Ni es un remake encubierto ni un reboot. Es un blockbuster cínico autoconsciente de serlo. Una propuesta inteligente y fascinante que ofrece un relato falsamente nostálgico aludiendo constantemente al film original.. porque, como en Los Últimos Jedi o Transpotting 2 ( igual de incomprendidas) las cosas tienen que cambiar. Sacar al cinéfilo de su zona de confort y que piense un poco. En un juego de metaficción, entre Scream y la narrativa esgrimida en La historia interminable, por ejemplo, perseguimos al conejo blanco. Un prólogo casi calcado a la primera, nos introduce en la matriz. Al son del White Rabbit de Jefferson Airplane, descubrimos a Thomas Anderson (Keanu Reeves, con pinta de John Wick) en un programador de Videojuegos sobre Matrix. La Warner Bros anda como loca por seguir exprimiendo el filón tras la trilogía original, y lo consultan. Neo es un recuerdo del pasado. Trinity también. Continuos insertos del primer film nos dicen que ya lo hemos visto todo…o no. El gato se llama Deja Vu, y Tiffany (Carrie Anne Moss) tiene su propia familia. Morfeo ha cambiado a un cuerpo nanobotico, Zion ya no existe y Niobe (Jada Pinkett Smith )nos espera en Eon, con su nueva pareja. Merovingio es un náufrago en un mundo virtual, reivindicando la pureza de antes..; » Películas con mensaje»..» Puto spin off «..» Wikipollas». Hay tal riqueza referencial, que a veces puede empañar la crítica contundente que encierra: la sequía de ideas en el Hollywood contemporáneo, la explotación de productos y sagas desgastadas y repetitivas, la hipocresía, de la inclusividad, las concesiones al feminismo de postureo… porque Lana Wachowsky, junto con su hermana, nos introdujeron en el siglo 21 con una obra rupturista que miraba a William Gibson o Dan Simmons de reojo. Pero ellas, lejos de dar más de lo mismo, nos dan pastillas de diferentes colores. El psicólogo encarnado por Nel Patrick Harris quiere que Neo y el público siga ahi, anclado en el pasado, esperando más de lo mismo. Como los churros clónicos del MCU (exceptuando el último Spiderman, con un ejercicio parecido a éste, pero menos arriesgado…
Después de la parcialmente fallida space opera (pero muy disfrutable) Júpiter ascending, y de una de las mejores películas de Scifi del milenio (Cloud Atlas) nos devuelven a la caverna de Platón, para que volvamos a despertar. Porque por mucho que los humanos cabalguen máquinas, estamos más idiotizados que nunca. A nivel social y cultural, y es aquí donde esta excelente pieza cinematográfica brilla. Una patada en los dientes a la industria y al borreguismo adocenado. Pero, ésta vez, Trinity tiene la última palabra, así que deja volar tu mente. O, como dice la canción citada, alimenta tu cabeza. De las mejores secuelas de clásicos del género, junto con Fury Road o Blade Runner 2049. Y encima, un relato trepidante, que riza el rizo…
Feed your Head!!
Fotografía en portada: Cartel o escena, público y distribuido para su publicidad de la película
