Bond ha muerto… pero no 007. Tal cual. No se me asusten. No es spoiler, es el signo de los tiempos, que diría Prince. En cierta forma, entiendo el rebote de Pérez Reverte, pero no creo que sea para tanto, sencillamente, se cierra un ciclo. Una etapa. La de Daniel Craig. O el fin de una era, quizá? La de un icono pop incombustible que ha sabido adaptarse a cada momento político-social desde el año 62? (al menos en pantalla grande, la creación de Fleming nació en papel en los 50). Gran incógnita.
Secuela directa del díptico de Sam Mendes (Skyfall, Spectre), nuestro agente se relaja en Italia con Madeleine Swan (Lea Seydoux). James se ha enamorado. Por tercera vez, tras Tracy (la luna de miel más corta) y Vesper Lynd, que aún no ha superado, como vemos en el prólogo. La aventura previa más larga de toda la saga, cuenta con un flashback preeliminar, que nos presenta al villano: Rami Malek (cada vez peor actor..que lejos quedan los tiempos de Mr. Robot). De ahí a los créditos, con la mediocre canción de Billie Elish, que es fácilmente barrida por la recuperación de la bellísima We have all The time of The World, de Louis Armstrong. Precisamente, Hans Zimmer homenajea a John Barry con varias tonadas de Al servicio de su majestad. Todo huele a misión crepúscular. A despedida ..pasan cinco años y nos reencontrarnos con Q, (Ben Wishaw), M (Ralph Fiennes) , Moneypenny (Naomi Harris,si, también afroamericana) y Félix Leiter (idem). El encuentro de Bond con 007 (Laschana Lynch… mujer y de color, para escarnio de puristas) volverán a ponerlo en el punto de vista de Blofeld (Christoph Waltz), preso pero activo, cuyo careo con nuestro hombre constituye uno de los mejores momentos del film. De ahí a Cuba, cuyo contacto es Ana de Armas (tomar). Al MI6 no le agrada que JB les haya estado poniendo los cuernos con la CIA. Pronto descubrirá que el jardín está más envenenado de lo que pensaba…
Acción trepidante y bien hilada, en un thriller de dos horas y media, llevada a buen puerto por el artífice de la primera (y mejor) temporada de True Detective; Cary Joji Fukunaga. El título contrasta con la promesa de amor eterno del inicio: Tenemos todo el tiempo del mundo…
Emocionante y emotiva, este broche de oro del ciclo no desfallece. Y con el mejor final de la serie desde…007: Al servicio de su majestad. Eso sí, prepárense para lo que está por venir… y si todo se acaba aquí, gracias por estos 60 años. No se lo pierdan, pese a quien pese, voluntariamente o no, James Bond es parte de nuestras vidas. Abstenerse liberales de fin de semana. Esto sigue siendo Bond. Demasiado tarde para rasgarse las vestiduras.
Por Adrián Gómez
Fotografía en portada: Cartel o escena, público y distribuido para su publicidad de la película