Con Don Miguel, el del Cine. Miguel Brito Rodríguez (1876-1972): pionero del cine y la fotografía en Canarias, el investigador Benjamín Reyes recupera del olvido la figura de uno de los grandes visionarios culturales de las Islas. A través de una cuidada labor documental y un enfoque narrativo ágil, Reyes traza el recorrido vital de Brito, desde sus primeras proyecciones ambulantes hasta su papel como referente de la imagen en su época. En esta entrevista, el autor desgrana el proceso de investigación y el legado de un personaje que, según afirma, “puso la semilla del cine en Canarias cuando ni siquiera existía industria”.
Licenciado en Historia del Arte y Periodismo, Benjamín Reyes ha dedicado las últimas décadas a la investigación en proyectos culturales como exposiciones y documentales. Es autor de varios libros, entre ellos Camposanto de San Juan (2019) y Valle de Guerra y su Librea (2022), y ha sido galardonado con el Premio Leoncio Rodríguez de Periodismo. Con este nuevo trabajo, confirma su compromiso con la memoria cultural del Archipiélago.
¿Qué te motivó a escribir este libro sobre Miguel Brito Rodríguez?
Desde hace muchos años me ha interesado recuperar historias olvidadas de la cultura canaria. Con Miguel Brito encontré un personaje fascinante y poliédrico: actor, escenógrafo, fotógrafo, exhibidor de cine, educador… Dedicó sus 95 años de vida a la cultura, y me parecía increíble que no existiera nada recopilado sobre él. Además, nadie se había tomado el trabajo de rastrear sus huellas. Me motivó esa mezcla de injusticia histórica y pasión por la memoria cultural.
¿Cuál fue el mayor desafío durante la investigación?
Sin duda, lo más complicado fue que la documentación sobre Miguel Brito está muy dispersa. Hay fotos en La Palma, cartas en La Laguna, datos sueltos en periódicos antiguos que no están digitalizados… Tuve que ir a hemerotecas, trabajar con microfilmes, buscar necrológicas del año 72 sin tener la fecha exacta… Fue muy trabajoso. Uno de los hallazgos más relevantes fue la documentación personal de Brito en el Archivo Diocesano de Tenerife, que nunca se había consultado. Además, hay personas que tienen materiales como cartas personales y no las quieren compartir. Me encontré con alguien que me dijo en una presentación: “Yo tengo cartas de Miguel Brito, pero no las voy a hacer públicas”. Eso es un error. Brito no tuvo descendencia, su legado debería ser de todos.
¿Cuáles son algunos hallazgos sorprendentes que hiciste durante tu investigación?
Uno muy curioso fue descubrir que en sus últimos años, Miguel Brito, que era proyeccionista, acabó desarrollando fobia a la cabina de proyección. Según las cartas de su esposa Blanca Rosa Padilla, tuvo que dejar de trabajar como proyeccionista entre 1941 y 1951 y dedicarse a vender productos palmeros, como quesos, en Tenerife. Fue una etapa dura para él. Además, me impresionó cómo, a pesar de sus altibajos económicos, nunca abandonó su vocación cultural.

¿El libro tiene también un enfoque visual?
Sí, mucho. Este es un libro pensado también para ser visto, no solo leído. Incluye muchísimas fotografías históricas, muchas de ellas inéditas. Es un libro de consulta, lleno de datos, que también puede disfrutar alguien que no tenga interés especial por el cine pero sí por la fotografía o por la historia de Canarias. Hay gente que no sabe nada del cine en Canarias, pero ve las fotos antiguas y se engancha. Eso es muy bonito.
¿Crees que este trabajo podría derivar en un documental?
Sí, sería totalmente posible hacer un documental sobre Miguel Brito. Sería como el que se ha hecho recientemente sobre González Rivero, pionero en rodajes en Canarias. El material existe, al menos el gráfico. Lo que no hay, que yo sepa, son imágenes en movimiento. Tal vez alguien las tenga y no quiera compartirlas. Pero sí, se podría hacer un buen documental.
¿Cómo fue la publicación del libro?
Me encargué de todo: diseño, edición, distribución. Con el primer libro que publiqué, sobre el cementerio de San Juan en La Laguna, aprendí cómo funcionaba todo esto. Así que en este preferí hacerlo a mi manera. Lo importante es que el libro está gustando, que está ayudando a recuperar una figura esencial, y que se está leyendo incluso fuera del «gremio del cine».
¿Tienes otros proyectos en mente relacionados con la historia del cine o la fotografía en Canarias?
Sí, me gustaría hacer un libro solo de fotografías antiguas de Canarias. Hay muchos archivos fotográficos en las islas que la gente no conoce. Yo los he ido recorriendo, isla por isla, incluso con un proyecto documental que nunca llegué a rodar. A raíz de esa investigación descubrí verdaderos tesoros que merecen ser conocidos.
¿Dónde se puede consultar o adquirir el libro?
Actualmente, Don Miguel, el del Cine está disponible en diversas librerías de Tenerife y La Palma:
Santa Cruz de Tenerife
• El Cinematógrafo
La Laguna
• Tenifer
• El Águila
• El Refugio (C/ Maya, 21)
El Sauzal
• Barco de Papel
La Orotava
• El Viajante
• La Educación
La Cuesta
• Librería Techy
Santa Cruz de La Palma
• Ítaca
• Papiro
Los Llanos de Aridane
• El Estudiante
• Ler
Con Don Miguel, el del Cine, Benjamín Reyes rescata del olvido a una figura clave en la historia cultural de Canarias, devolviéndole la luz que tantas veces proyectó sobre la pantalla. Su trabajo no solo reconstruye la vida de Miguel Brito, sino que también reivindica la memoria como acto de justicia y de identidad.
