lunes, junio 16, 2025

Petroglifos: mensajes ancestrales y misterios indescifrables. Por Carlos Jesús Pérez Simancas


A lo largo del planeta, esculpidos en la dureza de la roca y desafiando el paso del tiempo, existen grabados cuyo significado sigue siendo un enigma. Los petroglifos, testimonios silenciosos de civilizaciones antiguas, han sido hallados en todos los continentes y, en muchos casos, continúan desafiando la comprensión moderna. ¿Son meros reflejos de la vida cotidiana de sus creadores o podrían ser fragmentos de un conocimiento olvidado, vestigios de civilizaciones que coexistieron con la humanidad o, tal vez, mensajes de entidades desconocidas?

Uno de los ejemplos más desconcertantes se encuentra en los petroglifos de Peterborough, en Canadá, donde inscripciones milenarias han sido interpretadas como representaciones de seres humanoides de proporciones imposibles. Por su parte, en el Barranco de Balos, en Gran Canaria, emergen figuras geométricas que algunos investigadores vinculan con mapas estelares. Más allá de su origen, resulta asombroso que símbolos similares aparezcan en distintos puntos del planeta, como si las culturas antiguas hubieran compartido un mismo lenguaje visual, a pesar de estar separadas por océanos y milenios.

Uno de los conjuntos de arte rupestre más impresionantes se encuentra en el Parque Nacional de Tassili n’Ajjer, en el sureste de Argelia. Este altiplano desértico, que abarca aproximadamente 80,000 km², alberga más de 15,000 grabados y pinturas datadas desde el 6000 a.C. hasta los primeros siglos de nuestra era. Entre ellas destacan figuras humanoides de gran tamaño y formas desconocidas, además de las denominadas «figuras de hongos», interpretadas por algunos como evidencia de prácticas chamánicas vinculadas al consumo de sustancias psicoactivas. No obstante, existe otra interpretación más audaz: que estos grabados reflejan el testimonio de encuentros con entidades ajenas a nuestro mundo.

En Italia, los petroglifos de Val Camonica han generado controversia. Miles de grabados muestran figuras antropomorfas con lo que parecen ser cascos y dispositivos extraños. Algunos investigadores sostienen que representan deidades adoradas por las culturas prehistóricas, pero otros sugieren que podrían ser representaciones de seres con tecnología avanzada. ¿Fueron estos «seres divinos» visitantes de otro mundo? La pregunta sigue abierta.

En India, las cuevas de Charama en Chhattisgarh han revelado pinturas rupestres de hace 10,000 años que parecen representar objetos voladores y figuras humanoides sin rasgos faciales. Los arqueólogos tradicionales sostienen que estas figuras podrían ser producto de la imaginación de los pueblos prehistóricos, pero otros teóricos sugieren que podrían reflejar encuentros reales con seres desconocidos.

En Sudamérica, la interacción entre el arte rupestre y la paleontología ha abierto nuevas incógnitas. En el yacimiento de Serrote do Letreiro, en Brasil, petroglifos de hace 9,400 años se encuentran junto a huellas fosilizadas de dinosaurios. ¿Es posible que los pueblos antiguos descubrieran estos rastros y los interpretaran como manifestaciones divinas? Otro sitio enigmático es Cal Orcko, en Bolivia, donde la coexistencia de petroglifos con huellas de dinosaurios sigue desafiando la lógica convencional.

Uno de los petroglifos más misteriosos es el de Pedra do Ingá, en Brasil. Este bloque de granito cubierto de inscripciones ha desconcertado a los investigadores durante décadas. Mientras algunos símbolos parecen representar constelaciones, otros se asemejan a una forma de escritura desconocida. ¿Podría tratarse de un testimonio de una civilización desaparecida que poseía conocimientos avanzados de astronomía? Las especulaciones han llegado a sugerir que Pedra do Ingá es un vestigio de un lenguaje perdido, o quizás, un mensaje de visitantes de más allá de la Tierra.

En Egipto, en el templo de Seti I en Abydos, algunos jeroglíficos han desconcertado a los investigadores modernos. Ciertos grabados parecen representar vehículos modernos como helicópteros y aviones. Los egiptólogos explican que estas imágenes son el resultado de superposiciones accidentales de inscripciones, pero otros sostienen que podrían ser indicios de un conocimiento tecnológico avanzado, transmitido de una forma que la historia convencional aún no ha explicado.

La Isla de Pascua, más allá de los moáis, resguarda petroglifos igualmente intrigantes. Entre ellos, destacan los «hombres pájaro» o «Tangata Manu», figuras con cuerpos humanos y cabezas de aves. Estas representaciones han llevado a algunos a especular sobre posibles conexiones con seres celestiales o viajeros interdimensionales. De igual manera, en la Cueva de los Tayos, en Ecuador, petroglifos con complejas figuras geométricas han sido vinculados con conocimientos astronómicos avanzados, alimentando teorías sobre contactos con civilizaciones desaparecidas o visitantes de más allá de nuestro mundo.

Uno de los casos más fascinantes se encuentra en los petroglifos de los Anasazi en el suroeste de Estados Unidos, particularmente en el Monumento Nacional Natural Bridges de Utah. Un petroglifo en este sitio parece representar una criatura similar a un dinosaurio, lo que ha llevado a algunas interpretaciones sobre la posibilidad de que estos pueblos prehistóricos hubieran tenido algún conocimiento de estas criaturas extintas. Si bien los científicos argumentan que podría tratarse de una estilización de un animal conocido, la imagen sigue despertando preguntas y teorías.

En la península de Murujuga, en Australia Occidental, se encuentra la mayor concentración de arte rupestre conocida, con más de un millón de grabados que datan de hace 40,000 años. Estas representaciones incluyen figuras de animales, algunas ya extintas, y formas abstractas cuya interpretación sigue siendo un misterio.

Otro de los grandes enigmas se encuentra en los petroglifos de Bir Hima, en Arabia Saudita, donde miles de grabados muestran escenas de la vida cotidiana, figuras humanas y símbolos que podrían estar relacionados con rituales espirituales. Su antigüedad, que se extiende hasta el 7000 a.C., los convierte en un testimonio invaluable de las civilizaciones que habitaron la región.

Referencias

  • Frank, A., & Schmidt, G. (2018). The Silurian hypothesis: Would it be possible to detect an industrial civilization in the geological record? International Journal of Astrobiology, 17(3), 187-191. https://doi.org/10.1017/S1473550418000095
  • UNESCO. (2024). Tassili n’Ajjer. https://whc.unesco.org/en/list/179/
  • National Geographic. (2024). Ancient rock carvings along the Orinoco River revealed by drones. https://www.nationalgeographic.com/
  • PC Canada. (2024). Petroglyphs Provincial Park: Indigenous Rock Carvings. https://www.pc.gc.ca/apps/dfhd/page_nhs_eng.aspx?id=487
  • Wikipedia. (2024). Murujuga. https://es.wikipedia.org/wiki/Murujuga
  • Apologetics Press. (2023). Un viaje al oeste para ver a los dinosaurios. https://apologeticspress.org
  • El País Canario. (2024). Los secretos cósmicos de los letreros de Balos. https://www.elpaiscanario.com
  • Wikipedia. (2024). Pedra do Ingá. https://es.wikipedia.org/wiki/Pedra_do_Ing%C3%A1

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