El pasado viernes 14 de julio tuvo lugar el primero de los dos conciertos sinfónicos que ponen el broche de oro a la 17º edición del festival
Ya poco más de una hora antes se empezaba a transitar el hall y pasillos del icónico recinto santacrucero, obra de Santiago Calatrava. El prestigioso Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (Fimucité) cerraba, un año más, con dos conciertos de carácter sinfónico en la capital tinerfeña. Un auténtico manjar musical de dos platos del que pudimos disfrutar, en su primera noche, de algunas de las obras más características que acompañan al imaginario de Stan Lee. Puntual, 20:00 horas, entramos a la Sala Sinfónica. Llenazo y un público entregado y respetuoso.
Dan el pistoletazo de salida los presentadores del evento para hacer entrega de los VI Premios de la Música para el Audiovisual Español. Dichos galardones son otorgados por la Asociación de Compositores de Música para Audiovisual MUSIMAGEN. Asimismo, los responsables de las entidades relacionadas, acuden a la palestra para realizar el acto protocolario en el que se presenta pieza por pieza, dándole espacio y protagonismo a los autores, que suben al escenario a recoger la estatuilla. Tras ello, Salvador Vázquez, director de la noche, prepara la batuta y comienza a dirigir, en primer lugar, las obras ganadoras. De paso, darle la enhorabuena a todos los galardonados y a los participantes de esta edición. Una delicia de obras, con personalidad e intención claras. Pueden encontrar más información sobre las mismas en la web del Festival. Recomendado.
Acaba esta sección y se da paso al acto principal. Más de dos horas de pura clase musical y una auténtica mezcla de emociones. Un viaje sonoro por las imágenes e historias que nos han acompañado hasta el día de hoy, desde lo clásico hasta lo actual. La primera parte, transcurrió de menos a más, partiendo de la suite de Spider-Man 1 & 2, pasando por otra de X-Men, y rematando con la wakanda suite de Black Panther, con una sonoridad que retumbaba en el pecho para cerrar con el main title y el tema de los end credits de El increible Hulk. Pelos de punta durante toda la sesión que pasó volando gracias al juego de dinámicas y tensiones de las obras. Quiero, personalmente, resaltar el carácter y lo colosal de la pieza de Ludwing Goransson, capaz de transportar con una sonoridad auténtica al universo y escenarios de la ‘pantera negra’.
Descanso de diez minutos y volvemos. Segunda parte. Si antes decía que fue de menos a más, esto fue directamente una declaración de intenciones en toda regla. Otra hora y pico a alta intensidad, mucha dinámica y un plano musical orquestal más, tal vez, moderno apoyándose en las sonoridades de los catalogados solistas como Tyler Bates al GuitarViol así como la espectacular interpretación durante toda la noche de Lola Bates al bajo eléctrico y piano, David González Álvarez a los teclados, Paula Conde al bajo, Greg Ellis a la batería y Gonzalo de Araoz Vigil al mando de las guitarras eléctricas y acústicas. A ellos se sumaron también Sami Bates y Francesco Panico con unas interpretaciones vocales a la altura. Mucha limpieza, técnica, carisma y personalidad. Un pack perfecto para capturar hasta al espectador más despistado.
Detallazo que cautivó sobre todo a los más pequeños de la sala -porque sí, si algo bonito tiene Fimucité es que tiene cabida para todos y todas- fue cuando casi al finalizar la sección, empezaron a desfilar por la sala los personajes del universo Marvel. También, a la altura del espectáculo y encapsulando a la perfección el ambiente que se respiraba en el Adán Martín.
No quiero olvidarme en absoluto y dicen que lo mejor para el final… de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, el Tenerife Film Choir y el Coro Polifónico de la Universidad de La Laguna. Ofrecieron durante toda la noche una interpretación impecable, desde los momentos más delicados hasta los más álgidos. Se podía contabilizar una gran cantidad de músicos sobre el escenario -me van a perdonar por desconocer la cifra exacta pero todos igual de importantes desde el primero hasta el último- pero sonaban como uno. Además, enternecedora la imagen de ver como entre los músicos compartían miradas de complicidad o alguna sonrisa de satisfacción entre ellos al acabar cada pieza. La conexión estaba y la implicación, más todavía. Fueron los pilotos de una nave del tiempo durante la noche del viernes que nos hizo soñar y fantasear con nuestros superhéroes favoritos. Y lo cierto, es que todos ellos de una forma u otra, también lo fueron.
Por otra parte, especial mención a Salvador Vázquez, quien dirigió a la agrupación durante la noche. Un director, también, con carisma y mucha intencionalidad. Cada vez que lo enfocaban en pantalla, transmitía seguridad, templanza y conexión tanto con los músicos como con el resto de la sala. Literalmente, hizo bailar a los músicos, los llevaba y los traía como si nada. Asimismo, les dio protagonismo y les hizo llegar sus felicitaciones cada vez que tuvo ocasión. Nos hizo creer que lo complejo era fácil y creo que no hay nada más bello. Otro con poderes, podemos suponer. La música sabe un poco de ello, también.
Así, escuchamos la suite de La maldición del Hombre Lobo, la de DeadPool 2, Guardians of the Galaxy, dos de Guardians of the Galaxy 2, la marcha del Capitán América: El primer vengador y, como guinda del pastel, un pasaje impresionante de The Avengers, Avengers: Infinity War y Avengers: Endgame – Portals. 10/10.
El acto finaliza con una marea de aplausos y aplausos y aplausos y… aplausos. Queda claro que el público estaba contento, emocionado, revuelto. Que había disfrutado, vaya. Los adultos se volvieron niños y los niños, más niños que nunca. Para finalizar, aparecen de nuevo los presentadores que le dan paso al maestro Diego Navarro, personalidad reconocida en el mundo musical y director de Fimucité que le dedica unas palabras de agradecimiento a los asistentes por acudir y recordando que, al día siguiente, sigue la magia en el Auditorio de Tenerife.
Otra ronda de aplausos, ruidosos. Se empiezan a retirar del escenario y abandonamos nuestras butacas.
Autoría de texto: Vicky Ferrer
Autoría de fotos: Aarón S. Ramos/Fimucité