lunes, diciembre 23, 2024

Series de Cuarentena: Twin Peaks. Por Adrián Gómez

Hace exactamente 30 años y dos semanas, un 8 de Abril de 1990, llegaba a la pequeña pantalla la serie que lo revolucionó todo.

Esta semana, en series para la cuarentena, Culturamanía recupera un clásico que podéis disfrutar todos. Un domingo por la noche, en dura pugna en prime time con la entonces imbatible Cheers, Laura Palmer fue encontrada muerta en la playa, cerca de la serreria. Jack Nance (Cabeza Borradora) ,actor fetiche de David Lynch; encontraba el cadáver. A partir de entonces, nos dejamos llevar por el sheriff Harry S. Truman (exacto, como el presidente) y el agente Dale Cooper ( Kyle Mchaclan, que repetía con el director tras Dune y Terciopelo Azul) en una investigación que mezcla lo sobrenatural con lo costumbrista, forjando además ,una amistad y camaradería como pocas veces se ha visto en la ficción televisiva (o cinematográfica ).

Producto de la fusión de los talentos de Lynch y el escritor Mark Frost (El signo de los 4 y el primer díptico de Los 4 Fantásticos de Fox), la serie no es un simple procedimental, ni tampoco un culebrón, aunque bebe de ambos. Twin Peaks es un viaje. Desde el hotel Horne hasta la cafetería de Norma. Desde la comisaría hasta la gasolinera. Nos adentramos en el bosque donde ululan las lechuzas y olemos la madera. Atmosférica e inquietante, a su extraordinaria galería de personajes ( en el sentido literal del término ), que va desde el psiquiatra hasta la dama del leño, desde Bobby Briggs hasta el gimoteante Andy, desde la Lolita Audrey Horne hasta el hombre gigante, en un mundo onírico y a la vez real, en donde se alterna el café y los donuts con las sociedades secretas, las leyendas indias y los pasteles de manzana.

Eléctricamente insana y y ambientalmente adictiva, durante dos temporadas y media , el enano baila para nosotros en la habitación roja, mientras Leland Palmer llora sobre el atahud de su hija y Bob se ríe de nosotros a través del espejo. Windom Earle entre en escena en la tercera temporada, pero la cadena se impone y su creador estalla, haciendo volar todo por los aires, en un arrebato puramente Lynchiano y rupturista con lo anteriormente visto en televisión. He aquí la piedra basal del culto y del cine en casa. Mucho antes de Los Soprano y Los t, de Juego de Tronos o The Walking Dead, la serie de Lynch/Frost ya mantenía en vilo a medio planeta. Suena la cadenciosa (e inolvidable) música de Angelo Badalamenti, y Julee Chruise canta , mientras observamos la catarata..aquí la estrenó telecirco, con publicidad masiva y a las nueve de la noche..si, parece increíble hoy en día, pero así fue.

Disfruten la revisión. Siempre merece la pena volver a una obra maestra catódica. Fuego camina conmigo.

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