Las mujeres que miran al mar desnudas
escuchan los ecos ancestrales que les trae
memoria del agua,
mientras esperan que amaine la tormenta.
No les importa que el viento
-con sus agudas voces-
las despierte, lo escuchan en silencio
sabiéndose portadoras
de sus atávicos mensajes.
Las mujeres que miran al mar desnudas
han dejado sus ropas al borde del abismo
y muestran sin pudor su corazón.
Se saben destinadas a abrir sendas
en desiertos nunca antes transitados,
sus pies descalzos dejan huellas profundas
en la soledad de los enlutados.
Las mujeres que miran al mar desnudas
llevan en sus ojos la calma que llega
después de la tormenta;
de sus manos se desprende la luz
que ciega la necedad de las tinieblas.
Como pájaros flamígeros renacen
-vez tras vez-
de sus cenizas,
y en sus entrañas duerme un animal salvaje
presto a despertarse si huele la injusticia.
Ana Robles
Reflexión sobre el poema
Mujeres que aún conservan la esperanza en que juntas pueden construir un mundo mejor.
Biografía de Ana Isabel Robles Santos
Trabajadora Social y poeta.
Ha publicados dos poemarios:
TRAVESÍA, editorial Escritura entre las Nubes, 2019, y Voces de Mujer de la editorial Cursiva Books, 2021.
También ha participado en varias antologías de poesía y relatos. Este poema figura en el segundo poemario.