«Es tu momento» le dice Rocky Balboa a Adonis Creed casi al final del film; ¿cesión de testigo definitiva? Sea lo que sea, este Creed 2 mejora y amplia muchos aspectos a la anterior. La muy disfrutable «Creed leyenda de Rocky», de Ryan Coogler, autor de la estimable «Fruitvale Station» y de la penosa «Black Panther», planteaba un nuevo comienzo, casi un remake del título original de Avildsen, enfocada a un nuevo target generacional, empapada de hip hop, wassaps y corrección política, ofreciendo, eso sí, la mejor interpretación de Stallone desde la magistral Copland.
Está secuela, de Steve Caple jr, profundiza y humaniza en personajes y situaciones, mediante una serie de diálogos dinámicos y unas interpretaciones más que convincentes. La reencarnación de Lundgren como Drago es, del largo, lo mejor que ha hecho en toda su carrera el bueno de Dolph, muy alejado de la máquina de matar muda y estolida de aquel Reaganiano y oportunista Rock y IV. Su expresividad en el clímax transmite el dolor, la repudia y la impotencia de un padre que no ha sabido serlo por estar centrado en su propia venganza, contra su país, contra su mujer y contra Balboa.Rocky también ha perdido el contacto con su vástago, y ejerce casi de figura paterna con Adonis, que va a ser padre; temeroso de que la sordera de su esposa recaiga también en el bebé en camino.
El trauma hereditario, sea físico o no, la crisis paterno-filial, arrastrando los errores del pesado, y la incomprensión generacional, se ven perfectamente plasmadas en una película magníficamente escrita, donde hay madres que supieron serlo cuando debían (la mujer de Apollo Creed) y hay madres que nunca lo fueron (la mujer de Drago). Stallone nos ha hecho crecer con estos personajes durante 40 años, y, si bien nunca será Clint Eastwood, hay que reconocerle un pulso narrativo creíble como guionista; atención al primer encuentro con su viejo oponente ruso en el restaurante, la charla de Adonis y Rocky tras tener la niña, o la cena en la vieja patria y el reencuentro con la señora Drago. A la manera de Cobra Kai, el espectador empatiza y entiende al supuesto villano (condición que también se da en la citada B.Panther o en la horrible Aquaman,aunque más por agujeros de guion y caracteres mal desarrollados, qué por otra cosa). Gran cast en estado de gracia, desde Michael B.Jordan hasta Tessa Thompson, desde Sly hasta Phylicia Raschad, pero donde brilla (sorprendentemente) un Dolph Lundgren descomunal, como nunca lo habíamos visto. Atención a los cameos de Brigitte Nielsen o Milo Ventimiglia. Veala la sin prejuicios.
