La cantautora gallega volvió a la Isla el pasado viernes 12 de julio en su formato más íntimo.

Eran poco más de las siete de la tarde cuando la casa de la música en directo en La Laguna, abría sus puertas. El público, de todas las edades, poco a poco abarrotó su característico espacio, con un escenario sin males de altura. Cuchicheos, risas y un par de bebidas que iban y venían entre barra y barra y una buena selección musical de fondo fueron preparando el ambiente … hasta que salió la protagonista a escena.

La velada prometía ser un viaje de emociones al completo. No se podía esperar menos teniendo en cuenta la discografía de una artista que escribe desde lo más profundo del pecho, con una honestidad inquebrantable y una sensibilidad especial. Y es que sobre ser especial… Yoly Saa tiene mucho de eso porque ya hay que serlo bastante para sostener un concierto de hora y pico a guitarra y voz sin que el cuerpo te pida algo más. No lo necesitaba tampoco aunque se apoyó en diversos juegos de efectos vocales que le agregaron carácter y sentido a los temas. Todo elegido en su justa medida, en el momento idóneo, con una dirección y una visión concreta cercana a la emoción que se quería evocar y siempre fiel a lo que buscaba transmitir. 

Arrancó con “Cimientos”, uno de sus primeros temas y perteneciente a “Magma”, su primer trabajo y EP publicado en 2020. Un tema con mucha personalidad y un mensaje claro y conciso. Ideal para empezar. Así fue que en cuanto sonaron los primeros acordes, se hizo el silencio. Al acabar, empató con “No se me olvida”, canción con la que se presentó a la última edición del Benidorm Fest, festival en el que se elige a nuestro/a representante en Eurovisión. Ya en su producción llamaba particularmente la atención pero no se queda atrás en este formato íntimo. Quién tiene magia no necesita trucos. 

Tras estos dos temas, saludó a su público y agradeció la asistencia. Tanto al inicio como en intervalos del concierto, la cantautora hizo diversas intervenciones en un tono cercano y amigable. En muchas ocasiones se pudo sentir como una charla entre amigas que se cuentan lo que les ha pasado pero, en este caso, compartido en forma de canción.

A continuación, deleitó al Búho Club con “Ciudad en Ruinas”, “Quién Lo Diría” y “SN 2020Z”; algunos de sus últimos temas que encaminan su nuevo disco, del que habló durante la noche. La cantautora se mostró sincera ante el encuadre de este trabajo refiriéndose a él como una especie de diario que encapsula los estados de ansiedad y depresión, los cuales ha transitado tras una etapa personal un tanto complicada. Pese a eso, también remarcó, está volviendo poco a poco y afronta con ganas este nuevo capítulo en forma de álbum que caerá más pronto que tarde. Lo que está claro es que sea más aquí o más allá, estaremos al tanto de todas las novedades musicales que se trae la gallega entre manos.

También, se bajo del escenario y se dirigió a su público sin micro, a pleno pulmón para interpretar “Galicia”, un tema dedicado a su tierra y que confiesa haber escrito tras haber llegado a la capital. Acompañada de las voces de los y las asistentes, pudimos visitar Galicia, sus calles y su gente durante casi 4 minutos. 

Y ahora que hablo de bajarse del escenario… querría hacer un guiño a un momento en concreto de la noche que habla mucho de la persona que hay detrás de la artista, que es igual o incluso más importante. Tuvo lugar un pequeño incidente dentro de la sala tras el desvanecimiento de una de las personas que estaba entre el público y que recibió asistencia enseguida -desde aquí esperamos que se haya recuperado al 100%-. En cero coma, Yoly Saa abandonó el escenario, se acercó al lugar de lo sucedido y permaneció atenta al estado de dicha persona. Tras varios minutos y ella asegurarse de que estaba todo bajo control, volvió con su guitarra y desde allí arriba, volvió a preguntar si todo estaba bien. Todo quedó en un susto y continuó la música.

El concierto fue transcurriendo y poco a poco fue llegando a su fin. Habían peticiones entre el público para que cantase temas como “La Luz” pero, finalmente concluyó con un trío de canciones a la altura: “Rendición”, “Todo contigo” y “Galerna”, como broche final. Si bien el público se mostró entregado y sobre todo atento en todas y cada una de las canciones, en este final dejaron toda la carne que quedaba en el asador y corearon estos temas de principio a fin.

Una vez finalizado el concierto y recibiendo un gran aplauso, la cantautora permaneció varios minutos en la sala para saludar y sacarse fotos con los y las presentes. Otro acto que muestra la cercanía y el valor que pone la artista en su público.

Sin duda, un concierto que no deja indiferente a nadie. Conserva la esencia de los cantautores con un clima íntimo, a voz y guitarra pero elevándolo más con efectos vocales que le suman historia a las propias historias. Yoly Saa dio las gracias al público asegurando que pese a todo es una persona insegura pero que noches así son las que le transmiten confianza y combaten contra el síndrome del impostor. Y es que es cierto que la inseguridad puede golpear fuerte y ser una fuente imparable de dudas pero, la bandera de la música siempre se podrá clavar en los corazones de la gente si parte desde el sentido más honesto como lo hace nuestra protagonista. Gracias a ti Yoly por abrirte y compartir con el mundo ese mundo interior tan tuyo que mueve y remueve. Desde aquí, lo abrazamos y lo sentimos como propio.

Crónica por Vicky Ferrer.

Fotografías por Diego Chausson.

Agradecimiento a El Búho Club La Laguna.