nosotros.

– Y, además, usando un lenguaje muy elegante.

Sí, es maravilloso. No necesitas decir cosas explícitas o llevar una ropa sugerente. De hecho, yo los homenajeo con vestimenta que lleva elementos hechos por ellos. Yo cuento sus relatos para que la gente comprenda la importancia de esa cultura y que no la sigan matando. Hablo de erotismo, pero podría hacer un espectáculo hablando solamente de las miserias que sufren los indígenas en Brasil. En los últimos 500 años hemos hecho muy poco por ellos, ojalá que en los próximos cuatro años podamos hacer algo, aunque sea poco.

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