El pasado viernes 20 de abril, tuvimos ocasión de disfrutar, como adelanto de lo que se avecina del 21 al 25 de noviembre en la edición del festival Isla Calavera de este año, la película «Errementari» estrenada a principios de marzo sin exhibición por estos lares. Oportunidad pues, de oro, por cortesía de los organizadores Ramón Trujillo y Daniel Fumero y de los Multicines Tenerife.
Llenazo casi absoluto entre cinéfilos, estudiantes de audiovisuales o espectadores casuales, que se dejaron llevar por la magia de la ópera prima del muy amable Paul Urkijo, quien asistió a la proyección acompañado de la también muy simpática Nerea Torrijo, diseñadora de vestuario del film. Al finalizar el mismo, y en una charla tan llevadera y distraída como la propia película, nos desvelaron los entresijos de la puesta en marcha del proyecto, de los diseños y de un libro de arte del universo de la misma, que sirvió para lograr el respaldo financiero de todo un Alex de la iglesia, quien quedó fascinado, tanto por el aspecto estético por la propia historia. Se nota el amor de Urkijo por el «fantastique «, al plasmar un bello cuento gótico con ecos regionales. Tradición y folklore vasco hermanados con la literatura de Poe o Becquer, incluso de relatos como» El soldado y la muerte».
El director amplio el cuento breve «El herrero y el diablo», y nos sumerge en un mundo de sombras, con prólogo en la guerra carlista. De la verdadera esencia del mal a la añoranza de un pasado que nunca volverá. Humor, aventura y terror para un relato teñido de nostalgia por una manera de hacer cine con la vista puesta en joyas como «Cristal Oscuro», “Legend» o «Dentro del laberinto «, y esa aureola ensoñadora que tenían series como “El Cuentacuentos” de Jim Henson a Euskadi, todo realzado por una hermosa fotografía y un cast espléndido que cumple con creces (a destacar la entrañable y emotiva secuencia del pacto entre la niña y el demonio) y que nos hubiera gustado disfrutar en euskera subtitulado al menos, ya que se exhibió en versión doblada. Narrativa de tono añejo para una joya del género que contaba entre otros, (no desvelaremos el papel) con la participación de Eneko Sagardoy, Goya al actor revelación este año por «Handia».
Recomiendo encarecidamente esta carta de amor al fantástico, que sabe sortear sin problemas todos los tópicos y concesiones de otros ejemplos recientes y «oscarizables». Una maravilla de principio a fin.
