La exposición Bipolar trata la lucha que tiene el autor consigo mismo, la frustración y la sensación de “montaña rusa emocional” que a veces sufrimos pero que quizás en los artistas se percibe de una manera más intensa. Del endiosamiento temporal y la caída a lo más profundo. En esta propuesta, Iker Muro nos hace reflexionar sobre la polarización de la sociedad, la posible relación entre salud mental y redes sociales, las contradicciones que nos lanzan y las máscaras que llevamos.
“Bipolar habla sobre esa transformación necesaria y mutación constante en que me veo inmerso y de ese florecer de la pintura. Del amor al medio, de la plasticidad y expresividad del mismo.»
Iker Muro (Bilbao, 1979) desarrolla su carrera de manera casi autodidacta, primero como diseñador gráfico, luego como grafitero y finalmente como muralista. Ha transformado su trabajo en numerables ocasiones, de la ilustración figurativa, personajes o paisajes en blanco y negro a la abstracción geométrica más colorida. Obras en espacio público de magnitudes colosales definen su trabajo. Túneles, puentes o canchas de colores primarios, contrastes y saturación tan fuertes como luchar, sufrir y ganar.
En los últimos años se encuentra más enfocado en el trabajo de estudio, experimentando con medios y texturas. “Encuentro de vital importancia en el desarrollo de un artista la investigación y mutación constante, trabajo mucho de manera intuitiva, sin boceto previo, por el mero hecho de disfrutar con el proceso.” Esta manera de trabajar es muchas veces frustrante y agotadora, llegando a pintar muchas veces sobre pintado. Es justamente esto lo que más atrae al autor, el registro que queda bajo el resultado final de la pieza, la vida del cuadro como si de una pared se tratara.