Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco recomendamos: «CasaDores», de Estela Valido, un thriller trepidante ambientado en Tenerife, donde la ambición y la codicia no tiene límites.
¿Cuánto pagarías por matar a alguien? ¿Cuánto, por verlo morir?
La crueldad más extrema puede encontrarse a la vuelta de la esquina, en las calles de cualquier barrio de una ciudad cualquiera, tras las paredes de cualquier casa, de cualquier bar.
Todos llevamos un voyeur en nuestro interior. CasaDores te permitirá ver a través de la rendija de la puerta de un almacén o el visor de un fusil las pasiones más abyectas que esconden personas corrientes, el coraje que pueden mostrar seres humillados y acorralados. A través de sus páginas vivirán en primera personal a emoción de la caza, el dolor del desarraigo y la pérdida, el desprecio al extranjero, el terror ante la muerte inminente, la embriaguez que proporciona la venganza. Sentirás el frío de aquellos para quienes un ser humano es sólo una presa más.
Compartimos un pequeño fragmento de la novela:
Fede y Jero están llegando a Chinamada. A lo lejos pueden ver el resplandor fugaz de los disparos, escuchan los ladridos. Avanzan con rapidez para respaldar a sus clientes. No creen que vaya a ser necesario, es evidente que son expertos. La presa está siendo conducida
por donde ellos desean. Se preocupan cuando ven que uno de los pocos habitantes que permanecen en el caserío entre semana se ha despertado, pero eso era un riesgo asumido, buscado. Los americanos dejaron muy claro desde el primer momento que no querían disparar como en una barraca de feria, con el objetivo bien colocado, sin posibilidades de
escapatoria. Demandaron excitación, una caza de altura. Y eso es lo que hasta el momento están consiguiendo, el moro está dando juego. Otro se hubiera rendido a esas alturas o estaría malherido tras lanzarse campo a través en la noche. Habrá que ver hasta dónde se prolonga la batida. Los disparos cesan o, al menos, ya no pueden ver su señal. Se apresuran para no perder el rastro de los americanos, atentos a la posibilidad de que el indigente cambie de rumbo y decida volver tras sus pasos en lugar de avanzar.
Estela Valido es el seudónimo adoptado por los cinco coautores, Miguel Ángel Brito, Teresa Giráldez, Ángeles Jiménez, Ana Joyanes e Inmaculada Vinuesa.
Sus perfiles profesionales son muy diferentes: un farmacéutico, una bioquímica, dos médicos y una fisioterapeuta, unidos por la misma pasión: escribir.
Han escrito varios libros de relatos, como Historias fonendoscópicas, Historias del Acojeja y Entrepáginas, junto con otros autores. También han participado en diversas antologías.
DE forma individual han publicado varias novelas: El olor de los ausentes (Inmaculada Vinuesa), Lágrimas mágicas, Sangre y fuego, Noa y los dioses del tiempo (Ana Joyanes), y algunas se han embarcado en aventuras de escritura colectiva, la novela Oscurece en Edimburgo o en coautoría El caso de la Pensión Padrón.
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