El lunes empieza la sesión de cortometrajes a las 17 horas. Pequeñas sorpresas como Amargo era el postre, especia de crítica anacrónica de ciertas preocupaciones actuales, mediante una puesta en escena teatral, con unos diálogos sustentados tanto en Tarantino como en Agatha Christie (tal cual). La divertida Mi Nombre es Koji, oda de amor divertidísima a Mazinger Z, o el Kafkiano y casi Cronnenbergiano Samsa, muestran el eclecticismo de la selección. Pero será el emotivo La Noria, quien se llevará todos los vítores. Corto de animación pesadillesco y entrañable a la vez, conquistó al público sin problemas. Mención especial para Noctámbulos; intento autóctono valiente en el universo vampírico, o El fin de todas las cosas.
In the trap es el largometraje que se exhibe a continuación. Tópica y tediosa, miscelánea imposible entre el cine de psycho killer y el satánico; se toma demasiado en serio a sí misma, y eso es un lastre importante. Tras el tratado paranoide italiano, cerramos la jornada con la justamente premiada Little Monsters. Living Dead movie que va mucho más lejos que Jarmusch, Wright o el díptico Zombieland; incluso El regreso de los muertos vivientes de Ken Widerhorn se queda corta. Gamberrada australiana con la bella e inesperadamente jocosa Lupita Nyong,o, estamos ante un corte de mangas en toda regla al cine Disney y derivados infantiles. Un survival fresco que no hace concesiones hasta el último tercio, donde se impone algo de moralina, que no empaña para nada el conjunto.