El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife vuelve a abrir el Templo Masónico después de su reconstrucción, una estructura que debe de ser disfrutada por «masónicos y no masónicos». «Es un espacio para la cultura», según ha indicado el máximo representante del Consistorio capitalino.
El alcalde, José Manuel Bermúdez, acompañado por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo; el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, asistió anoche a la reapertura oficial de este histórico edificio, que podrá visitarse desde hoy.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, acompañado por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, además del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Cabildo tinerfeño, Rosa Dávila, asistió esta tarde a la reapertura del Templo Masónico tras su minuciosa rehabilitación, emprendida en 2022. La dirección de obra ha estado a cargo de la arquitecta María Nieves Febles y se ha contado con la participación de la Universidad de La Laguna para la recuperación de los elementos, con una financiación de algo más de 3 millones de euros a cargo del Ministerio de Cultura.
Bermúdez ha manifestado que “hoy Santa Cruz se honra a sí misma al volver a encender una luz que nunca debió apagarse, precisamente porque hoy abrimos de nuevo las puertas del Templo Masónico, una joya arquitectónica y simbólica que vuelve a brillar en el corazón de nuestra ciudad” y agregó que “no estamos ante un edificio cualquiera, ya que este Templo, único en España y elemento referencial de la arquitectura masónica internacional, fue promovido y construido por hombres que creían en el progreso y la libertad de pensamiento, valores que no pueden ni deben olvidarse”.
“Su fachada -continuó Bermúdez- de inspiración egipcia, las columnas del Templo de Salomón, que se alzan hacia el cielo, las esfinges que lo custodian y el ojo que todo lo ve en su frontón, hablan de un mismo anhelo: la búsqueda de la verdad, de la evolución, de la sabiduría”. El alcalde detalló que “estas paredes han sido, también, por desgracia, testigos mudos de épocas oscuras, aunque el pueblo de Santa Cruz ha demostrado, una y otra vez, que sabe recuperar su memoria con dignidad para poder mirar hacia adelante sin miedo”.
Bermúdez agradeció “las muchas manos y voluntades que lo han hecho posible, al Gobierno de España, al Gobierno de Canarias, al Cabildo y al Ayuntamiento, que, con distintos regidores, ha liderado, desde los años 80 del siglo pasado este esfuerzo compartido” y también tuvo palabras de agradecimiento para los distintos representantes de la masonería, en especial para Jesús Soriano, del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, “con el que firmamos un convenio de colaboración en 2013”, así como para “el resto de órdenes masónicas que nos han transmitido su apoyo”.
Y por su labor, también se refirió “al equipo de arquitectos, técnicos y restauradores que, con María Nieves Febles a la cabeza, han trabajado con rigor y sensibilidad; a la Fundación General Universidad de La Laguna; a la contrata, Víctor Rodríguez e Hijos” y concluyó destacando “a los historiadores y cronistas que han preservado su memoria; a los concejales y todo el personal municipal que se ha implicado, a lo largo del tiempo, de manera excepcional, en esta recuperación y a los ciudadanos que, durante décadas, mantuvieron viva la esperanza de ver abiertas estas puertas”.
Por su parte, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo puso en valor que “este edificio nos conecta con el siglo pasado, siendo testigo de muchos momentos oscuros de represión, en el que los masones que fundaron la Gran Logia en Canarias también vivieron las persecuciones por el odio y la falta de libertad durante la dictadura” y resaltó que “sin embargo, también es un símbolo que refleja la esperanza del presente y el futuro porque hoy afortunadamente vivimos en una sociedad democrática cuyos valores debemos proteger cada uno de nosotros desde nuestros puestos de responsabilidad pública”.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, quiso dejar claro que “hoy es un día muy importante para la Historia y la Memoria Democrática de Tenerife, de Canarias y de todo el país, porque recuperamos para la ciudadanía un bien cultural que nunca debió ser expoliado” y argumentó que “también recuperamos la Memoria de la masonería en Canarias, que fue silenciada por defender la libertad, la igualdad, la fraternidad y la educación laica”.
Para finalizar, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, expresó su reconocimiento al “extraordinario trabajo del equipo de restauradores, cuyo rigor, sensibilidad y compromiso han permitido devolver la vida a este edificio” y, de manera muy especial, “quiero destacar el papel ejemplar del Ayuntamiento de Santa Cruz, con su alcalde José Manuel Bermúdez al frente, que ha demostrado una visión clara, compromiso constante y un liderazgo decidido para que esta restauración sea hoy una realidad”.
“Su empeño -argumentó la presidenta insular-, junto al trabajo de los funcionarios y técnicos municipales, ha sido esencial para superar los desafíos que implicaba recuperar un edificio tan complejo y simbólico” y finalizó añadiendo que “lo que hoy celebramos no es solo la recuperación de un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural, sino la recuperación de una parte de nuestra historia, una historia que durante décadas permaneció silenciada y que hoy reivindicamos como símbolo de pluralidad, pensamiento libre y diálogo cultural”.
Fotografía cedida por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife






