La función, que una colaboración artística entre Ballets de Tenerife y la Banda Municipal de Música de Santa Cruz de Tenerife, tendrá lugar a las 20:00 horas.
El Teatro Guimerá ofrecerá este viernes, 22 de diciembre, a las 20:00 horas, el espectáculo “El Lago de los Cisnes”. Y lo hará gracias a una colaboración artística entre la compañía Ballets de Tenerife y la Banda Municipal de Música de Santa Cruz de Tenerife. Un emocionante encuentro para el que ya no hay entradas disponibles, y que aúna danza y música que fusiona la gracia y elegancia del ballet, con la ponencia y la belleza de una orquesta en vivo que conduce a los espectadores a una experiencia única.
“El Lago de los Cisnes” se sube al escenario del Teatro Guimerá bajo la dirección artística de Héctor Navarro, por parte del Ballets de Tenerife, y de Juan Antonio Domingo Martín en la dirección musical de la Banda. La sastrería, escenografía, e iluminación, que corren a cargo de Mercedes González, José Soriano Gallastegui y Hugo Carugatti, respectivamente, tendrán un especial protagonismo en este espectáculo.
El concejal de Cultura, Santiago Díaz Mejías, explica que “los espectadores podrán disfrutar de la representación de un amor imposible, que sumerge, a través de una impresionante coreografía, en un inolvidable cuento de hadas en el que confluyen los ideales del más puro romanticismo como son la fantasía, el misterio, la redención por amor y la fatalidad”.
“El Lago de los Cisnes” es un ballet estructurado en cuatro actos, que fue encargado por el Teatro Bolshói en 1875 y se estrenó en 1877. La música fue compuesta por Piotr Ilich Chaikovski, es el primero de sus ballets. En la producción original la coreografía fue creada por Julius Reisinger, y posteriormente por Marius Petipa y Lev Ivánov.
La historia cuenta un amor imposible entre el príncipe Siegfried y Odette, una joven reina convertida en cisne junto a toda su corte por el hechizo del malvado brujo Rothbar. La joven sólo puede recuperar su forma humana por la noche, y únicamente será liberada del maleficio por aquel que le prometa amor eterno.
