sábado, abril 20, 2024

¡No, que no y que no! Por Juan Antonio Gómez

 

“NO HAY MAYOR ESCLAVITUD QUE DECIR SÍ CUANDO SE QUIERE DECIR NO” Baltasar Gracián

 

No es una palabra sencilla de escribir, pero a veces es dificilísima de decir, especialmente si lo que pretendemos es mantener un estado de armonía, con lo cual cuando queremos decir un NO rotundo porque hay algo que no queremos o no nos apetece hacer, lo pensamos y por no molestar, por no incomodar, por quedar bien, decimos un SI más rotundo aún.

¿Cuántas veces hemos dicho sí, cuando nos han propuesto algo y aun sin apetecernos y sin ganas accedemos?

No pasa nada por decir que no, un no asertivo en su momento es un acto de personalidad; no siempre tenemos que estar de acuerdo con  los demás y no nos tiene por qué apetecer lo mismo que a los demás. Tenemos miedo a que si decimos no, nos rechacen y nos hagan un vacío, pero una negativa en el momento justo nos puede ahorrar que nos sintamos sometidos y sintamos que no tenemos personalidad y carácter.

“LO MÁS IMPORTANTE QUE APRENDÍ A HACER DESPUÉS DE 40 AÑOS FUE A DECIR NO CUANDO ES NO”  Gabriel García Márquez

            El NO… una palabra tan escueta como sencilla pero con una fuerza demoledora, capaz de destrozar ilusiones, relaciones y capaz también de romper expectativas creadas con algo o alguien. Todos tenemos miedo al rechazo y somos conscientes de ello, razón por la cual, nos cuesta decir ese no apisonadora que lo barre todo, pero, muestra también en nosotros un aspecto de fortaleza y personalidad siempre que la sepamos utilizar y sea de una forma asertiva sin que ese no signifique un portazo u un cerrar de puertas. Nos cuesta horrores pronunciarla, pero, efectivamente es una forma de establecer distancias y mantener nuestra independencia a salvo ya que vamos a establecer la forma de exponer así nuestros límites.

DECIR QUE NO ES IMPORTANTE PARA EL SER HUMANO, SABER DECIR QUE NO SIN QUE LOS DEMÁS RECIBAN UN RECHAZO ES IMPORTANTE PARA NUESTRA SALUD MENTAL Y FÍSICA PORQUE NOS HACE SITUARNOS Y MOSTRAR ASÍ LO QUE QUEREMOS Y LO QUE NO.

Vivimos en una sociedad de aduladores y personas que sólo piensan en lo que los demás piensan de ellos y como quedar bien con todo el mundo. Así pues, al decir un NO podemos sentirnos culpables porque podemos pensar que nos alejamos de esa imagen agradable del SI. Pero debemos saber que somos libres para elegir lo que queremos y lo que no queremos, siempre dentro de unos límites, y esos límites están en la asertividad, evitando así todo enfrentamiento que nos haga sentir incómodos y en cierta forma distintos.

Podemos vernos en la necesidad de recurrir al NO en cualquier momento para marcar  y remarcar esos límites de los que hablamos antes. Vamos a vernos sometidos a esa necesidad con la pareja, con la familia, los amigos, el trabajo o gente en general y decir NO,  no nos hace peores ni malos sino simplemente personas con carácter que dejan claras las cosas en el momento que se ha de hacer.

DEBEMOS DECIR NO CUANDO QUEREMOS DECIR NO Y SIEMPRE DESDE UNA FORMA ASERTIVA Y EDUCADA.

           ASERTIVIDAD: es un estilo y estrategia de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un comportamiento. Es, también, una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de auto-confianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.

 

2017/2018 JUAN ANTONIO GÓMEZ JEREZ

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