Nieves Muñoz presentó ‘Las damas de la telaraña’ y Mario Villén, ‘Ilión’ en el Festival de Novela Histórica
Las pequeñas historias de la Primera Guerra Mundial y una relectura de la Guerra de Troya estuvieron presentes en comienzo de la segunda semana del Festival de Novela Histórica Ciudad de Tacoronte, dedicada a la literatura histórica escrita en España. La Casa de la Cultura de la ciudad del norte de Tenerife acogió la presentación de la segunda novela de Nieves Muñoz, Las damas de la telaraña, (Edhasa, 2022), que corrió a cargo de la propia autora y de su editora, Penélope Acero, y la obra más reciente de Mario Villén, que, con Ilión (Edhasa, 2022), amplía su radio de acción literario más allá del Al-Ándalus de sus anteriores novelas, para revisitar la Guerra de Troya, una osadía literaria que comentó con el escritor tinerfeño José Zoilo.
Las damas de la telaraña incursiona en una Europa que se consume en los albores de la Primera Guerra Mundial. Las colonias y los imperios europeos, el París de principios de siglo son escenarios donde transcurre, también una historia profundamente humana. Así lo cuenta la editorial en su plan de comunicación, mientras que la autora, con ese “gran alma” de la que dio testimonio su editora, lo dijo en palabras más cálidas y atractivas: «Esta es una historia de dos amigas que hacen un pacto de amistad eterna con esa candidez infantil que todos hemos tenido alguna vez; ellas en ese momento no saben que va a ser dramático y que esa amistad las va a salvar en los años tan convulsos del comienzo del siglo XX, con la Primera Guerra Mundial incluida», explicó en la Casa de la Cultura.
Muñoz y Acero se presentaron ante el público en Tacoronte de una forma osada y pintoresca: ataviadas como los personajes de la novela, Claudine y Niní, aunque, según confesó la editora, los vestidos estaban cruzados, porque cada una de ellas se identifica más con el personaje del que iba vestida la otra. Más allá de la anécdota, la escritora comentó que después de acabar su primera novela, Las batallas silenciadas, “me quedaron tantas historias por contar y es un periodo tan apasionante de la historia, que tenía que seguir en esa época”, la de la Primera Guerra Mundial, y así rescató a un personaje secundario de esta primera obra para darle vida protagonista en la que presentó en Tacoronte, Claudine.
“Creo que el alma de la novela es la lealtad y que, por muy mal que vengan dadas, una mano tendida hacia a ti te va a salvar de un modo u otro”, aseguró Muñoz. Su editora calificó Las damas de la telaraña como una «microhistoria», en la que se “huele la sangre” y en la que la exhaustiva documentación “no se ve”.
La autora abundó en ello: «Lo que a mí me gusta es contar las historias de la gente pequeña. Me interesa saber lo que vivió el soldado al pie de trinchera, la prostituta que tenía que ganarse el pan en París, la enfermera que atiende a los heridos en el hospital de campaña y la madre de familia que se queda viuda y tiene que sacar a tres niños adelante; esas son las pequeñas historias que tejen la historia en mayúsculas y son las que a mí me interesan”, dijo Muñoz, que se confesó que uno de sus principales intereses es encontrar y explicar los motivos de los actos de sus personajes, “intento cuidar mucho eso porque si no se entiende, se te cae la novela”.
Ilión
Mario Villén volverá a las historias sobre Al-Ándalus, porque es de Granada y lo lleva dentro, pero, después de tres novelas radicadas en su “zona de confort”, precisamente, porque se sentía demasiado cómo allí, se planteó “el reto de hacer algo diferente” y tenía clarísimo lo que haría: “la Ilíada me pone de siempre… Tardé en decidirme, fue una idea que surgió hace casi diez años, pero entonces no tenía suficientes herramientas como escritor para afrontar novelar tomando como base la épica arcaica”.
“Yo sentía que esto era algo sacrílego, me imaginaba a Zeus lanzándome un rayo divino para partirme en dos por osar tocar algo tan fuerte como la Ilíada”… Reconoce Villén que exagera con sus palabras, pero también que sintió un “miedo reverencial a tocar algo tan potente para nuestra cultura” hasta que se dio cuenta de que su propósito “era lícito, era algo que se había hecho siempre” y se dejó guiar por una pasión que confía en que “parte de ella haya quedado impresa en este libro”.
El autor insufla una vida nueva a personajes que ya conocemos por La Ilíada de Homero, en l que se narra la guerra de Troya. Aquiles, Príamo, Áyax el Grande, Diomedes, Patroclo, Ulises, Helena, aqueos y troyanos vibran con una luz nueva en esta historia, que a los ojos de Villén, es la de la disputa por el control sobre el Helesponto.
El autor utiliza como base textos que tienen alrededor de 3000 años, no solo el poema de Homero, sino también otros textos de la épica arcaica. “Fundamentalmente Ilión es una novela histórica contemporánea, con un lenguaje y una estructura narrativa de hoy, con personajes mucho más redondos, más definidos, a los que aporta un lenguaje fresco y actual”.
“Mario es un escritor de personajes que al final quedan en el corazón de la gente”, aseguró José Zoilo, que se mostró además sorprendido por haber conseguido darle un estilo épico y poético a una novela contemporánea que se acerca a los últimos héroes arcaicos, hombres descendientes de los dioses. La labor del escritor le ha permitido conseguir “un estilo dificilísimo y al mismo tiempo muy fluido”, una tarea muy ardua para un escritor. La percepción del escritor tinerfeño como lector es ratificada por el escritor granadino, que señala que su principal reto en esta novela fue “cambiar la manera de narrar”.
Nota: Se envían dos fotos de cada una de las presentaciones y una foto de los dos autores firmando sus libros. En las fotos de la presentación de Las damas de la telaraña aparecen, de izquierda a derecha, Nieves Muñoz y Penélope Acero. En las de la presentación de Ilión, de izquierda a derecha se ven a Mario Villén y José Zoilo. En la foto de la firma, Nieves Muñoz aparece a la izquierda de la imagen y Mario Villén, a la derecha.