domingo, junio 15, 2025

Javier Mariscal: “Nací estropeado, mi dibujo no tiene nada que ver con la Inteligencia Artificial, sino con la mía que es pobre”. Por Noé Ramón

“Tengo mala imagen de mí mismo pienso que soy un sinvergüenza y un maleante”

“Manrique es un ejemplo de reinterpretar al paisaje para que los extranjeros lo entiendan y los lanzaroteños lo hagan más suyo”

“Mucha gente sólo me conoce por Cobi y lo ponen como un antes y un después, cuando para mí fue una cosa más”

Entrevistar a Mariscal no resulta fácil porque el dibujante conoce todas las claves, recovecos, siente especial gusto por la ironía, el sarcasmo y dirigir el punto de mira hacia el entrevistador, eso sí de forma irreprochablemente  educada y hasta cariñosa. Estrategia que debe haber adquirido con los años si se leen entrevistas de su época dorada que más bien se convertían en batallas campales. Mariscal no parece tener un buen concepto de sí mismo, más allá de que sea posiblemente el diseñador español más conocido en todo el mundo. Gran parte del mérito se lo debe a haber inventado aquel machanguito de las Olimpiadas 92 llamado Cobi que generó un tsunami de controversia, lo que era precisamente su objetivo. De rebote, como ocurre con los grandes éxitos, al final el resto de su carrera queda eclipsada por la mascota de la que se ha convertido en una especie de esclavo. Cuando lo cierto es que estamos ante un reconocido diseñador de todo tipo de objetos, dibujante, nominado a un Óscar, ganador de un Goya, de multitud de premios y un original autor de cómics. Nada de esto parece ser suficiente para elevar su autoestima o tal vez en realidad estamos ante un brillante ejercicio de epatar, todo un arte muy propio de su generación.

      -Usted nace en Valencia pero marchó a Barcelona donde se formó.

-Parece que sí, nací en Valencia pero exactamente no sé si me he formado o no. Esa es una palabra que me asusta mucho. Pero bueno, es cierto que estudié en Barcelona.

-Y sobre todo participó en el movimiento underground y en los primeros fanzines de esta ciudad junto con Nazario, Onlyú,… la gente de El Víbora antes de la muerte de Franco. ¿Cómo recuerda aquella época que desde lejos parece bastante intensa?

-Pues la recuerdo con mucha alegría porque claro, cuando tienes 18 ó 20 años, te lo pasas muy bien, eres muy guapo, tienes mucha fuerza y sobretodo vives el momento y no piensas en el futuro. En los setenta estaba todo por descubrir y lo que hacíamos era precisamente eso, tratar de descubrir y de vivir la vida.

   -¿Ustedes tuvieron relación con la movida de Madrid o fue un movimiento separado del underground? 

-Fueron movimientos separados. Lo de Barcelona empezó en los primeros setenta y la movida más bien a finales de los setenta y principios de los ochenta. Siempre ha habido mucha relación con gente como Almodóvar, Ceesepe, El Hortelano, Ouka Lele, entre varios más. 

-¿Y qué diferencia diría que existió, si la hubo?

-Bueno, el underground surgió cuando aún no había llegado la democracia, así que siempre tenías que ir con mucho cuidado porque la policía franquista iba en contra de este tipo de movimientos. En cambio la movida contó con el apoyo del mismo alcalde de Madrid, Tierno Galván que los animaba. Hubo unos diez años entre los dos movimientos, quizás esa fue la principal diferencia. Pero se trató de gente muy joven que intentó abrir un camino, inventar nuevos códigos, maneras de comunicar y todo eso. 

-Lo contradictorio es que si el poder apoya a los artistas dicen que los están utilizando y si no lo hacen que no les interesa la cultura. 

-Vamos a ver, manipular, manipular… todo está manipulado, hasta esta conversación. Luego cuando la pases a limpio y la publiques habrá una manipulación porque no puedes poner exactamente lo que he dicho y yo pensaré que no lo dije. Eso es normal. Tú le preguntas sobre aquella época a mi amigo Nazario, a Barceló o al fotógrafo Alberto García Alix y cada uno la explicará de diferente manera, aunque hablemos de lo mismo. Todos manipulamos y más cuando hablamos de algo que ya pasó. La memoria es muy selectiva y está bien que sea así. 

-¿Pero cuál cree que debe ser la relación de los artistas con el poder o del poder con los artistas? 

-Si por poder te refieres a gestores políticos que recurren a gobierno y leyes, pues no tienen nada que ver con el mundo artístico. Por ejemplo, si te encargan un retrato de un presidente intentarán que salga muy guapo y parezca muy simpático. Es así y no pasa nada pero es mejor que los artistas no tengan mucha relación con el poder porque son dos cosas muy diferentes

-Pero en teoría está bien que el poder apoye a los artistas.

-Más que apoyo, lo que sí es necesario es que haya políticos que ayuden, pongan lo necesario para que la gente joven pueda trabajar, que haya infraestructuras, becas que permitan a la cultura desarrollarse. La cultura ayuda a que la sociedad esté más cohesionada y funcione mejor. Mira el caso de ese gran artista canario que fue César Manrique, un ejemplo clarísimo de como se puede reinterpretar y darle una identidad al paisaje, descubrir una manera de ser, de vivir y permitir que los extranjeros entiendan mejor a la Isla. A parte de que quienes viven allí también sentirán que el paisaje es más de ellos. 

-César tuvo la suerte de contar con un presidente del Cabildo que lo apoyó y entendió lo que quería hacer. De lo contrario hubiera sido casi imposible. 

-Estoy seguro de que César hubiera encontrado ayudas en particulares, por otros lados, donde fuera. Pero si contó con la ayuda de políticos que tenían una cierta sensibilidad hacia su trabajo, pues entonces mucho mejor. 

   -¿Fueron tan nefastos los años de la dictadura como nos cuentan?

-No, para nada. Al revés, era un cachondeo. Estaba muy bien aquello de ir contra Franco, peor es lo de los pobres cubanos, por ejemplo, que tenían a Fidel Castro como un dios mientras que para nosotros Franco era un demonio. Estar contra dios está muy mal visto aunque los dos hayan sido igual de hijos de puta, pero bueno ¿qué le vamos a hacer?

-En España parece que hay mucha gente que todavía considera a Franco un dios. 

-Sí, hay por ahí una gentuza que se llaman Vox pero vamos, a estos les quedan cuatro telediarios. No te preocupes. 

-¿Usted cree?

-Sí, sí, ya verás, ya verás.

-Por lo visto tuvo que huir a Ibiza con más gente, entre ellos el recién fallecido Onlyú. ¿Cuál fue el motivo?

-Nos perseguía la policía porque hacíamos determinadas cosas que no les gustaban. A mí todo lo que me gusta mucho es ilegal, siempre me ha encantado. Vivir contra Franco era muy chulo, aunque luego vino la democracia y lo pasamos muy bien. 

-¿O sea que volvería a los tiempos de Franco?

-No, no en absoluto.Volver atrás jamás, siempre adelante, adelante. Vivimos momentos fascinantes, fantásticos.

-¿En qué sentido?

-Pues, por ejemplo, fíjate que se ha inventado la Inteligencia Artificial (IA), ahora vas a un hipermercado y hay de todo, está lleno de comida. La gente es más educada, los taxistas ya no te engañan, los niños son mucho más inteligentes, la juventud es guapísima. Cada vez estamos mejor.

-En general los dibujantes están en contra de la IA.

-Bueno, pues ¿qué le podemos hacer pobrecitos? Si piensan así lo tienen fatal, es como cuando apareció la imprenta. Todos los inventos son para ir a mejor, que nadie se preocupe.

-¿Usted cree que no se va a ver afectado por la IA?

-¿Afectado? Pues me imagino que sí, que de alguna manera lo estaré. Pero por ejemplo, el otro día estaba mirando cómo podía mejorar una frase y una chica muy lista que trabaja conmigo me dijo: “Espera, vamos a ver cómo lo resuelve la Inteligencia Artificial”. Entonces metimos las frases y nos dio diferentes posibilidades que a mí no se me habían ocurrido. La verdad es que no me ayudó porque al final me gustaba más la mía, pero por lo menos así pude comprobar que mi frase era mejor que la de la IA. Entonces, en realidad no me sirvió para mucho pero a la vez sí. 

-¿Y a su obra, a los dibujos le puede afectar o también será una ayuda?

-No, el dibujo mío no tiene nada que ver con la Inteligencia Artificial sino con la mía que básicamente es pobre. Nací estropeado, así que todo lo que sean herramientas me viene bien. Cuando tenía 38 años empecé a trabajar con los ordenadores que iban a pedales y ahora funcionan mucho mejor, son mucho más rápidos. Así que me parece muy chulo vivir esas cosas. 

-¿Y utiliza mucho la tecnología?

-La usamos como todo el mundo. Al principio sumábamos y hacíamos cuentas con el lápiz y ahora en cambio coges una máquina y enseguida tienes las respuestas. Todo es más fácil, es divertido venir de la Edad de Piedra y ver como evoluciona todo. 

-Supongo que en su vida haber diseñado la mascota de las Olimpiadas 1992 de Barcelona supuso un cambio radical.

-Bueno, en algún sentido sí, porque yo no era tan buen dibujante así que de pronto me vi con la responsabilidad de tener que hacer un trabajo que nunca me podía imaginar. Entonces sí que fue una responsabilidad tener que representar a toda una organización, una cita mundial que era algo muy positivo para mi ciudad y tener la posibilidad de aprender un montón. Hay mucha gente que sólo me conoce por ese trabajo y lo ponen como un antes y un después, mientras que para mí fue una cosa más.

-¿Recuerda cómo se le ocurrió la idea?¿El momento en el que le comunicaron que había ganado el concurso?

-La verdad es que hubiese preferido no haber hecho un trabajo así pero bueno te toca y dices: “Hay que asumirlo” y lo haces intentando encontrar la forma de que podamos divertirnos lo máximo posible porque a mí lo único que me interesa es disfrutar y sobre todo hacer bien las cosas. Lo que hice fue buscar gente y me monté un estudio porque antes de las Olimpiadas trabajaba solo y me di cuenta de que para poder responder bien a las expectativas y ser profesional necesitaba contar con un buen equipo y así lo  hice.

-No lo recuerdo muy bien ¿fue un encargo o un concurso?

-Fue un concurso y cuando ves que tu mascota ha ganado, te das cuenta de que detrás debe haber toda una elaboración, tienes que encajar muchas piezas diferentes y estar creando continuamente una serie de elementos para comunicar a través de la mascota lo que son unas Olimpiadas. Intentar que el trabajo sea lo más digno posible, que funcione y por eso me pareció totalmente necesario contar con un equipo de diferentes personas para poder hacerlo bien, porque soy muy limitado, como todo el mundo, seguro que tú también lo eres. Tenemos sólo dos piernas y dos brazos, entonces cuando te enfrentas a este tipo de retos tienes que buscar más piernas y brazos. 

-La mascota Cobi era una propuesta arriesgada y como tal no se entendió del todo en aquel momento. 

-Eso está muy bien porque quiere decir que estás innovando y entonces todo el mundo se pregunta: “¿Y esto qué es?” Hay que tener cuidado porque estás rompiendo lo que había y haces una propuesta nueva. Ese es el punto. Todo lo que es nuevo, lo que es una innovación siempre supone un riesgo pero si no fuera por nuestros tatarabuelos y bisabuelos que en su momento innovaron todavía iríamos por las calles con pieles, lanzas y cuchillos de madera. 

-¿Cómo ha sido su relación con el mundo de los tebeos?¿Se limita a algún momento puntual?

-No, siempre ha sido constante, ahora por ejemplo estoy trabajando en un tebeo muy, muy largo que todavía no sé cuando lo acabaré, ya llevo 180 páginas y a ver si lo termino algún día, pero a la vez voy haciendo también otras cosas. Siempre lo he compaginado con diferentes trabajos en muchos medios diferentes. En los setenta, al principio, como no tenía otros encargos, empecé haciendo cómics y enseguida trabajé como grafista, ilustrador y cosas parecidas. Pero el tebeo nunca lo he dejado porque me encuentro muy a gusto haciéndolo.

-Lo más conocido es la serie Los Garriris. ¿Cómo la explicaría?

-Pues esas cosas no se pueden explicar. Todo se basa en que yo trabajo, tú lo miras y si acaso eres tú quien me tiene que decir qué sensación tienes, qué opinas. Diría que Los Garriris es algo muy personal, es un reflejo de lo que pienso, de la manera de vivir la vida pero eso lo digo después, antes tan sólo dibujo. Cuando los haces son los personajes los que te hablan y te dicen: “Llévame a la playa, me gusta más la playa”, y yo los llevo. A ellos les gusta mucho el mar y el verano. De hecho es como si fuera canarios que siempre viven en verano, ahí la gente es muy amable, cariñosa, nunca hace frío ¡Joder qué sinvergüenzas sois! ¿Te acuerdas de la canción Tenerife tiene seguro de sol

-Y tanto, todavía tengo el single de Los Mismos que compró mi padre. Después de todo lo que trajo consigo el encargo de las Olimpiadas viene una época que usted ha definido como oscura con depresiones y una quiebra económica y que no sé si le gustará recordar.

-Está muy bien arruinarse, está muy bien pasar de tener mucho a no tener nada y darte cuenta de que se vive igual de bien, tanto teniendo mucho como sin tener nada. Mi suerte es que siempre he contado con gente muy buena a mi alrededor, muy buenas novias, que la gente siempre me ha querido y me sigue queriendo. ¡Yo me quedo alucinado! Ahora mismo vengo de comer estupendamente en un restaurante porque un chico joven al que le gusta mi trabajo quiere que le haga allí una obra grande porque cree que le va muy bien al negocio. Notas que te aprecian  mucho y quieren tener un dibujo mío. Así que piensas: ¡Qué gente más buena! ¿Por qué me tratan como si fuera el papa de Roma? Desde luego el día que me muera lo único que quiero es decir gracias por el cariño que me han dado. Ahora mismo estoy haciendo esta entrevista y mientras pienso: ¿Por qué este chico canario tendrá tanto interés en mi trabajo? Pero bueno yo siempre respondo con todo el cariño que puedo y agradezco ese interés. 

-Gana el Premio nacional de diseño en 2000, en 2006 es nombrado miembro honorario de la Royal Design Industry ¿Cómo se toma los premios y reconocimientos?

-Me da mucha vergüenza y los agradezco. Lógicamente prefiero que me den un beso a que me den una patada en el culo, aunque la verdad es que no me acuerdo de ninguno en especial y me han dado muchos. Siempre me pregunto: “¿De verdad tú crees que te mereces un premio?” Tengo mala imagen de mí mismo, pienso que soy un sinvergüenza y un maleante. 

-Incluso llegó a estar nominado a los Óscar y ganó el Goya por la película Chico y Rita de Fernando Trueba.

-Sí, el Óscar al final se lo llevaron los americanos que es lo típico que ocurre con este premio. En Sevilla no van elegir como mejor guitarrista flamenco a un japonés y allí en Hollywood pasa lo mismo, se lo dieron a un americano, porque para ellos eso es muy importante. 

-¿Estuvo en la ceremonia? ¿Cómo se lo pasó?

-Me pareció muy interesante.

-¿En qué sentido?

-Hombre, ves como la Academia de Hollywood está formada por gente que ama y le da mucha importancia al cine y por eso tan sólo que valoraran nuestra película, es algo que te hace sentir muy emocionado al ver que personas a las que no conoces de nada, aprecian tu trabajo. 

-Está claro que usted es un artista multidisciplinar. En una entrevista aseguró que le gustaba cualquier faceta del arte siempre y cuando implique dibujar. 

-Siempre trabajo con imágenes y lo que intento es comunicar una serie de valores, de ideas o de conceptos, tanto si es un logotipo para una radio, un cómic, un libro o la portada de una revista, una película, diseñar una alfombra o el interiorismo de un bar. Ahora estoy trabajando mucho con la cerámica para que alguien pueda poner dentro naranjas y al verlo diga: “¡Coño, qué bonito, me gusta, qué bien quedan las naranjas!” A eso me dedico ahora. 

-Acabo de ver que hace poco diseñó un logotipo para la ropa de unos camareros.

-Sí, he trabajado mucho en la moda, haciendo prendas, diseños. Estás hablando de unas chaquetas que he hecho para un bar y ya hay gente que las está pidiendo, así que igual se las venden a los clientes. 

-¿Cómo diría que está en este momento de su vida? ¿Qué ventaja tiene ser mayor y qué desventaja? Si hay alguna.

-La desventaja es que físicamente lo notas mucho, de repente te pones a correr o a caminar, a subir escaleras y tienes que ir con cuidado. O estás en el huerto, haces una mala postura y estás un mes con dolores y entonces te preguntas: “¿Esto qué es? ¿Qué pasa?” O que vas a abrir una botella de agua y te haces daño en las manos. De hecho muchas veces le tengo que pedir al camarero que si por favor puede abrirla por mí. Pero por otra parte tienes un punto más reposado, lo ves todo con mayor distancia y piensas más en la muerte y te dices: “¡Qué bien ya voy a morir y no tendré que pagar más hipotecas al banco!”. Lo que es muy agradable.

-¿No le tiene miedo a la muerte? 

-Le tengo miedo al dolor, a molestar. Eso es lo que me pondría muy mal, que de repente por una enfermedad estés molestando a la familia, a los hijos, a los que más te quieren y a los que les estás dando el coñazo. Es muy importante aprender a envejecer y sobre todo a no molestar. Ya tengo 75 años que son muchos años de regalo por eso no me importaría morir. De hecho, desde que tengo uso de razón siempre he dicho que me daría igual morir mañana. La vida es fantástica, maravillosa, pero no pasa nada por morirse, lo que no quiere decir que me vaya a suicidar ni que esté depresivo. Me encanta vivir, me encanta la vida. Pero cuando cada vez eres más mayor y ves que te quedan menos telediarios, hay que asumirlo y sobre todo entender a las nuevas generaciones y no caer en lo mismo que mis padres que eran maravillosos pero decían que la música de los Beatles, ¡ya ves tú!, era de satanás. No quiero hacer lo mismo con lo que escucha mi nieto que lo odio pero jamás le diría que es de satanás, le digo que no me gusta y ya está. Disfruta pero a mí no me machaques con eso el día entero, ponte auriculares, que no tenga que oírlo a todo volumen porque no la acabo de entender, no comprendo por qué le gusta.

-¿Se refiere al reggaeton?

-Sí, a todo eso. Me parece un dolor, pero lo que no voy a hacer es prohibírselo porque a mí no me gusta. No soy el papa de Roma. Cada uno podemos tener nuestra opinión y dialogarlo, hablarlo pero no imponer nada. 

-¿Como valenciano qué piensa de la tragedia que ha ocurrido en su tierra y la manera de gestionarla?

-En Valencia la lluvia es inevitable pero hacía tiempo que se tenía que haber hecho toda una inversión en algunos barrancos en los que está muy claro de toda la vida que son peligrosos. Desde que era pequeño eso resultaba evidente. Viví una riada enorme cuando tenía siete años que inundó toda Valencia y se hizo una obra muy costosa que estuvimos pagando durante años, al igual que el desvío del cauce del río Turia. Entonces se vio clarísimo que había que intervenir en otros puntos porque ese tipo de lluvias muy fuertes ocurren muchas veces en Valencia, todo lo que tenía que haber caído en un año lo hace en una hora. Y si esos barrancos no están trabajados o no están bien hechos, pasa lo que pasa. Luego viene este señor que está de presidente que no sé qué coño hizo aquel día y por qué no quiso tomar decisiones y avisar a la gente para evitar que hubiera muertos. Todos nos equivocamos mil veces pero por lo menos luego pide perdón y sobre todo trata de arreglarlo. Es evidente que este señor se equivocó en su gestión y tiene una gran responsabilidad en lo ocurrido. Que encima el tío salga contando mentiras, tratando de esconderse, pues la verdad es que llega hasta a dar pena porque todo resulta muy triste. No sé cómo este señor es capaz de dormir. Yo por lo menos, no podría. Que asuma que se ha equivocado muchísimo, dimitir y dedicarse a otra cosa. 

-La verdad es que debe resultar difícil asumir que de alguna forma has causado 200 muertos.

-Además de los muertos que son muchos, también darse cuenta de que metió la pata, que se ha equivocado muchísimo. Entonces admitirlo es lo primero y luego pedir perdón y tratar de solucionarlo buscando a gente más competente. 

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