Observo mis ojos
en este espejo craquelado,
troceado por el paso el tiempo.
Veo la sombra danzante de un miedo que no se aleja
en este camino que queda,
de piedras puntiagudas
que vomita el negro volcán.
Sigue merodeando,
no sé qué quiere, no sé qué busca, ni qué hace aquí
pero sé quién me lo trajo.
Está arraigado como una membrana oscura que agota la luz,
como las raíces de ese volcán negro
que se extienden y se pierden adentro.
Es el mismo miedo que veía
en los ojos negros que me miraban con rabia
en los mismos ojos que me arañaban lentamente,
una fulminante palpitación que desconchaba la pintura de mi alma.
Estas cuerdas invisibles
desafinaban en silencio todo mi cuerpo.
Sí, es este miedo absurdo
el que somete,
el que insulta,
el que hiere,
el que se adueña de ti y de mi.
Sí, es este miedo absurdo
el que se propaga por todo mi cuerpo,
por todo tu cuerpo,
el que nos envuelve en esta telaraña oxidada y roñosa
que a veces siento que no ha servido para nada.
Sí, es este miedo sin remedio
el que se enreda por mis venas y las tuyas
trayendo tsunamis hasta la orilla cansada
de nuestros corazones.
Pero ahora quedan cortadas todas las relaciones
con el miedo para evitar la propagación
de esta terrible oscuridad.
JUAN ANTONIO GÓMEZ JEREZ 2023
BLOG: EL DUENDE DE LA LUNA MENGUANTE
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FOTOGRAFÍA: ELADIO TAVÍO
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