El pasado jueves 18 de julio en la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife, Fimucité, Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife ofrecía un concierto al aire libre en dos partes a cargo de la Banda Municipal de Música de Santa Cruz de Tenerife (la mas antigua de España) bajo la batuta de Juan Antonio Domínguez Martín.
Presentaba Diego Navarro, director del festival más antiguo del mundo dedicado a las bandas sonoras y la música para el audiovisual, también compositor y director de orquesta, haciendo hincapié en el primer bloque del concierto, dedicado íntegramente a West Side Story, esa moderna versión de Romeo y Julieta donde seguimos las disputas entre dos bandas callejeras. En palabras del propio Diego: «Un musical que merecería un concierto sinfónico a gran escala para el solo»… y del que podremos disfrutar también de cuatro partituras en el concierto sinfónico de clausura FIMUCITÉ: A MILLION DREAMS.
Abría la primera parte el icónico ‘Symphonic Dances from West Side Story’ y su chasquear de dedos, para seguir con el popurrí de estilos de ‘The Dance at the Gym’. Pero son tres partituras las que todos llevamos grabadas a fuego en nuestro recuerdo: ‘María’, ‘Tonight’ y ‘América’, ejecutadas con brio por la Banda Municipal e imposibles de no tararear en nuestras cabezas.
Seguía la segunda parte con el juguetón y picaresco ‘And All that Jazz’, para a continuación introducir a la vocalista ucraniana Aliona Kvitka con ‘I Dreamed a Dream’ y que también pondría voz a ‘Memory’ y ‘Shadowland’; cabe destacar su poderío vocal e interpretativo haciendo suyo el ‘Memory’ de Cats y por ende al público. Podremos disfrutar del arte de Aliona nuevamente en el concierto sinfónico de clausura del festival.
A destacar especialmente el dominio de la batería en ‘Defying Gravity’y en la adición del magnífico ‘You’ll be back’ del contemporáneo y elogiado musical Hamilton, al que quizás, como con ‘I’m Still Standing’, se echaba en falta la parte vocal aunque no fallo el entusiasmo y saber hacer de la Banda Municipal bajo la batuta de Juan Antonio y a un publico entregado en una velada única bajo el atardecer santacrucero. ¡Excelsior!