Recomiendo esta película noruega de terror dirigida por Eskil Vogt. Es una especie de thriller psicológico con elementos sobrenaturales.
Sin llegar a ser una muestra espléndida de cine de terror, he de decir que la peli me pareció bastante digna de ver, más aún teniendo en cuenta que es de bajo presupuesto; una propuesta arriesgada que alcanza cuotas de brillantez por momentos y que cuenta para ello con unas muy buenas interpretaciones por parte de los niños que forman el elenco principal de la misma. Y es que los niños son desde luego lo mejor del metraje (asimismo, podrían darle clases de interpretación a los de nuestro país, incluido a varios adultos).
Si bien este film recoge elementos que ya se han visto antes en decenas de otras películas, la forma tan nórdica de rodar y narrar hace que no parezcan tópicos o clichés al uso pues esa esencia fría con ritmo pausado le acaba dando a la peli un toque que le permite precisamente alejarse de las habituales producciones hollywoodienses y sus convenciones. Y es que a los escandinavos se les da muy bien crear ‘atmósferas angustiosas’ así como indagar en el terreno psicológico, teniendo al cine de Ingmar Bergman como su tremendo bastión.
El resultado en este caso es un acertado largometraje inquietante que cuenta con un puñado de niños al frente. Las tres niñas vecinas (de las cuales dos son hermanas y una de ellas es autista) y el niño que se acerca a jugar con ellas se relacionan entre sí fuera en las cercanías de sus casas durante el descanso veraniego. Sus peculiares y eclécticas mentes acaban dictando sus conductas ofreciendo así determinadas respuestas existenciales que se materializan en actos que en algunos casos están peligrosamente alimentados por unos poderes sobrenaturales y que se corresponden con los inestables estados emocionales de cada cual. Todo esto tiene graves consecuencias para ellos y para su entorno social.
No obstante, ya que considero que el final de una peli es una parte altamente importante de la misma, he de señalar como contrapunto que es en este apartado donde en mi opinión falla un poco esta cinta, es decir, en cómo finalmente acaba cediendo a lo convencional para poder cerrar de algún modo una historia que hasta entonces se nos había estado contando pausadamente de forma magistral. Y luego, aunque el mensaje que gira en torno a los traumas infantiles se capta sin grandes dificultades, creo que el film peca de cierta claridad en su narrativa (y con esto no estoy de ningún modo insinuando que sea una peli complicada de entender, ojo).
En resumen, si bien confieso que la peli me dejó un sabor agridulce por esto que acabo de decir, las virtudes previamente mencionadas que encierra The Innocents hacen que nos encontremos ante una peli notable que logra situarse entre lo mejor que he podido ver este año dentro del género en el que se mueve.
Nota: me parece que 2022 está siendo algo flojo; espero que los últimos meses del año, que suelen ser notorios, nos den algunas alegrías en pantalla con las que poder deleitarnos y asimismo enderezar el año.
Imagen promocional de la película