Una de las películas más esperadas y una de las mayores decepciones del año. Con permiso de Spider-Man: Homecoming, está probablemente sea la peor película de Marvel en general, y del universo arácnido en particular.
Sony pierde los derechos del trotamundos, y lo intenta con el simbionte alienígena que trajo de las Secret Wars. Aquí se adapta la versión del hijo astronauta de J.J James on; y tras un arranque al más puro «The Blob», aquello se va diluyendo en un pastiche entre «Las tortugas ninja», «La máscara», «Spawn» y la peor entrega de «Transformers».
Ni rastro del material de base, sólo, Eddie Brock, convertido aquí en reportero televisivo activista, enamorado de Michelle Williams, y tras los pasos de Carlton Drake, (Riz Amed) … aquí de rasgos orientales (?). Rubén Fleischer no sabe o no quiere, reconducir la trama, alejando el tono y el, espíritu del violento y ameno cómico original, en el más rancio, descerebrado, e infantil producto Disney. Tom Hardy interviene aquí en su film más mediocre de lejos. En su presentación del film, dijo que le recordaba a «Un hombre lobo americano en Londres» y «Los Cazafantasmas»… las ganas… un producto recortado y remontado para todos los públicos en hora y media de sandeces y canciones de Black Eyed Peas (encima) que, junto con «El Reino perdido» jurásico, representa lo más atroz en el género que un servidor y sus pupilas han sufrido este año… y su suculento epílogo post créditos es lo único potable de todo el metra(pota)je… y luego hay gente que se queja de Han Sólo y The Predator… A evitar.
