martes, diciembre 3, 2024

Derby Motoreta’s Burrito Kachimba en Tenerife: ¡Ave kinkidelia! Por Jonathan Medina

Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (DMBK), banda más que esperada en «Las Islas Afortunadas» y que una pandemia mundial hizo retrasar unos años, recalaban por fin en ambas provincias canarias, el viernes 20 de septiembre en Las Palmas de Gran Canaria y el 21 de septiembre en Santa Cruz de Tenerife.

La espera, si bien, ha ido acompañada del saber hacer de los andaluces, que tras su primer álbum homónimo, la confirmación que supuso ‘Hilo Negro’, su segundo trabajo, y la banda sonora original de ‘Las leyes de la frontera’, se han consolidado como la banda única que es en el panorama musical patrio.

Su fusión de flamenco, rock psicodélico y progresivo, stoner rock e incluso algún coqueteo con la electrónica y el doom metal… solo puede ser definida por la propia banda como… ¡KINKIDELIA!

Tras el rotundo éxito de su gira ‘Hilo Negro’, giran este año presentando su tercer trabajo discográfico, ‘Bolsa Amarilla y Piedra Potente’, álbum donde si cabe se aprecia una compenetración casi telepática entre los seis miembros de la banda, propia de las bandas rodadas, así que la espera ha merecido la pena.

Tras su paso por Gran Canaria, llegaban a Tenerife el pasado sábado. El cartel de «SOLD OUT» colgado días antes del evento, había expectación y una interminable cola para acceder a la sala del Aguere Cultural de San Cristóbal de La Laguna; nadie quería perderse ni un segundo de su actuación.

Omnipresente en la tarima, el pie de micro del vocalista, Dandy Piranha, con manillar de motocicleta Derbi asemejando un crucifijo kinki y anunciando el tono mesiánico de algunos de los temas que tocarían.

Comienza a sonar la intro ‘Agua Grande’ de su ultimo álbum mientras se incorpora la banda. A Dandy Piranha se suman Bacca y Gringo (guitarras), Soni (bajo), Papi Pachuli (batería) y Machete Carrasco (teclados, sintetizador y programación). Al grito de «¡Tenerife!» daban comienzo al que para un servidor es el concierto de 2024 por estos lares.

Lo primero que llama la atención de la banda es como Bacca y Gringo, los guitarras, intercambian roles de solista y rítmica incluso durante la ejecución de un mismo corte, esto hace que el sonido de la banda fluya con total naturalidad y constata el nivel de compenetración casi telepática que han alcanzado. Del mismo modo en que la batería de Papi Pachuli, sin ser aparatosa, se empasta a la perfección con el MIDI Drummer de Machete Carrasco, añadiendo este golpes y efectos de percusión.

Desde ‘El Chinche’ disfrutamos del sonido único de la banda, nadie fusiona Triana y «rocanrol» como ellos, de hecho no recuerdo algo a tan alto nivel desde el ‘Omega’ de Enrique Morente y Lagartija Nick. Predominio de wah-wah y slide en la guitarra en la primera parte del concierto. Pasando por esa maravilla que es ‘La Fuente’ y un público más que entregado, creo que es de los pocos conciertos en los que los asistentes no hablaban entre ellos, visita obligada a bar o baño, y vuelta a seguir disfrutando de los DMBK.

‘Manguara’ y el coqueteo más directo de la banda con la electrónica, programación de Machete Carrasco y la voz de Dandy Piranha arrullándonos hasta el explosivo clímax del corte; mantienen la esencia en el cambio de tercio y la pista lo recibe mejor que bien.

A modo de interludio empiezan a sonar los coros introductorios de ‘Ef Laló’, alargados para el directo y con un bajo especialmente bañado de connotaciones arabescos. El bajo seguirá teniendo absoluta omnipresencia en el magnífico ‘El Valle’ y sus jugueteos con la cadencia del doom metal.

Toca ponerse más kinkis con ‘Las leyes de la frontera’, camisa de mercadillo, pantalón pitillo, crucifijo de oro y uña del meñique larga.

Recta final con la elegía mesiánica de ‘Gitana’, la voz de Dandy Piranha enamora, hay tradición, rupturismo y evolución. Pie de micro en alto con ese manillar casi formando una cruz, ese órgano eclesiástico… no hace falta estar en una iglesia, no hace falta ser creyente… para sentir la catarsis del momento.

Vocalista surfeando sobre el público y abrazándolo, guitarra bajando a la pista, bises, merecida ovación y despedida con ‘La Cachimba’ de Los Chichos. No tardéis en volver DMBK, queremos más.

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