La conferencia tendrá lugar este sábado [día 20], a las 12:00 horas
TEA Tenerife Espacio de las Artes organiza este sábado [día 20], a las 12:00 horas, una conferencia titulada Cueva de guanches, impartida por Fernando Castro Borrego, catedrático de Historia del Arte Contemporáneo de la Universidad de La Laguna. Esta actividad, que es acceso libre, forma parte de la exposición Óscar Domínguez. La conquista del mundo por la imagen, dedicada al surrealista tinerfeño y comisariada por el Conservador de la Colección TEA, Isidro Hernández. Durante su intervención, Castro Borrego analizará esta célebre pintura que Óscar Domínguez (Tenerife, 1906-París, 1957) pintó en 1935 y que pertenece a la Colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS).
Fernando Castro Borrego, especialista en arte de los siglos XIX y XX, es autor del monográfico de 1978 Óscar Domínguez y el surrealismo, cuya información procede directamente de los archivos de Eduardo Westerdahl. Además de ello, de entre los trabajos dedicados al tinerfeño destacan sus otras publicaciones: Óscar Domínguez y Canarias (La Laguna, 2006; Las Palmas de GC, 2007) y Eduardo y Maud Westerdahl. 2 miradas del siglo 20 (CAAM-CajaCanarias, 2005).
Ha sido comisario, además, de muchas exposiciones sobre arte canario y es autor de un centenar de artículos sobre arte canario del siglo XX, entre las que se encuentra la colectiva La isla taller. Castro Borrego es miembro de la Academia Canaria de Bellas Artes y ha realizado diferentes trabajos críticos sobre exposiciones de artistas canarios. Con Estrella de Diego, Francisco Jarauta y Valeriano Bozal fue coeditor del libro Arte y escritura. A lo largo de su trayectoria ha comisariado exposiciones de arte canario del siglo XX en Viena, Washington, Jerusalén, Praga o Bratislava, es también asesor de la Fundación César Manrique y miembro del Consejo de Redacción de la revista Descubrir el arte (Madrid). Fue director de la BAC del Gobierno de Canarias, una serie de monografías sobre artistas canarios.
Cueva de guanches, que actualmente se exhibe en TEA y se podrá visitar hasta el mes de octubre, ha sido interpretada como una referencia al buceo en el inconsciente colectivo. El personaje que aparece sentado en la parte superior de la escena lanza su anzuelo desde el mundo real a la memoria enterrada en el pasado sin tiempo de la cultura aborigen. El mundo de las profundidades queda representado en el humus sumergido, en el derramamiento de las masas de color y la viscosidad que componen la imagen. Domínguez encuentra, en esas masas informes dalinianas, una manera de abordar los procesos de metamorfosis propios del Surrealismo, al tiempo que constituyen un universo formal cercano a las conformaciones lávicas, los caprichos orográficos y los sinuosos plegamientos de los paisajes de su infancia.