En una entrevista exclusiva con Culturamanía, José Gregorio González, autor de «Guía Mágica de Canarias», desvela los misterios de la arqueoastronomía, explorando descubrimientos recientes y conexiones prehistóricas entre Canarias, América y el mundo celta. También comparte fascinantes hallazgos en la criptozoología canaria y experiencias en lugares encantados, como la Casa Museo de Antonio Padrón en Galdar. Con tres décadas de investigación, González reflexiona sobre su influencia en la percepción pública del misterio en Canarias, destacando la importancia de la curiosidad en su continuo viaje de descubrimiento.
Has mencionado en tu libro el saber astronómico de los antiguos guanches y los emplazamientos arqueoastronómicos en Canarias. ¿Qué descubrimientos recientes destacarías en este campo y cómo crees que contribuyen a la comprensión de la historia de las islas?
R-Cuando la arqueoastronomía arrancó en Canarias hace unas décadas, se investigaron elementos muy relevantes y conocidos, como Cuatro Puertas y el Bentaiga en Gran Canaria, Tindaya en Fuerteventura o el Roque de los Muchachos en La Palma. Hoy, con otros expertos sumándose a este enfoque, hay decenas de emplazamientos, por no decir centenares, que tienen una orientación a los solsticios, a determinadas lunas, y también a equinoccios o estrellas significativas para los antiguos canarios. Todo ello nos habla de las creencias y rituales de las culturas pre-europeas, de una compleja espiritualidad en la que cielo y tierra, vivos y muertos, nos eran elementos desligados. Evidentemente Risco Caído en Gran Canaria, la Cueva de los Guirres en La Gomera, o las estaciones de cazoletas de mar de La Palma, han sido especialmente relevantes en los últimos años desde lo arqueológico y desde la astronomía antigua.
Mencionas similitudes entre las estaciones rupestres de La Palma y grabados en templos de Inglaterra o Galicia. ¿Cómo interpretas estas similitudes y qué opinas sobre la posibilidad de una conexión prehistórica entre Canarias, América y el mundo celta?
R-Este tema es muy evocador, siempre me ha fascinado. Estos motivos en La Palma tienen una presencia increíble, abrumadora, y eso es algo distintivo con respecto al resto de las islas y, por descontado, es un enigma. Debe significar algo que tiene que ver con la procedencia de sus habitantes primigenios o con los contactos que pudo recibir la isla. Hay diversas propuestas. Una los relaciona con el agua, muy abundante en La Palma, de manera que podría ser representaciones de su curso y movimiento, testimonios de gratitud por ella o bien rogativas para que no falte. Otra hipótesis muy sugerente es que sean el producto de visiones “chamánicas”, efectos visuales o psicodélicos generados en estados alterados de conciencia, quizá en un marco sagrado. Esto ayudaría a explicar las conexiones estéticas, ya que los seres humanos, por una cuestión neurofisiológica, experimentarían el mismo tipo de visiones con independencia del lugar en el que vivan, aunque después lo interpretasen conforme a su cultura. Otra opción es la del contacto marítimo, la influencia externa, que para mi no está, ni mucho menos, descartada. Es difícil de probar, pero quién sabe, hay sabia nueva en la arqueología canaria que quizá podría profundizar en lazos con esas culturas del Atlántico europeo. Lo de América es otro cantar, dado que al chamanismo y a las influencias por mar citadas, se suma una curiosa hipótesis que apunta a que se pudieron dar viajes a la inversa, de América a Canarias, antes de Colón, por parte de la cultura araguaco-taino tal y como sostiene el investigador Pablo Novoa.
Has explorado la criptozoología canaria, desde lagartos gigantes hasta humanoides tipo yeti. ¿Cuál ha sido el descubrimiento más fascinante para ti y cómo crees que influye en la percepción de la fauna de las islas?
R-Creo que los calamares gigantes que tienen unos de sus hábitats en las fosas abisales de Canarias constituyen, sin duda, son la pieza más fascinante de la biología-zoología convencional. Siguen ahí, vivos, como hace miles o millones de años. Desde un enfoque más misterioso, es evidente que las historias sobre tibicenas e irguanes, generalmente descritas como extraños y enormes perros, son inquietantes y requieren atención, ya que son percibidas como reales pero la lógica nos dice que no pueden ser animales. Desde mi punto de vista estas criaturas, reales y/o míticas, nos ayudan a enfocar la atención de la gente y, desde ahí, dirigirla al conjunto de nuestra biodiversidad, que atesora elementos fascinantes.
Has hablado del patrimonio misterioso de Canarias, incluyendo lugares encantados. ¿Puedes compartir alguna experiencia intrigante que hayas descubierto mientras investigabas estos fenómenos anómalos en el archipiélago?
R-Lo más potente para mi es que los testigos están convencidos de la realidad objetiva de lo que han visto o percibido, muchas veces incluso en contra de lo que familia, amigos o compañeros, piensan sobre esos mismos lugares y los fenómenos que se les atribuyen. Sentir esa rotundidad, esa certeza, es muy importante, ya que no hablan de oídas. Algunos vigilantes de seguridad me han hablado de verdadero pavor en museos y edificios gubernamentales, llegando en dos casos a requerirse asistencia médica y en otro personal de refuerzo. En Gran Canaria, un informante corría en ciertos tramos de un edificio para evitarlos, a pesar de estar con nosotros, con verdadero pánico, mientras que en Tenerife, sin embargo, unos cuantos testigos habían tenido encuentros con espectros en un mimo lugar que tomaron por personas vivas. Hay de todo.
La Casa Museo de Antonio Padrón en Galdar parece tener una conexión única con lo misterioso. ¿Qué puedes contarnos sobre la relación entre la obra de Padrón y los fenómenos paranormales que se han reportado en ese lugar?
R-Yo soy incondicional de Padrón. Tiene cuadros que son “fotografías” en lienzo de rituales curanderiles y hechiceriles que él debió contemplar. La manera en la que representa el alma, la presencia de la mujer como elementos sagrados inspirándose en los ídolos indígenas…su dibujo de San Borondón, el cuadro del Rayo Verde, la obra que parece precognizar su muerte…y encima, su timple a veces suena sólo, quizá sea él quién juga con sus cuerdas. Hay bastante gente que siente su presencia, y alguno que ha visto figuras humanoides vaporosas y efímeras.
Como periodista y autor de una docena de libros, ¿cómo ha influido tu experiencia en la investigación y divulgación de fenómenos anómalos en la percepción del público sobre el misterio en Canarias? ¿Qué te ha motivado a seguir explorando estos temas a lo largo de tres décadas?
R-Pues espero haber influido positivamente, dando respetabilidad y rigor a estos temas, además de una amplia visibilidad dentro y fuera de las islas. La curiosidad es lo que me mueve, las ganas de saber. Cada día tengo más curiosidad, y eso me conduce a nuevos hallazgos y territorio para explorar.
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