Se ofrece dentro del ciclo ‘Tiempo de memoria, memoria en el tiempo’, con motivo del Día Mundial del Clima
Pobreza, infancia y cambio climático. Esos tres ejes configuran la temática de ‘Bestias del sur salvaje’, obra de Benh Zeitlin que, lejos de un tono miserable y de denuncia, ofrece un viaje lírico, mágico y tierno, cuya protagonista es una niña de seis años con una imaginación desbordante. La película, aclamada por la crítica y con más de una docena de premios en diferentes festivales, protagoniza la segunda sesión del ciclo ‘Tiempo de memoria, memoria en el tiempo’ que organiza el Gobierno de Canarias a través de Patrimonio Cultural de ICDC.
La proyección será el próximo martes 12, a las 19.00 horas, en el Espacio La Granja de Tenerife; y la semana siguiente, el miércoles 20, se podrá ver en el Teatro Guiniguada de Gran Canaria, y el jueves 21 en la sede de Raíz del Pueblo, en Fuerteventura. Esta película ha sido elegida para estos días con motivo del Día Mundial del Clima que se celebra el 26 de marzo.
La cinta narra la historia de Hushpuppy, una niña pobre que vive con su padre en La Bañera, una comunidad ficticia del sur de Estados Unidos que se ve afectada por el incremento del nivel del mar. Lejos de caer en la crudeza, la cinta abraza el realismo mágico y se deja llevar por la imaginación desbordante de su protagonista para ofrecer un viaje cautivador y lleno de sorpresas e imágenes cargadas de lirismo y fantasía.
Es esto mismo lo que la ha llevado a ganar tantos galardones. La obra de Benh Zeitlin llegó a acumular cuatro nominaciones a los Oscar en 2012 (mejor película, mejor director, mejor guion adaptado y mejor actriz) y cosechó más de una docena de galardones en diferentes festivales, donde destaca su doble premio de mejor película y mejor fotografía en el Festival de Sundance.
La crítica se ha centrado particularmente en este aspecto, su calidad poética y fantástica, para huir del trágico tema subyacente. También ha destacado, entre otras cosas, la excelente mano del director, diciendo que es “un debut que no lo parece” gracias a un “trabajo soberbio”. La ha definido como “una inyección de espíritu sureño, de ensoñación bronca, dulce y terrible” y como una “película mágica, inesperada, de una belleza arrebatadora”. En suma, “un milagro”.
Esta magnífica obra se enmarca, gracias al calado de sus temas y al retrato que hace de la cultura sureña, dentro del ciclo que desarrolla la unidad de Patrimonio Cultural durante este año. Compuesto por seis películas, el ciclo ‘Tiempo de memoria, memoria en el tiempo’ busca mostrar experiencias, costumbres, valores y saberes de gran riqueza cultural como modo de salvaguardar la diversidad y creatividad humana del pasado.