Ayer jueves 14 de marzo, La Laguna se vistió con los tonos nostálgicos del blanco y negro para rememorar los años tumultuosos de la Guerra Civil española. La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, recibió una visita ilustre: la de figuras emblemáticas como Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Manuel de Falla, Nicolás Guillén y Carlos Gardel. A través de poemas, lecturas y música, se evocó la presencia y el legado de estos grandes artistas.
La jornada nos llevó al Teatro Leal para presenciar la segunda sesión del espectáculo teatral «Lorca por Saura». Esta obra, la última creación del cineasta aragonés Carlos Saura antes de su fallecimiento el año pasado, es un viaje de nostalgia por la vida de Lorca. Escrita por Natalio Grueso, la narrativa recorre los momentos clave desde su nacimiento en un pueblo de Granada hasta su trágico final durante la Guerra Civil española. Se exploran sus años en la madrileña Residencia de Estudiantes, sus viajes por España con La Barraca, sus amistades y preocupaciones por la cultura en el país, así como su periplo por América.
El elenco, encabezado por la cantautora malagueña María Peláe, conocida por sus álbumes «Hipocondría» y «La folcrónica», junto al versátil actor Alberto Amarilla y la expresiva actriz Saturna Barrio, transportó al público a través de múltiples personajes y escenas de la vida del poeta. La música, interpretada con maestría por el pianista Antonio Bejarano, acompaña cada momento con emotividad y ritmo, invitando al público a participar con palmas y taconeos en el suelo del teatro.
Alberto Amarilla encarnó a varios personajes, tales como Luis Buñuel, Salvador Dalí, Manuel de Falla, Nicolás Guillén y Carlos Gardel. Su compañera de reparto, Saturna Barrio, lo secunda con soltura y gracia en los roles de la Madre y la hermana de Federico, de Maruja Mallo y de algunas otras mujeres que marcaron la vida del poeta y dramaturgo.
El viaje propuesto por Saura es una experiencia intensa, llena de emoción y memoria histórica, tan necesaria en estos tiempos de influencia reaccionaria en nuestra sociedad. Con el apoyo de pantallas que proyectan fotografías, vídeos y voces clave de la época, se contextualiza cada escena, enriqueciendo la experiencia para entender el momento (José Antonio Labordeta y Joaquín Díaz, por ejemplo, que aparecen en sendas filmaciones cantando dos de sus múltiples canciones emblemáticas)
María Peláe, con su poderosa presencia escénica, encarna el espíritu del poeta, llevando al espectador a través de un torrente de emociones. Desde la melancolía hasta la euforia, su interpretación evoca la esencia misma de Lorca y su legado en tierras americanas.
Sin lugar a dudas, esta obra es una experiencia maravillosa, digna de los mejores escenarios. Con ella, se rinde un bello homenaje a dos de las figuras más destacadas de la cultura española: Federico García Lorca y el propio creador de la obra, Carlos Saura. Es un recordatorio conmovedor de la importancia de preservar y celebrar nuestro patrimonio cultural.
Mencionar a Promotur Turismo de Canarias y al Instituto Canario de Desarrollo Cultural por su apoyo en la realización de este evento en las Islas Canarias.
Fotografías de la obra a su paso por Sevilla, debido a las normas del Teatro Leal no fue posible sacar fotografías.
