Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco recomendamos: «Ilíada», de Homero, en una nueva edición de Alma Editorial, con ilustraciones de Antonio Santos.
La Ilíada consta de 24 cantos que relatan el último año de la guerra de Troya, o de Ilión, que es el nombre que los griegos daban a la ciudad (de donde procede el título de la obra) y que giran principalmente en torno al enfrentamiento entre Aquiles y Agamenón. La Ilíada de Homero no solo marca el comienzo de la literatura griega, sino también el de la cultura occidental tal y como la conocemos. Literalmente, nuestro mundo sería diferente si Homero no hubiera existido. El genial bardo ciego retrata con maestría la guerra de Troya, las hazañas de los contendientes y las rencillas entre los dioses con una intensidad y una fuerza que todavía conmueven.
La Ilíada simboliza como ninguna otra obra el tránsito de la tradición oral a la escrita. La fusión entre el mito y la historia; en resumen, la creación de un lenguaje narrativo y de una estructura mental que siguen vigentes casi tres milenios después.
Compartimos un pequeño fragmento del libro:
<<¡Canta, diosa, la cólera de Aquiles, hijo de Peleo, funesta para los griegos y causa para ellos de males sin cuento, llevándose al Hades a muchas almas de héroes valerosos, cuayos cuerpos fueron pasto de los perros y rapiña de las aves, desde el día en que, por la voluntad de Zeus, disputaron el atrida, rey de los hombres, y el divino Aquiles, separándose luego!
¿Quién de los dioses sembró entre ellos la discordia? El hijo de Zeus y de Leto, iracundo contra el rey por el ultraje que este hizo a su sacerdote Crises, asoló al ejército con una peste tan terrible que los hombres morían como las moscas. Crises, deseoso de recuperar a su hija,
se presentó delante de las naves de los griegos con espléndidos presentes y las ínfulas de Apolo en su mano del áureo cetro, y a todos suplicó, encomendándose en particular a los dos atridas, caudillos de los aqueos.
-¡Atridas, vosotros, los de brillantes grebas! Que los dioses, habitantes del Olimpo, os consientan destruir la soberbia de la ciudad de Príamo y regresar con ventura a vuestra patria. Devolvedme a mi hija y tomad este presente que os traigo; así cumpliréis los designios de
Apolo, el magnánimo hijo de Zeus, de imparables flechas.>>
Sobre Homero existen pocas certezas históricas. Nació en algún momento del siglo VIII a. C. y sobre su ciudad de origen no existe unanimidad:
Quíos, Colofón, Cumas, Argos, Ítaca, Esmirna, Pilos y Atenas son las ciudades que más han citado los historiadores. Se ha dicho que era ciego y aedo de profesión (artistas que recitaban sus versos haciéndose acompañar por un instrumento musical). Sobre su fallecimiento, una
fuente atribuida a Herodoto sostiene que ocurrió en Íos.
Hay hipótesis que ponen en duda que Homero fuese el autor de las obras en su totalidad, incluso los hay que sostienen que Homero no fue a una única persona, sino que el término haría referencia a una serie de poetas y sus obras.
El libro en blanco – C/ Juan Pablo II, 35
Santa Cruz de Tenerife
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