¿El secreto mejor guardado del rock isleño? Sé que dije lo mismo en su día de The Vinylos o Riding Hugh, pero el cóctel de psicodelia, algo de surf, sonido sureño y atmósfera de rock californiano en general, enaltece cualquier impresión al verlos en directo.
Y así lo vivimos el pasado 15 de febrero en el Jospital. Los primeros acordes del Arnold Layne Barretiano, despejan dudas, pese a problemas con el sonido. El teclista lleva la voz cantante en este tema de apertura. Who do you love va enderezando el entuerto. La banda se va engrasando y solventan inclemencias acústicas. Vienen de empate de un bolo en el Médano el día anterior. Ecos de los Grateful Dead impregnan la sala. La audiencia presente sabe a lo que va, iniciados o no. Las guitarras se compenetran, Jerry Garcia, Frank Zappa o Robby Krieger estarían orgullosos, incluso Brian Wilson lo estaría con el momento theremin. Efluvios de puro happening con las proyecciones de fondo, sólo falta Joe Boyd.
Suena Whiskey Bar (Moon of Alabama), o sea, Bretch según Manzarek, y aflora el summer of love en una noche de invierno lagunera. I Want You (She, s so heavy) nos aproxima al Lennon disidente y al final del recital, o casi. Van Morrison y Patti Smith fusionados en un Gloria como clímax, es la despedida. El bis llega en forma de riff pesado, descansando en un colchón de teclados y desembocando en una jam que es puro Acid rock. Brutalmente contundentes.
