domingo, noviembre 24, 2024

La Gran Canaria Wind Orchestra explora las piezas más bellas de los ballets soviéticos para mostrarlas en el Kraus

  • “El Cascanueces”, de Tchaikovski, “Romeo y Julieta” de Prokofiev y la inolvidable “Consagración de la Primavera”, de Stravinski, que da título al evento, se dan cita en Las Palmas, el 30 de noviembre, en el marco del 10º aniversario de la gran orquesta de vientos 

La Gran Canaria Wind Orchestra (GCWO) explora en el marco de su décimo aniversario las piezas más emblemáticas de los ballet soviéticos de finales del siglo XIX y comienzos del XX, entre ellas las que han pasado como más memorables o más reconocidas por el gran público como “El Cascanueces”, “Romeo y Julieta” o “la Consagración de la Primavera”, que da título al evento, para volcarlos en el Auditorio Alfredo Kraus el 30 de noviembre en un majestuoso evento que la gran orquesta de vientos y de percusión firma entre los proyectos que viene presentando en el marco de su décimo aniversario. Las entradas para disfrutar de este espectáculo en el que la música y la danza bailarán al unísono están en la web del Auditorio (auditorioalfredokraus.es) y en la taquilla física en los horarios de atención al público.

No hay duda de que las grandes orquestas europeas son las que llevan siglos  atesorando las grandes obras que se han compuesto para música clásica. Son las guardianas de la música clásica, nos deleitan a cada paso con obras antiguas y otras más contemporáneas, pero de un tiempo a esta parte, la búsqueda incesante de la originalidad, de la puesta en escena, de la inquietud por sorprender y de enganchar a todo tipo de públicos hacia la música clásica, hace que el trabajo de las orquestas sinfónicas sea un desafío mucho mayor. Quizás sea en esta búsqueda para que la música “clásica” enamore al gran público donde la GCWO lleve años destacando.   

Diez años dan para mucho y la GCWO, con ese enorme rodaje detrás y habiendo interpretado piezas de los compositores más valorados a nivel mundial, se propone hacer el cierre de año y de su X temporada trayendo a Las Palmas algunas de las más bellas suites creadas por músicos que aunque no se afine con exactitud cuáles son sus obras imprescindibles, sí que alcanzaron la suficiente fama y popularidad para que resuenen en la cabeza de todos como los grandes autores de una etapa de gran esplendor musical, la de los ballet rusos:  Tchaikovski, Stravinsky o Prokofiev. Un proyecto que la GCWO quiso lanzar hace años y no se pudo.

El concierto del cierre de la temporada, el más importante del año, lo dedican al ballet ruso. El concierto tendrá dos partes bien diferenciadas. La primera parte se nutre del Cascanueces, pero no del original ideado por Tchaikovski sino por la fantasía que tuvo un autor japonés sobre esta obra, Yo Goto, de modo que mayor complejidad, más una suite de la inolvidable Romeo y Julieta. La segunda parte está dedicada a la conocidísima Consagración de la Primavera, de Stravinski, en la que el ballet será real, con ocho bailarinas de la Academia de María Eulate y de las escuelas artísticas de Mogán al son del coreógrafo Daniel Hernández, que llevan varios meses de preparación. 

“Es un regalo para el público y para nosotros cerrar nuestra 10ª temporada con este mix que tanto queríamos presentar, porque ya lo ideamos hace años pero no pudo ser. Lo hemos protegido con esmero todos estos años hasta que lo hemos podido proyectar. Es una expresión creativa brutal, estamos ensayando a destajo, como siempre vendidos, sin un espacio propio y con recursos escasos, pero vamos a lograr presentar estas tres suites de excelentes obras que han dado la vuelta al mundo, con todo nuestro elenco y con David Fiuza como director”, son las palabras de Esteban Ponce, director artístico de la orquesta, para este cierre de temporada.

Y es que este año, en la conmemoración de su décima temporada, la GCWO se ha propuesto no pasar indiferentes en ninguna de sus actuaciones, que han funcionado como auténticos retos, porque aparte de ser sublimes en lo musical se han propuesto que la música que sale de los instrumentos esté íntimamente ligada a la importancia de la representación escénica como un valor añadido. Se degustó en la última representación en el Kraus, en septiembre, donde replicaron obras de dos artistas contemporáneos, Johan de Meij y Modest Moussorksky en “Cuadros de una Exposición”.

En estos diez años, la GCWO se ha dejado influenciar por la música del siglo XX, ha realizado todo tipo de estrenos contemporáneos y ha dejado momentos memorables como su concierto con los Gofiones, el concierto dedicado al gran compositor italiano de ópera Giacomo Puccini y cómo no, los llenos absolutos de “Queen Symphonie” y de “John Williams Tribute”. 

El director artístico destaca que a pesar de ser casi 60 músicos y ser todos muy distintos, “coincidimos en haber construido un proyecto que nació de la nada, donde todos vamos en pro de la música, siempre con la idea de construir y de remar hacia el proyecto y no hacia el individualismo. Es lo único que puedo decir cuando nos preguntan cómo se mantiene una orquesta tan grande y tantos años”. 

La gran orquesta de vientos de la isla destaca igualmente por su labor divulgativa y es que en el marco del décimo aniversario que la orquesta viene celebrando este año, están acercando parte de la cultura europea más arraigada, pues cabe recordar que el último concierto, donde interpretaron piezas de Johan de Meij y Mooussorsky, hicieron imaginar al público la música que acompañaba a determinados lienzos muy conocidos como “La ronda de noche” de Rembrandt. Es indudable la labor divulgativa y pedagógica de la gran orquesta como otros de sus cometidos, la aportación hacia una sociedad más cultivada a través de la música.

una década de GCWO

La GCWO es una orquesta de casi 60 músicos. Es la orquesta de vientos principalmente y percusión más grande de toda Canarias. Se fundó en 2015 y ahora mismo está dirigida por el gallego David Fiuza Soto, también director titular de la Banda Municipal de Santiago de Compostela y de la Federación de Bandas de Galicia. 

En la simiente de la orquesta, coexisten varios elementos pero fundamentalmente el que muchos profesores, músicos no docentes y alumnos aventajados querían desarrollar proyectos concretos por fuera del conservatorio y de las escuelas, pero solos en la mayor parte de las ocasiones no podían emprenderlos, pero no querían renunciar a ellos, por lo que se formaron en banda para hacer realidad ese sueño de tocar en una gran orquesta. 

Los planes de futuro para que una orquesta de casi 60 músicos siga brillando pasa por asumir retos como los que se han marcado para celebrar el décimo aniversario: una selección cuidadosa de las piezas a representar, enlazarlas con una idea de representación que aporte valor al público; interpretaciones supremas en calidad y que los músicos tengan la conciencia de ofrecer en todos los conciertos una experiencia musical de primer nivel no dejando a un lado el concepto de escenografía.

“El público cada vez es más fiel, se está generando un feedback muy interesante hacia las orquestas y también hay un engranaje entre profesores, alumnos y músicos que siguen queriendo dedicarse a la música”, asevera uno de integrantes de la banda, Erick Rodríguez, que toca el bombardino, un instrumento derivado de la tuba. “Ahora, tras una década de haber hecho de todo, empezamos a ver más luz y caminamos ahora hacia un proyecto más sólido pero empezamos de cero, apenas hemos tenido apoyos y reconocimientos, no tenemos un lugar fijo donde ensayar, pero sí quiero mencionar al Auditorio Alfredo Kraus como una pieza clave en nuestra historia porque siempre nos ha tendido la mano cuando tenemos proyecto a la vista”, comenta el músico. 

Fundada en 2015

Fundada en 2015, la banda de gran reconocimiento y trayectoria nació de la iniciativa de un grupo de profesionales de la música, naturales de Gran Canaria, unidos por el deseo de crear una orquesta de viento de máxima calidad. Su objetivo es transmitir sensaciones al público a través de interpretaciones exigentes y de un repertorio que abarca desde transcripciones orquestales clásicas hasta obras contemporáneas y originales para banda.

Desde su creación, la GCWO ha celebrado diez temporadas de conciertos, estableciendo como sede habitual el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria y contando con la dirección de reconocidos directores invitados, tales como Rafael P. Vilaplana (quien los ha dirigido en su último recital en el Kraus, Cuadros de una Exposición), José Alberto Pina, Rafael Agulló, Francisco Ferreira y Bram Sniekers, bajo la dirección titular de David Fiuza Souto desde 2017.

Cabe destacar que la agrupación se caracteriza por su enfoque en la diversidad estilística y su compromiso con la innovación en el repertorio, abarcando estilos y épocas variadas para llegar a todos los públicos. Ofrece, además, un espacio de crecimiento profesional para músicos jóvenes y estudiantes, quienes tienen la oportunidad de formar parte de una orquesta de alto nivel junto a experimentados profesionales del viento y la percusión.

Actualmente cuenta con los apoyos de Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas y la Federación de Bandas de Gran Canaria que fue la primera en apostar y ver con buenos ojos este proyecto.

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